Armenia: de República a "Protectorado estadounidense" o "Vilayeto turco"
El gobierno de Pashinian aplica y profundiza el plan Occidental de sometimiento y entrega de Armenia, elaborado de acuerdo a los intereses de Washington.
Por Adrián Lomlomdjian
Sorpresivamente, ya sin ocultar para nada la intromisión de su país y la imposición de su agenda regional a Armenia, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, James O'Brien, dijo que Armenia y Azerbaiyán han llegado a un acuerdo sobre el proceso de demarcación, afirmación esta que aún no fue dicha siquiera por ninguna autoridad del gobierno de Ereván. Lo hizo al hablar en una audiencia del Senado, donde también presentó un concepto de una nueva ruta comercial a través de Armenia y Azerbaiyán, que permitiría a los países de Asia Central ser menos dependientes de Rusia y China.
“Ambas partes han acordado un proceso de demarcación de fronteras”, dijo O’Brien en una audiencia del Subcomité sobre Europa y Cooperación Regional en Seguridad del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cuando se le preguntó sobre la ocupación azerí de territorios armenios. “Han acordado cuáles son las líneas de demarcación”, puntualizó.
También habló sobre el desbloqueo de las conexiones regionales y de Rusia. Cuando el presidente Cardin le preguntó sobre Armenia, el funcionario del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos ha establecido una nueva plataforma con Armenia para ayudarla a reducir su dependencia de Rusia. Mintiendo con total descaro, señalo que a pesar de tener que garantizar la seguridad de Armenia, Rusia no lo hizo y "le dio la espalda". "Eso ha llevado a una ruptura severa en la que gran parte de la población de Armenia quiere alejarse más de Rusia. Por lo tanto, estamos creando las condiciones para que eso suceda", enfatizó, felíz, el vocero del imperio, quien puso sobre la mesa el plan que está llevando adelante su país en la región.
Dijo que Estados Unidos apoya los esfuerzos de paz del primer ministro armenio Pashinian y “blanqueó” los motivos del apuro yanqui para con la firma del acuerdo armenio-azerbaiyano, que nada tiene que ver con los intereses del pueblo armenio, en particular, ni con la de los pueblos de la región, en general.
“Miren el mapa. Los países de Asia Central son increíblemente ricos y, en este momento, sus únicas opciones para acceder a los mercados globales son, fundamentalmente, Rusia o China. Si podemos abrir una ruta que pase por Azerbaiyán y Armenia, entonces tendrán acceso a los mercados globales y una dependencia mucho menor de Rusia y China. Todo esto forma parte de nuestro objetivo de permitir que los países elijan sus propios caminos hacia los mercados globales”, aseguró, cual experto farsante, el funcionario de Estado norteamericano.
“Fue una confesión realmente sincera. En otras palabras, significa que la guerra en Nagorno-Karabaj también fue instigada por Estados Unidos, que utilizó a Turquía e Israel para lograr su objetivo, porque fueron Turquía e Israel quienes suministraron a Azerbaiyán todo el equipo militar necesario y también enviaron especialistas para dirigir las operaciones militares. Por cierto, O'Brien también confirma los dichos de Erdogan de que ellos (los turcos) entraron en Karabaj”, dijo el analista militar ruso Alexéi Leonkov.
Según él, O'Brien revela el interés de Estados Unidos en crear una alternativa, abriendo una brecha entre la ruta Norte-Sur y supuestamente ayudando a los países de Asia Central a obtener una vida mejor si envían sus mercancías a través del Mar Caspio, lo que también afectaría el acuerdo existente, que no permite a Estados Unidos y a los anglosajones entrar en esta región.
“Y todo esto, por supuesto, fue disfrazado muy hábilmente como el proyecto del Gran Turán, la unificación de los pueblos turcos, proclamada por Turquía. En otras palabras, todo eso es un plan de los anglosajones y detrás de todo esto está Gran Bretaña”, afirmó Leonkov, para quien el principal objetivo de Occidente es mantener su influencia en el Gran Oriente Medio.
Para Alexéi Leonkov, todo lo que se habló sobre la traición de Rusia en Artsaj no fue más que una operación de encubrimiento de la que participaron desde los falsos patriotas hasta las actuales autoridades de Armenia. “En otras palabras, todos esos ‘patriotas armenios’ pagados que gritaban sobre la culpabilidad de Rusia, que Rusia inició la guerra en Karabaj y luego la entregó a Azerbaiyán, en realidad cumplieron el papel que les asignaron, el del encubrimiento. Y ahora, Estados Unidos ya cree que el proyecto está en su bolsillo, que todo les salió bien y entonces decidieron ser honestos. Y es por eso que O'Brien, como dicen, mostró todas las cartas”, puntualizó el analista ruso, para quien el denominado Corredor Zanguezur es fundamental para los planes de los Estados Unidos de América y de su estrecho aliado Gran Bretaña.
Algo de lo que dice Leonkov pudo comprobarse en la respuesta oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia a los dichos del representante presidencial de Azerbaiyán para misiones especiales, Elchin Amirbekov, quien en una entrevista radial dijo que Armenia y Azerbaiyán decidieron excluir del tratado de paz el artículo sobre comunicaciones regionales y volver a incluirlo en una etapa posterior.
En la declaración de la Cancillería armenia queda expuesta la sumisión del gobierno de Ereván a los dictados de Washington. “Si bien observamos que el artículo relativo a las comunicaciones regionales fue excluido del proyecto de acuerdo de paz por consentimiento mutuo, debemos enfatizar que su desbloqueo efectivo sigue siendo una parte importante de la visión y la agenda de Armenia para garantizar la paz y el desarrollo económico en la región”, afirmó la vocera del ministerio, Ani Badalian, como poniendo por delante de todo los intereses de Occidente.
Al analizar los dichos de O’Brien, Serguei Markedonov, destacado profesor e investigador del Instituto de Estudios Internacionales MGIMO (donde se forman los diplomáticos rusos y de otras nacionalidades) sostuvo que las preguntas no deben ser para el funcionario yanqui, sino para Ereván y, por supuesto, para Moscú.
“O'Brien reconoció abiertamente la importante dependencia económica y de seguridad de Armenia respecto de Rusia. Pero escapar de esta dependencia será simplemente sustituir un cartucho por otro. Puede haber mil reclamaciones contra la Federación de Rusia por los acontecimientos de 2020-2023 (y no todos serán descabellados, si te alejas de las emociones). Pero aquí, ahora y en el futuro, Washington sólo le ofrece a Ereván la función de ser una vía logística entre las dos subregiones de Eurasia, y sin ninguna garantía de seguridad. Mientras tanto, tales garantías -incluso si aceptamos la más negativa de las muchas versiones armenias- se observaron en el período 1991-2020. Y debemos tener en cuenta que durante este tiempo, aquí, podrían haber pasado muchas cosas similares a los escenarios de 1918-1920, o incluso antes”, dijo Markédonov, agregando: “Estados Unidos ha hecho una propuesta inequívoca: abrir el corredor y alejarse de Rusia. ¿Dónde está aquí el beneficio para los intereses armenios?”.
Para Markédonov, cierto sector de la clase política rusa debe dejar de creer en el “anti-occidentalismo” pregonado por Turquía, debe prestarle mayor atención al comportamiento de la dirigencia iraní y aunar esfuerzos con ella y, definitivamente, debe trabajar para recomponer las relaciones aliadas y fraternas con Armenia, independientemente de las actitudes del gobierno de turno.
El politólogo Hrant Mikaelian sostiene que la afirmación de O’Brien acerca de que la mayoría de la sociedad armenia quiere alejarse de Rusia, “tiene como objetivo formar sentido común favorable o utilizarla como argumento en debates políticos”, ya que el funcionario no es sociólogo ni ha realizado investigaciones sociológicas, y por lo tanto, no hace un evaluación real de la opinión pública.
Según Mikaelian, al aceptar que su país está facilitando el proceso de alejamiento de Armenia de Rusia, “O'Brien reconoce que Estados Unidos participa activamente en la formación de una imagen extremadamente negativa de Rusia en Armenia, lo que es realmente cierto, porque durante las últimas décadas, especialmente los últimos cinco años, Estados Unidos ha participado muy activamente en la propaganda anti-rusa en el país a través de los recursos mediáticos que tiene aquí y que son bastante serios”.
“Todos los acontecimientos que ocurrieron y ocurren, incluso en Artsaj, nunca fueron un accidente: son parte de una política específica que se implementa por medios combinados. Y O'Brien simplemente lo expresó. Debemos ver la diferencia de cuando los estadounidenses dicen que no estarán de acuerdo con las concesiones territoriales de Ucrania, pero después apoyan firmemente el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán, que presupone concesiones territoriales, políticas y globales por parte de Armenia. Debemos entender esta diferencia, analizarla, saber de dónde viene. No se habla de derecho, no se habla de seguridad, aquí estamos hablando de intereses políticos y geopolíticos”, explicó Mikaelian.
Según él, la Avanzada Occidental -puntualmente, la norteamericana- ya se ve en lo concreto y en el día a día. “Ya no controlamos nuestras instituciones. En Armenia, la policía fue reformada por asesores estadounidenses y según el modelo estadounidense; se creó un Servicio de Inteligencia Exterior orientado hacia Estados Unidos; la seguridad de los datos también está encomendada a los estadounidenses y habrá representantes estadounidenses en el Ministerio de Defensa. ¿Qué más se necesita? Hay un aumento del control estadounidense sobre las instituciones y las instituciones de seguridad armenias. Armenia ya no tiene soberanía y las políticas que se están desarrollando también reflejan los intereses de los estadounidenses. Y esto se evidencia en las interminables reuniones y comentarios de los estadounidenses sobre cuestiones de política interior y exterior”, sentenció Mikaelian.
La representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, catalogó de infundadas las declaraciones de Estados Unidos acerca de que Armenia quiere alejarse de Rusia. “Los vínculos entre la Federación Rusa y Armenia, formados y desarrollados durante siglos, resistirán todas las pruebas de fuerza a las que Occidente los somete incansablemente. A lo largo de la historia, hemos prestado ayuda en repetidas ocasiones al hermano pueblo armenio, y seguiremos haciéndolo en el futuro”, enfatizó la diplomática rusa.
“Las declaraciones infundadas de O'Brien de que Armenia quiere alejarse de Rusia, son otro ejemplo de la ingeniería geopolítica inherente a los estadounidenses: el deseo de fabricar ante los ojos de la comunidad mundial la realidad que Washington necesita, que no tiene nada que ver con lo que realmente está sucediendo”, subrayó Zajárova.
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