Armenia, el Cáucaso y otras cuestiones

Esta Europa tan "sana, pura y salvadora", ha dejado de comprar gas ruso por “la invasión a Ucrania”. ¿Dejará de comprar gas azerí por la invasión a Armenia? La respuesta es NO.

Por Alejandro Budano Serverian

A raíz de los últimos acontecimientos ya conocidos, quedo al descubierto como nunca el apetito avasallador de Turquía y la posición estratégica de Armenia -esa que nunca tuvo- en todo este entramado.

Vayamos entonces por partes.

Quien ataco hace pocos días el territorio de la Republica de Armenia es Azerbaiyán, un gran aliado de Israel, que en gran parte utiliza armamento enviado por Tel Aviv y que actúa bajo supervisión militar y política de Turquía.

Podemos decir, en primer lugar, que lamentablemente no tenemos que caratular el ataque azerí como sorpresivo, cuando el gobierno armenio liderado por su primer ministro Nikol Pashinian abandonó a quienes fueron siempre los naturales aliados de Armenia: Rusia e Irán. Y que así moviera Pashinian las fichas, seguramente estaba en la letra chica de la llamada pro-occidental "Revolución de Terciopelo", al igual que lo estuvo en la letra chica de todas las “revoluciones” -denominadas con diferentes colores- que tuvieron lugar en lo que fue el campo socialista europeo.

Por ejemplo, quedó demostrada con el paso del tiempo la hipocresía europea para con el genocidio de armenios, su defensa de un "elemento cristiano” ante “una horda musulmana” y “un imperio salvaje”. Por eso hoy, el pueblo armenio tiene que ser sabio en sus conceptos, movimientos, negociaciones y alianzas, ya que aún resuena aquella frase de Recep Erdogan: "Vamos a concluir con lo que se comenzó". Y está dispuesto a hacerlo, ni más ni menos, junto a otra rama túrquica como la azerí. Se trata de borrar a Armenia del mapa mediante otra matanza. Y no lo ocultan.

¿Por qué Armenia hoy tiene una posición geográfica estratégica?

Suena rara a nuestros oídos esta pregunta, pero esa posición geográfica estratégica como república, hoy se convirtió –entre otras cosas- como un escollo importante para el expansionismo turco en dirección al Asia Centra. Armenia (y Artsaj) es un Estado tapón entre Turquía y Azerbaiyán, que entorpece el expansionismo y el apetito de Ankara de crear un Imperio Otomano "sui generis", uniendo a todos los pueblos túrquicos y con un idioma del mismo troncal. Es lo que conocemos como proyecto panturquista.

Es muy importante no perder de vista, que desde hace aproximadamente 20 años está funcionando una unión de países túrquicos liderados por Ankara, a la que se unieron no sólo la hermana menor liderada por Aliyev, sino también otras ex repúblicas soviéticas del Asia Central -con excepción de Kirguistán- y Hungría como invitada (no se sabe qué papel cumple en esta unión túrquica).

Si analizamos con detenimiento estos hechos, veremos que en todo está la mano de Turquía. Por ejemplo, en las revueltas fronterizas entre Kirguistán y Tadjikistán. La primera es pro rusa y no forma parte de la asociación túrquica, y la otra es pro turca. A esto le tenemos que sumar las agitaciones de los musulmanes de China, léase uigures. Todo forma parte de un largo sueño de Ankara de más de cien años, de unir a todos los pueblos túrquicos desde el Mar de Marmara hasta China.

El otro objetivo es abrirle un nuevo frente a Rusia para debilitarla. Claro que con el aditamento de lo riquísima que es en minerales el Asia Central, y lo mucho más rica en minerales que es la zona de Zanguezur, con reservas de estos minerales por muchos años. Al fin de cuentas, todo tiene que ver con todo y nada es por azar.

En cuanto a Azerbaiyán, su primer paso, y no es ninguna novedad, es barrer con lo que queda de Artsaj, empujar a sus habitantes hacia Armenia, y lo que hoy es territorio soberano, anexarlo a este suerte de confederación soñada o transformarla en una suerte de ghetto. La historia ya nos demostró una vez cómo es el fin de todo este plan.

Como siempre, desde Nor Sevan decimos que no hay mucho margen para esperar algo de aquella Europa que muchos armenios ven como la salvadora, cuando la realidad nos muestra que en gran parte de la historia, para no decir siempre, nos ha dado la espalda. Si Pashinian deja de jugar para Occidente y de manera firme busca lazos estrechos con Moscú y Teherán, todo será mejor, ya que son los únicos países que tienen margen de maniobra para con Armenia.

Para no dejar pasar por alto, recordemos que luego de la visita de Nancy Pelosi a Ereván han ocurrido cosas “muy extrañas” o, al menos, “llamativas”: la extradición de dos revolucionarios kurdos por parte de Ereván hacia Ankara; la visita de jefes militares de la OTAN a Bakú; la negativa de Armenia de ser parte de los últimos ejercicios militares de la OTSC, entre otros hechos destacables. ¿Será que Pashinian está jugando al gallito ciego y no quiere abrir los ojos? ¿O ya se está probando el traje de traidor?

¿Acaso no vimos por las cadenas internacionales a la Comisaria Europea (la misma que viste de azul y amarillo) Ursula von der Leyen firmar muy sonriente con el presidente azerí un tratado para aumentar el suministro de gas? Pues bien, esa es la Europa en la que Pashinian y muchos armenios en el mundo creen, porque vaya paradoja, hasta ahora el gas que compraba el “viejo continente” a India o a Estados Unidos era gas ruso con un 30% de incremento debido a las distancias.

Por su parte, Teherán continúa diciendo que no va a soportar ningún cambio en el mapa zonal y mantiene a raya a todos los iraníes de origen azerí, que son muchos y que una vez disuelta la URSS intentaron “unirse a su madre patria Azerbaiyán”.

Otro dato interesante. Las ramas principales del islam son la chií y la suní. Irán es una república sunita y cuando se "enoja", los grandes titulares de los portales nos venden el terrorismo suni o sunita. Pues bien, Azerbaiyán también es sunita, ¿qué pasa que el mundo no alza su voz cuando agrede a Armenia o para denunciar que mantiene en condiciones casi “carcelarias” a la minoría talish que habita dicho país?

Lamentablemente, el mundo y Europa no se van a golpear el pecho por Armenia. Bakú nos está atacando y desde Europa no hicieron más que alzar "su voz de preocupación". Mientras tanto, la esposa del presidente de Francia se fotografía con su par turca y Nancy Pelosi llora en Dzidzernagapert pero no le salen las lágrimas. . .

Esta Europa tan "sana, pura y salvadora", ha dejado de comprar gas ruso por “la invasión a Ucrania”. ¿Dejará de comprar gas azerí por la invasión a Armenia? La respuesta es NO.

Europa acordó incrementar un 30% el flujo de gas azerbaiyano, mientras para Bakú carecen de valor los tratados firmados y sigue atacando, asesinando, violando y descuartizando.

No hay que dejar de lado en toda esta compleja movida geopolítica, el trabajo detrás de escena delos Estados Unidos. Azerbaiyán no deja de ser un agente de Israel y, por ende, un componente más del eje Ankara-Wahington. Los lazos entre Tel Aviv y Bakú son más que estrechos, quedó demostrado y fue fehacientemente constatado en la guerra de los 44 días. Pero otros datos importantes a tener en cuenta es que hace ya años hay bases militares israelíes asentadas en suelo azerbaiyano, con el correspondiente arrendamiento de varios aeropuertos militares. Azerbaiyán es limítrofe con Irán y por lo tanto no es de extrañar un eventual bombardeo masivo israelí a suelo iraní, una suerte de toco y me voy con objetivos previamente seleccionados. Todos sabemos que Israel e Irán son acérrimos enemigos que no se reconocen. Tampoco hace falta aclarar que Bakú, cuya meta principal es desestabilizar la región, actúa bajo órdenes explícitas de su patrón principal: Washington.

Ante este “pandemónium regional” uno se pregunta: ¿Y Armenia?

Bien, pensando en privatizar un sector del Complejo “Cascade” y ver cómo consagrar ese majestuoso crucifijo gigante con la imagen de Cristo que piensan construir, cuando la Iglesia Apostólica Armenia no utiliza su imagen… Algunos dirán que Pashinian está durmiendo… pero no, lamentablemente, no lo está, sigue perjudicando a Armenia con sus decisiones y con sus acciones y omisiones.