Armenia se acerca a Occidente con el peligro de convertirse en una "nueva Ucrania"
El gobierno de Pashinian avanza en su objetivo. Cínicamente, con consignas que alaban la democracia y la defensa de los derechos humanos, pone la seguridad de Armenia en manos de quienes financian terroristas y grupos fascistas en todo el mundo.
Por Adrián Lomlomdjian
Queda muy claro que la aprobación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional por parte de los diputados del Partido Acuerdo Cívico (PAC), que lidera el primer ministro armenio Nikol Pashinian, no tiene otro objetivo que erosionar las relaciones con Rusia, aliado estratégico de Armenia, y seguir cumpliendo con las promesas realizadas a las potencias occidentales, a Turquía y a Azerbaiyán.
Todo el "proceso de ratificación" del Estatuto de Roma, que había sido declarado en su momento contrario a la Constitución de Armenia por la Corte Suprema, tiene un basamento político y una clara connotación anti-rusa y anti-iraní, ya que se da luego de que la CPI pidiera "la captura internacional del presidente de Rusia, Vladimir Putin", por supuestos crímenes de guerra (jamás probados).
A pesar de esta realidad, el gobierno de Pashinian, que basa todo su accionar de gobierno y todas las intervenciones de sus representantes en el fraude y la mentira, vuelve a "justificar" este paso de manera "cínica", afirmando que la ratificación del Estatuto de Roma tiene como único objetivo responsabilizar a Azerbaiyán de los crímenes contra los armenios de Artsaj.
Hasta el momento, ¿alguen escuchó mencionar en alguna de las muchas intervenciones de Pashinian o de otra autoridad de la República de Armenia, que Aliyev y Erdogán son criminales de guerra? ¿Alguien se enteró, que más allá de pedir que se condene el accionar azerbaiyano, y de mendigar la solidaridad y la ayuda de la "comunidad internacional", el Estado de Armenia haya puesto en marcha alguno de los mecanismos internacionales vigentes en sus relaciones bilaterales con decenas de país para procesar o al menos pedir la investigación y posterior procesamiento como criminales de guerra de las autoridades de Azerbaiyán o Turquía?
Por el contrario, luego de la guerra, que además de la dolorosa derrota militar significó más de cinco mil muertos, otros miles de heridos y mutilados, ciudades destruidas y poblados perdidos, Pashinian no intentó nunca tratar de que castigaran a los líderes de Turquía y Azerbaiyán como criminales de guerra, sino que hizo todo lo posible para congraciarse con ellos.
Por ejemplo, en este tiempo, Pashinian participó de la ceremonia de asunción del presidente turco Erdogán (aliado de Aliyev y proveedor de armas en la guerra), su esposa Anna visitó en Kiev al presidente nazi ucraniano Volodimir Zelensky (que en la guerra proveyó de bombas racimo a Azerbaiyán) y él, personalmente, se reunió varias veces con el presidente Aliyev cediendo en todo lo que el mandamás azerbaiyano le exigió y avanzando en la firma de un acuerdo de paz, que será tan vergonzoso como los de Batum y Alexandropol, ambos firmados por los dirigentes de la Primera República de Armenia.
Para el Coronel del ejército de reserva Volodia Hovhannisian, "al adoptar el Estatuto de Roma, el Partido Acuerdo Cívico aceleró la destrucción de Armenia".
El politólogo y periodista Armán Abovian, pidió que el oficialismo diga la verdad y tenga el coraje de reconocer, que la adopción del Estatuto de Roma "es el juramento vasallo de las autoridades lideradas por Pashinian de servir a los intereses de Occidente y Turquía en la región".
Un poco de historia sobre la "entrega" de Artsaj
El 9 de noviembre de 2020 se firmó la Declaración Tripartita entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia, que significó el fin de la guerra, el reconocimiento tácito de Karabaj como un "territorio en disputa", el emplazamiento de las fuerzas de paz rusas en Artsaj y, particularmente en la frontera entre Karabaj y Azerbaiyán, y el retorno a sus territorios ancestrales de más de 100 mil armenios que había escapado como consecuencia del ataque militar azerbaiyano y la guerra de 44 días.
Sin embargo, en ese contexto donde se había logrado detener la confrontación armada, el gobierno de Pashinian parecía coincidir con el gobierno de Aliyev en el disgusto que les ocasionó la presencia rusa en Nagorno Karabaj.
Para el líder azerbaiyano, esa presencia rusa pasó a ser una espina difícil de tragar, ya que luego de haber "arrasado" militarmente a los armenios no pudo establecer su ansiado dominio en Karabaj y tuvo que reconocer, a pesar de ser el triunfante, la existencia de Artsaj y la necesidad de discutir a futuro el status de la región.
El establecimiento de las fuerzas de paz rusas en Artsaj significó, para Pashinian, no poder cumplir con varias de las promesas que había realizado, entre ellas, la de "permitir" que Azerbaiyán ocupara todo Nagorno Karabaj (como quedó demostrado más adelante, al reconocer Karabaj como parte del territorio azerbaiyano) y la de establecer fuerzas de paz de la OTAN o de Naciones Unidas, lo que hubiese permitido institucionalizar la presencia Occidental muy cerca de Rusia e Irán.
También Turquía se vio golpeada por la decisión de garantizar la presencia rusa en Karabaj por 5 años más otros cinco a negociar, ya que su siempre vigente y renovado plan panturquista volvía a tener en el camino a un poderoso enemigo, con el que dirimió fuerzas a los largo de los siglos.
Sin embargo, no tardaron mucho Pashinian, junto a Aliyev, Erdogán y Occidente, en encontrarle la vuelta a la "movida ajedrecística" realizada por el Kremlin. Y comenzó la verdadera avanzada anti-armenia, anti-rusa y anti-iraní sobre la región, tratando de lograr cumplir con el objetivo de sacar a Rusia y establecer allí el dominio de los Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Europeo y la OTAN, con Turquía e Israel como sus lugartenientes en la zona.
En lugar de avanzar en lo acordado el 9 de noviembre de 2020, Pashinian inició un cambio en la política exterior armenia, que repercutió nocivamente en la estructura que había garantizado la seguridad de la República de Armenia y de quienes la habitan. No decidió sumar nuevos socios, profundizando las relaciones con los aliados ya existentes para mejorar el complejo defensivo del país, sino que optó por satisfacer los deseos y objetivos de los adversarios de sus países aliados, al mismo tiempo que profundizaba las acciones que erosionaron las relaciones fraternales con Rusia e Irán.
Por eso, comenzaron las nuevas negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán con la mediación de Estados Unidos y la Unión Europea, que nada tuvieron que ver con darle continuidad a lo acordado el 9 de noviembre de 2020, sino que tal como está a la vista de todos, significó llevar a Armenia a la capitulación.
Porque no fue Rusia la que dijo que Artsaj forma parte de Azerbaiyán, sino que fue el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, quien durante la Cumbre Europea celebrada en octubre de 2022 en Praga, dijo que reconocía la integridad territorial de Azerbaiyán, con Nagorno Karabaj incluido. Lo hizo, luego de la reunión mantenida entre él, Aliyev, el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Ese fue el inicio del fin para Artsaj y para la lucha por su autodeterminación del pueblo que lo habitaba, consensuado entre los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán, con la mediación de la Unión Europea y el visto bueno de Washington y Ankara.
Es evidente que al momento de consensuar la entrega, ninguno de los actores cómplices de la misma, no tomaron en cuenta varios detalles. O mejor dicho, quizás tuvieron en cuenta todos los detalles, pero decidieron avanzar sin hacer nada al respecto y culpar de todo a Rusia. Simplemente basta con hacer una recorrida por los sucesos acaecidos entre octubre de 2022 y octubre de 2023, para corroborar que estamos en lo cierto.
¿Cómo pensaba Pashinian garantizar la vida de los habitantes de Artsaj luego de decidir que formaba parte de Azerbaiyán? ¿Pensaba que lo harían los rusos por él? Y si pensaba eso, ¿por qué día y noche se la pasó atacando a Rusia y defenestrándola, cuando era Rusia la única garantía para la vida de los 120 mil habitantes de Artsaj?
¿Qué futuro pensó Pashinian para los armenios de Artsaj como ciudadanos de Azerbaiyán? ¿Negoció alguna vez con Aliyev las condiciones de vida y el respeto de los derechos de los armenios, teniendo en cuenta que a lo largo de este año hubo varios encuentros entre los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán en Washington y Bruselas?
Si está por firmar la paz con Azerbaiyán, reconociéndose mutuamente la integridad territorial de las dos repúblicas -la de Azerbaiyán, con Karabaj incluida-, quiere decir que jamás negoció nada que resultara favorable para Armenia y el pueblo armenio: en Bakú siguen detenidos los prisioneros de guerra arrestados luego de la firma del cese de fuego y ahora Azerbaiyán mantiene detenidos a varios gobernantes y jefes militares de Artsaj, a quienes acusa de terrorismo, separatismo y muchas barbaridades más. ¿Qué negoció y qué negocia Pashinian? ¿O para él también los representantes del pueblo de Artsaj son terroristas?
¿Avanzar en la convivencia o azuzar enemistades y mantener conflicto?
Ayer arribó a Ereván la Ministra de Relaciones Exteriores de Francia, Catherine Colonna, quien fiel a la historia colonialista francesa, vende una imagen amigable y humanista, mientras al mismo tiempo avanza es satisfacer sus apetencias imperiales...
"Me gustaría declarar públicamente que Francia ha acordado celebrar un futuro contrato con Armenia, que le permitirá suministrar equipo militar a Ereván para que pueda garantizar su defensa. Por ahora no puedo dar información más detallada", dijo la jefa de la diplomacia parisina, dándonos un adelanto, quizás, del proyecto occidental de cómo convertirán a Armenia en una "nueva Ucrania".
"El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán debe ser resuelto por los países de la región, sin la participación de actores externos", le dijo en Teherán el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian, al Secretario del Consejo de Seguridad de Armenia, Armén Grigorian.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, sostuvo, con razón, que "la Unión Europea se ha desacreditado completamente como mediadora", haciendo referencia no sólo a su participación en el conflicto Kosovo, en los Balcanes, sino también en el Cáucaso (Armenia, Artsaj). "Allí también hicieron grandes promesas, pero no hicieron nada más que provocaciones, que llevaron a la detonación de la situación, que podría y debería haberse resuelto de manera jurídica y política, teniendo en cuenta todas las características históricas de la situación", enfatizó Zajárova, haciendo mención a lo sucedido en Transcaucasia.
"Recibimos información de que algunos residentes de Karabaj están pensando en regresar, si se crean las condiciones para ello y se garantiza su seguridad", dijo la diplomática rusa, añadiendo que de ser así, la Federación de Rusia "brindará la asistencia necesaria para el cumplimiento del proceso de retorno", manteniendo contacto con la parte azerbaiyana.
El representante del presidente de Azerbaiyán para misiones especiales, Elchin Amirbekov, dijo que los residentes de Nagorno-Karabaj, que abandonaron la región después del último ataque azerbaiyano y la capitulación del gobierno local, podrán regresar a sus hogares. Resulta muy difícil para quienes tuvieron que huir de su territorio, creer en la palabra de un gobierno que sigue sembrando en su gente odio y discordia hacia los armenios.
Ayer a última hora, varios medios armenios publicaban la noticia de que "Bakú nombró a Sarkis Galstian, ahijado del ex presidente Bakó Sahakian, como jefe municipal de Azerbaiyán en Stepanakert". Sarkís Galstian fue director del hotel "Avan Plaza", de Shushí y su sobrino, David Galstian, fue jefe del bloque de diputados del Partido Justicia en la asamblea Nacional de Artsaj.
Hasta el cierre de esta nota, nadie había desmentido la información, por lo que todo indica que varias historias paralelas se desarrollan mientras en pueblo armenio, Armenia y Artsaj definen su destino.
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