Armenia: llegaron los yanquis
Comenzaron el lunes los ejercicios militares conjuntos armenio-estadounidenses. Durante las últimas semanas, la agenda de la "Avanzada Occidental" sobre Ereván fue intensa.
Por Adrián Lomlomdjian
El 15 de julio fueron inaugurados en la Academia Militar Vazkén Sarkisian, del Ministerio de Defensa de la República de Armenia (RA), los ejercicios militares conjuntos armenio-estadounidenses "Eagle Partner-2024" (“Águila Socio-2024”).
En la ceremonia de apertura estuvieron presentes el ministro de Defensa de la RA, Surén Papikian, y la embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de los Estados Unidos en Armenia Christina Quinn, entre otros.
Se tocaron los himnos nacionales de Armenia y de los Estados Unidos, el himno del ejercicio militar "Eagle Partner". El ministro de Defensa armenio Surén Papikian y la embajadora de Estados Unidos se dirigieron a los militares que participan en el ejercicio.
Según el sitio web oficial del Ministerio de Defensa de Armenia, el Ministro dijo en su discurso: “Aprecio mucho el trabajo de las tropas terrestres estadounidenses en Europa y África; de la Guardia Nacional de Kansas, que ha sido socia de Armenia durante más de dos décadas; de la brigada de mantenimiento de la paz de las Fuerzas Armadas de la RA; y de los representantes de la Embajada de los Estados Unidos y el personal de Ministerio de Defensa de la RA en la planificación eficaz del ejercicio. Por lo tanto, valoro altamente esta cooperación destinada a aumentar el nivel de interoperabilidad de las unidades que participan en misiones internacionales para el mantenimiento de la paz”.
El acto inaugural concluyó con una solemne marcha de los militares.
Los ejercicios militares conjuntos armenio-estadounidenses, que se llevan a cabo en Armenia, concluirán el próximo 24 de julio. Participan soldados de la brigada de mantenimiento de la paz de las Fuerzas Armadas de Armenia, de las fuerzas terrestres estadounidenses en Europa y África, y de la Guardia Nacional de Kansas.
El ejercicio implica operaciones de estabilización entre partes en conflicto durante misiones de mantenimiento de la paz. El objetivo del ejercicio es aumentar el nivel de interoperabilidad de las unidades que participan en las misiones internacionales de mantenimiento de la paz, intercambiar las mejores prácticas de gestión y comunicación táctica, así como aumentar la preparación de la unidad armenia.
Según el Ministerio armenio de Defensa, en el marco de la preparación para las misiones de mantenimiento de la paz, las unidades que se preparan para las dichas operaciones internacionales participan periódicamente en ejercicios militares conjuntos similares y en ejercicios que se realizan en países socios.
La "Avanzada Occidental"
El verano en el hemisferio norte y la casi segura derrota de la OTAN-Ucrania nazi contra el ejército ruso, parece haber condicionado a los principales actores de Occidente (Estados Unidos-Gran Bretaña-Unión Europea-OTAN) a acelerar los pasos en el Cáucaso. Y como el gobierno de Georgia no les permitió que usaran su país y su pueblo como plataforma contra Rusia (transformándola en una nueva Ucrania), Washington y Bruselas intensificaron la avanzada sobre Ereván, donde cuentan con la complicidad de un gobierno dispuesto a cumplir todas y cada una de las órdenes de sus titiriteros.
Porque no sólo los ejercicios armenio-estadounidenses son una demostración de la ya casi inexistente soberanía política, económica y territorial de Armenia, sino que también así lo testimonian cada una de las visitas que llegan de Occidente, sus movimientos en el país, sus declaraciones y aquellas que sobre Armenia realizan, en otros países, otros funcionarios de Estado como los presidentes Aliyev, de Azerbaiyán, Erdogan, de Turquía, o el mismísimo nazi ucraniano Zelensky.
Por ejemplo, en el marco de la cumbre de la OTAN celebrada recientemente en Washington, Recep Tayyip Erdogan y el presidente francés Emmanuel Macron, destacaron la necesidad de firmar un tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán lo antes posible.
También se manifestaron de igual forma numerosas otras autoridades e importantes funcionarios de Estado yanquis, europeos, turcos y azerbaiyanos, como, por ejemplo la embajadora norteamericana en Armenia, que además de celebrar el 4 de julio en Siunik, llevó allí una “intensa” agenda de trabajo. Fue como “una recorrida de la patrona por su estancia”, donde además de “controlar” el alambrado -la frontera armenio-azerbaiyana-, “dialogó” en el lugar con sus capataces -las autoridades locales-, con los “observadores civiles” (agentes de inteligencia) de la Unión Europea, y con el Ministro de Interior y el Secretario de Seguridad de Armenia, quienes tuvieron la “deferencia” de viajar hasta el sur del país para reunirse con la jefa de la embajada yanqui.
Pero hay más. En tan sólo quince días, desde Washington no sólo llegaron algunos miembros de la organización criminal denominada ejército de los Estados Unidos, sino también arribaron a Ereván varios “ideólogos y coordinadores” de dicha organización criminal, desde funcionarios de Estado hasta diputados y senadores.
Por ejemplo, se paseó por el país y anduvo “controlando” el funcionamiento de su “red civil” de tareas de espionaje, agitación y desestabilización, la “carita de ángel” Samantha Power, directora de USAID, conocida internacionalmente como una de las organizaciones que sirven de pantalla a la actividad terrorista y subversiva de la CIA.
Power, “por supuesto”, fue recibida por el primer ministro Nikol Pashinian, por el presidente Vahakn Khachaturian y por el Secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Armenia, Armén Grigorian.
“Estoy aquí hoy porque Armenia tiene una ventana de oportunidad para construir prosperidad, fortalecer su democracia y lograr la paz con la que la gente ha soñado durante tanto tiempo. USAID y Estados Unidos en general están dispuestos a ayudar a Armenia a aprovechar al máximo esta oportunidad”, aseguró la directora de USAID, quien anunció una nueva financiación de 5 millones de dólares estadounidenses para promover la cooperación entre Amazon Web Service y el Gobierno de Armenia. Es decir, ellos corren con los gastos para aumentar la influencia y el control sobre la población armenia.
Fieles a su estilo, las autoridades armenias “valoraron los programas implementados por USAID en el país con el objetivo de consolidar el desarrollo de instituciones democráticas”, y aseguraron que “el gobierno armenio continuará los pasos en dirección a las reformas”.
Como no podía ser de otra manera, las partes “hicieron referencia” a “los problemas humanitarios de los desplazados por la fuerza de Nagorno Karabaj” y a las medidas adoptadas por el Gobierno de Armenia para solucionarlos, incluyendo el programa de viviendas. En este contexto, el primer ministro Pashinan enfatizó la importancia del apoyo continuo de la comunidad internacional y la implementación de los acuerdos de la reunión de alto nivel entre Armenia, la Unión Europea y Estados Unidos celebrada en Bruselas el 5 de abril. Claro que no existe información concreta respecto de cómo influye “la ayuda internacional” (principalmente la occidental, ponderada por el gobierno de Ereván) en los desplazados, ya que muchos siguen sin trabajo, viviendo en gimnasios, pensiones u hoteles que incluso deben pagar ellos mismos (y no tienen dinero). A esto, hay que agregar la cifra oficial de que ya son cerca de 20 mil los ciudadanos de Karabaj que se fueron de Armenia rumbo a otro país.
Otra que anduvo metiendo sus narices fue la Subsecretaria de Estado estadounidense, Uzra Zeya, quien se reunió con “líderes de la sociedad civil armenia” (así llaman los norteamericanos a las organizaciones no gubernamentales y a los activistas que “trabajan” para ellos).
Oficialmente se informó que “durante la reunión, se discutió sobre el apoyo de Estados Unidos a los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y la promoción de la libertad de prensa, en base de valores democráticos comunes” -todas frases rimbombantes y falsas-.
Ayer, 16 de julio, y acompañada por la “jefa” -la embajadora Quinn-, la delegación encabezada por la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Uzra Zeya, fue recibida por la fiscal general de Armenia, Anna Vardapetian.
Según el comunicado de prensa de la Fiscalía, Anna Vardapetian “valoró la cooperación con la Embajada de Estados Unidos en Armenia en diversas direcciones y enfatizó que el encuentro brindará la oportunidad de definir nuevas áreas de cooperación y contribuirá al desarrollo de la aplicación de la ley de los dos países y al fortalecimiento de la cooperación entre sus sistemas”
Hoy, Uzra Zeya anunció que "los Estados Unidos han destinado unos 16 millones de dólares para la creación del Servicio de Patrulla en Armenia".
"Estados Unidos está comprometido a trabajar con Armenia en la promoción de reformas en los organismos encargados de hacer cumplir la ley", dijo Zeya durante una visita a los nuevos edificios del Servicio de Patrulla y Dirección Operativa del Ministerio del Interior de la República de Armenia.
A pesar de la entrega, no está dicha la última palabra
Cada día queda más en evidencia, que la entrega de Artsaj/Nagorno-Karabaj, de los poblados armenios y, próximamente, del denominado por ellos Corredor Zanguezur, es el precio que Armenia está pagando por su acercamiento a Occidente y para convertirse en parte de “ese mundo”.
Para recordar como antecedentes inmediatos tenemos, por ejemplo, que unos días antes de su viaje a Azerbaiyán durante el pasado mes de junio, James O'Brien, Subsecretario de Estado norteamericano, habló en la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, y allí brindó parte de la respuesta de por qué el apuro por firmar el acuerdo de paz. Afirmó que su objetivo es garantizar que las exportaciones de bienes de Asia Central no pasen por Rusia y China, sino por rutas alternativas -como el “Corredor Zanguezur”-, incluida Azerbaiyán. Dijo que “una carretera pasa por Georgia hasta el Mar Negro, pero la otra, posiblemente más grande, pasará por Azerbaiyán, Armenia y Turquía, y por estas razones necesitamos un acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia”.
Tampoco debemos olvidar los dichos del autoproclamado sultán Recep Erdogan: “La apertura del Corredor Zanguezur coronará y completará el acuerdo de paz”.
Mientras, por un lado Ereván y Occidente afirman que están a un paso de la firma del “histórico acuerdo armenio-azerbaiyano”, por el otro, Aliyev insiste que para firmar la paz “Armenia debe cambiar su Constitución”.
El proceso de transformación de Armenia en una colonia de Occidente (Estados Unidos-Gran Bretaña-Unión Europea-OTAN) avanza casi sin tropiezos visibles, más allá de que en el “subsuelo” de la política y la sociedad, no son pocos quienes se resisten de manera activa a la entrega y la traición, lideradas por el primer ministro Nikol Pashinian y su equipo.
El tiempo corre, los hechos se suceden, pero no está dicha la última palabra.
Comments