Amnistía Internacional confirmó que Azerbaiyán usó bombas de racimo israelíes para atacar Artsaj
La organización corroboró la utilización de este armamento prohibido por el derecho internacional. Además, expresó que debe protegerse la vida de los civiles en la región.
Redacción NOR SEVAN
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional confirmó que Stepanakert, capital de Artsaj, fue bombardeada con bombas de racimo de fabricación israelí. "Esas bombas están prohibidas por el derecho internacional", expresaron. "Debe darse prioridad a la protección de los civiles atrapados en la escalada del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la región de Nagorno-Karabaj", manifestaron ayer desde Amnistía Internacional. Después de corroborar el uso de bombas de racimo en la región, exigieron que se cuide a los civiles: "Deben ser protegidos, no atacados deliberadamente ni puestos en peligro imprudentemente".
Los expertos en respuesta a crisis de la organización de derechos humanos rastrearon la ubicación de las imágenes publicadas por el gobierno armenio e identificaron en Stepanakert municiones de racimo M095 DPICM de fabricación israelí que "parecen haber sido disparadas por las fuerzas azerbaiyanas".
"El uso de bombas de racimo en cualquier circunstancia está prohibido por el derecho internacional humanitario, por lo que su uso para atacar áreas civiles es particularmente peligroso y solo provocará más muertes y heridos", dijo Denis Krivosheev, director interino de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Central Asia.
El titular para la región resaltó que "las bombas de racimo son armas intrínsecamente indiscriminadas y su despliegue en zonas residenciales es absolutamente espantoso e inaceptable". Además, Amnistía Internacional pidió a todas las partes del conflicto que respeten plenamente el derecho internacional humanitario y protejan a los civiles de los efectos de las hostilidades.
En la madrugada del 27 de septiembre, Azerbaiyán atacó nuevamente Artsaj. El Ejército azerí arremetió y avanzó sobre los territorios de Karabaj, bombardeando posiciones militares y civiles. Esto provocó la resistencia y reacción tanto de Artsaj como de Armenia y una escalada bélica en la región sin precedentes en las últimas dos décadas. En las Repúblicas de Armenia y Artsaj se declaró la ley marcial y la movilización general. Azerbaiyán, que cuenta con la complicidad político-militar de Turquía (un dron turco fue derribado en territorio armenio) y de Israel, decretó la ley marcial y el toque de queda en varias regiones de su país. Hay miles de muertos y heridos, y daños de todo tipo. El conflicto continua latente. El tres de octubre el Presidente de Artsaj tomó la decisión de ir al frente de batalla.
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