En Buenos Aires se festejó el 102° aniversario de Armenia Soviética
Organizado por la Unión Cultural Armenia y su Juventud (Juca), el acto fue el pasado martes 29 de Noviembre en la Casa de la Cultura Armenia.
Redacción NOR SEVAN
El martes 29 de noviembre, la Casa de la Cultura Armenia se vistió de fiesta para celebrar el 102° aniversario de la creación de la República Socialista Soviética de Armenia, que, a la vez, significó el inicio del camino hacia la liberación nacional y social del pueblo armenio. Y se festejó a salón lleno. Hombres y mujeres que siguen manteniendo en alto no sólo las banderas de paz, justicia, solidaridad y confraternidad entre los pueblos, sino que también luchan a diario enfrentando las injusticias, resistiendo los atropellos e intentando aportar a la construcción de un mundo nuevo, socialista, le dieron color y calor a otra inolvidable jornada en la sede de la UCA.
Representantes de distintas instituciones de la colectividad armenia, compañeros y amigos de otras colectividades y de organizaciones políticas y sociales del ámbito nacional, acompañaron con su presencia la iniciativa de la Unión Cultural Armenia y su Juventud, que se repite los 29 de noviembre de cada año.
La conducción del evento estuvo a cargo de los compañeros Iván Bisceglia Lomlomdjian y Adriana Cámara Kasbarian, quienes luego de brindar la bienvenida, invitaron a los y las presentes a entonar los himnos nacionales de la República Argentina y de la República Socialista Soviética de Armenia.
La actividad comenzó con la entrega de los diplomas a los nuevos Socios Honorarios de la Unión Cutlural Armenia. La compañera Kasbarian explicó a los presentes el significado institucional de estos nombramientos y algunas de las razones que motivaron la elección de los compañeros homenajeados en esta oportunidad. A lo largo de las décadas, fueron declarados Socios Honorarios aquellos compañeros y compañeras que integraron alguna de las distintas comisiones o frentes de trabajo institucional, otros que como socios aportaron al sostenimiento de la actividad diaria y también aquellos que con su presencia y participación fortalecieron la UCA y contribuyeron a la difusión de nuestras propuestas.
Recibieron la distinción de Socios Honorarios de la Unión Cultural Armenia los compañeros Carlos Agaya -histórico militante de nuestra organización y dirigente del barrio de Flores-, Gregorio Hairabedian –Personalidad Destacada en Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, precursor del Juicio por la Verdad contra el Estado turco-, José Deokmetjian –integrante del Consejo Profesional Armenio Argentino, cofundador del Consejo Armenio Argentino de la Paz y de la Asamblea Interinstitucional Armenia- y Ara Akopian –último Cónsul en Argentina de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y primer encargado de negocios de la Embajada de la República de Armenia-.
Emotivas y sentidas palabras tuvieron para con la organización los nuevos Socios Honorarios José Deokmetjian y Carlos Agaya, y las compañeras Maia Akobian y Beatriz Hairabedian, quienes recibieron el diploma en representación de Ara Akobian y Gregorio Hairabedian.
“Vaya paradoja. Somos nosotros quienes recibimos una distinción cuando en realidad deberíamos entregársela nosotros a ellos por todo lo que están haciendo en momentos tan difíciles y especiales”, dijo Carlos Agaya, provocando un cerrado aplauso de aprobación por parte de los presentes.
“Aunque no lo crean, estoy nervioso como pocas veces. Pero me siento orgulloso de que esta institución me nombre su socio honorario y que esta distinción coincida con la de mi varbet (maestro) Coco Hairabedian”, expresó emocionado José Deokmetjian.
Finalizada la ceremonia dedicada a los nuevos Socios Honorarios, se dio por iniciada la entrega de las máximas distinciones institucionales a los colectivos y personas que se destacan en la militancia política, social, cultural y artística en nuestra colectividad, en otras colectividades y en el ámbito nacional e internacional.
“Hace más de dos décadas atrás, nuestra institución decidió imponer la Mención Simón Yogurtjian para reconocer y premiar la labor desinteresada y la trayectoria de aquellos hombres y mujeres que decidieron donar una parte importante de sus vidas a la actividad social y política en nuestra colectividad, y también a quienes se destacaron y destacan en otras colectividades y en el ámbito nacional”, dijo Iván Bisceglia Lomlomdjian, dando inicio a la entrega de las Menciones Simón Yogourtjian y Arturo Kouyoumdzian.
“Cuando sufrimos el duro golpe de la partida temprana de nuestro querido compañero Arturo Kouyoumdzian, consideramos que una de las formas de perpetuar su nombre, la importancia que tuvo su canto para muchas generaciones y transmitirlo a las venideras, era instaurar las Menciones Arturo Kouyoumdzian para expresarle nuestra gratitud a los militantes de la Cultura y el Arte por su actividad y dedicación, por su contribución al mantenimiento de los valores identitarios armenios y a los principios de la paz y la amistad entre los pueblos”, agregaron los conductores de la velada, completando la informaciones sobre las máximas distinciones institucionales.
Entrega Menciones Simón Yogourtjian
En esta oportunidad, la Mención Simón Yogourtjian a la trayectoria y destacada militancia político-social le fue entregada a Carlos Agaya y a Iris Pereyra de Avellaneda.
Carlos Gregorio Agaya, hijo de inmigrantes armenios, se crió en el seno de la comunidad de Flores. Sus padres fueron fundadores del Colegio Arzruní y de la Iglesia Santa Cruz de Varak.
Profesor de Matemática y Física, en el ámbito nacional, en 1974 se hizo cargo de la conducción de la Universidad Tecnológica Nacional de General Pico. Junto a varios compañeros, comenzó un trabajo intensivo de transformación, crecimiento de la matrícula, incorporación de profesores locales y becas de estudio a los estudiantes. Estuvo en el cargo hasta enero de 1975, cuando fue expulsado y detenido ilegalmente.
El 23 de marzo le comunicaron que tenía la orden de ser detenido por un decreto presidencial que lo ponía a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Carlos fue enviado a Santa Rosa. Fue retenido y trasladado a la cárcel de Devoto. Días después lo cargaron en un avión y lo llevaron a la cárcel de Resistencia, Chaco. Estuvo pocos días y luego lo trasladaron al penal de Rawson. Todos en malas condiciones de detención. Finalmente lo liberaron el 29 de junio del 76.
En el ámbito comunitario, se destacó por su militancia en en la sede Flores de la UCA. Además, tuvo una labor muy destaca en el Colegio Armenio Arzruní, impulsando diferentes proyectos deportivos, entre ellos el ajedrez. Desde el aula, al frente de una clase o en las calles, Carlos Gregorio Agaya dedicó su vida a lucha por la memoria, la verdad y la justicia, por la paz y amistad entre los pueblos.
“La entrega de la Mención Simón Yogourtjian a Carlos Gregorio Agaya es un homenaje a una personalidad destacada por su trayectoria académica y política, que lo ha convertido en un infaltable como educador y compañero de lucha”, aseguraron desde la Unión Cultural Armenia.
Junto a Carlos Agaya, fue reconocida también la trayectoria y la lucha de Iris Pereyra, quien nació en 1940 en la provincia de Entre Ríos. Cuando tenía 18 años de edad, conoció a quien sería no sólo su compañero de militancia, sino también de vida: Floreal Avellaneda, un joven delegado sindical de la fábrica metalúrgica TENSA.
En 1976, a poco más de tres semanas del golpe de Estado, un grupo de tareas del Ejército irrumpió en su casa. La patota de la dictadura, secuestró a Iris y a Floreal hijo, de 15 años, quien militaba en la Federación Juvenil Comunista y era llamado cariñosamente “El Negrito”. Tanto Iris como el Negrito Avellaneda fueron torturados en la comisaria de Villa Martelli y luego en el centro clandestino de detención “El campito”.
Dos semanas después, trasladaron a Iris a la cárcel de Olmos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Su hijo, sufrió un destino diferente: el cuerpo del Negrito Avellaneda fue encontrado en la costa de Uruguay el 14 de mayo de 1976. Floreal hijo representa la víctima más joven de los “vuelos de la muerte’’.
Iris salió en libertad en 1978 y estaba decidida a encontrar a su hijo, de quien no había tenido noticias durante su tiempo cautiverio.
En 1985, Iris fue una de las víctimas sobrevivientes que brindó su testimonio en el juicio a las juntas militares, particularmente en la denominada “Causa 13”. Su palabra, al igual que la de otros centenares de víctimas que prestaron declaración, fue clave para que el “Nunca Más” se convierta en bandera del pueblo argentino.
Iris es la actual presidenta de la Liga Argentina por los Derechos Humanos y fue una de las impulsoras de la creación de la “Comisión de sobrevivientes, familiares y compañeros de Campo de Mayo”. En diciembre del 2020 obtuvo el premio “Azucena Villaflor” en reconocimiento a su lucha por los Derechos Humanos.
“Iris es un ejemplo para toda nuestra institución, porque dedicó su vida a hacer realidad la consigna Memoria-Verdad-Justicia. Iris es una antimperialista inquebrantable que sigue creyendo y luchando por la paz y la amistad entre los pueblos”, enfatizaron desde la UCA, antes de hacerle entrega de la Mención Simón Yogourtjian.
“Muchas gracias compañeros este premio reconocimiento es para mi una caricia al alma. Estoy muy emocionada. Recibir esta mención por los compañeros de la Unión Cultural Armenia es un logro de muchos años de lucha contínua, que lo he hecho con amor y responsabilidad. Hoy soy se lo debo a mi querida finada suegra Florinda, que fue la que me educó y me hizo lo que hoy soy: una aguerrida militante Comunista y de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, organización tan querida y que muy prontito cumplirá 85 años. Con el compromiso de seguir luchando mucho más, por los 30.000 compañeros desaparecidos, ¡PRESENTES! ¡Ahora y Siempre! Hasta la Victoria Siempre, queridos compañeros y compañeras”, dijo una emocionada Iris Avellaneda dirigiéndose a los presentes.
Entrega Menciones Arturo Kouyoumdzian
En esta oportunidad, la entrega de Menciones Arturo Kouyoumdzian sirvió para exteriorizar las relaciones fraternales que unen a la UCA con dos colectivos nacionales muy cercanos a los sentimientos del pueblo armenio: el ruso y el palestino.
Décadas luchando y trabajando juntos, fueron forjando indestructibles lazos entre los miembros de la Unión Cultural Armenia y los de ambas colectividades hermanas. Esos lazos se traducen en incontables manifestaciones de solidaridad activa mutua y de proyectos artístico-culturales comunes concretados.
Recibieron las Menciones Aruro Kouyoumdzian el Conjunto Palestino de Danzas Yabal Al Zaitun y el Ballet de Danzas Vecherinka del Club Social y Cultural Nicolás Ostrovsky.
“En 2018, la Embajada de Palestina en Argentina fundó un conjunto de danzas para combatir el negacionismo, que en este caso ha establecido por décadas el colonialismo y apartheid israelí a las y a los palestinos. Dabke contra el robo de tierras a Palestina por parte del ejército de ocupación israelí, Dabke por el derecho al retorno de los millones de refugiados palestinos y palestinas. Para conmemorar también a los mártires, al son del ¡Yallah!, ¡Yallah! En el día de la solidaridad internacional con el pueblo palestino, hacemos entrega de la Mención Arturo Kouyoumdzian al Conjunto de Danzas Folklóricas Palestinas Yabal Al Zaitun”, anunciaron los maestros de ceremonia, invitando a los miembros del grupo palestino a recibir la Mención de manos de los miembros de la UCA.
Por su parte, el director del Conjunto Yabal Al Zaitun, Christian Antonio Abugattas, le hizo entrega al presidente de la Unión Cultural Armenia, compañero Adrián Lomlomdjian, de una kufiya palestina (pañuelo palestino), simbolizando los sólidos lazos de hermandad que unen a palestinos y armenios.
Seguidamente, recibió la distinción el Ballet Vecherinka, cuyo repertorio está conformado por danzas rusas, ucranianas y bielorrusas. Desde 1962 lleva adelante una importante e intensa actividad en Lanús, donde funciona la sede social del club. Durante todos estos años, cientos de bailarines y bailarinas pasaron por las filas del Ballet, llevando la danza de los pueblos hermanos a distintos puntos del país.
En decenas de oportunidades, Vecherinka y Kaiane -representando a instituciones hermanas como lo son la UCA y Ostrovsky- compartieron escenario y actividades. Este año, en el marco de su 60°Aniversario, la Unión Cultural Armenia reconoció la actividad y la trayectoria del Ballet Vecherinka haciéndole entrega de la Mención Arturo Kouyoumdzian.
El acto cívico concluyó con las palabras del presidente de la UCA, Adrián Lomlomdjan, quien habló del significado del 29 de Noviembre de 1920 para el pueblo armenio, de los logros del socialismo, de la paz y la hermandad entre los pueblos como objetivos básicos, de la solidaridad incondicional con la lucha por la justicia y la verdad histórica, y también del presente y futuro institucional.
Para finalizar, los presentes fueron agasajados con un vino de honor.
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