Cuando la Primera República de Armenia quedó reducida a diez mil kilómetros cuadrados
Durante el gobierno encabezado por Alexander Miasnikian de la Armenia Soviética se logró recuperar territorios perdidos y llegar a una extensión de casi treinta mil kilómetros cuadrados.
Por Adrián Lomlomdjian
Muchos de quienes están leyendo este escrito, seguramente están convencidos que "los comunistas entregaron territorios armenios", tal cual vienen asegurando -desde que tenemos uso de razón- los inmaculados de la vida política armenia, aquellos quienes se autoproclaman dueños de todas las victorias y se lavan las manos ente cada fracaso, error u horror.
Son los mismos que aún hoy, con la historia como mejor testigo y prueba, insisten en hacernos creer (y algunos aún lo hacen) que la Primera República Armenia (1918-1920) fue casi el paraíso y la Segunda República Amenia, la Socialista Soviética (1920-1990) fue algo así como una cárcel a cielo abierto, una verdadera desgracia para el pueblo armenio.
Y lo dicen sin siquiera ponerse colorados. Aunque tampoco se ruborizan cuando se les recuerda que apoyaron a los nazis en su avanzada contra la Unión Soviética y que encima crearon batallones armenios al servicio de las SS, todo, porque los fascistas les habían prometido "liberar Armenia del yugo bolchevique" y permitirles crear allí una Armenia libre e independiente bajo administración nazifascista.
Hay mucho para contar, ya que en las comunidades de la diáspora, gran parte de la historia armenia de los últimos 150 años nos fue presentada tergiversada o con muchos aspectos ocultos, tratando de adecuarla a los intereses sectoriales de la Federación Revolucionaria Armenia Tashnagtsutiún (FRA), partido político esencialmente anticomunista, antisoviético y antirruso, que a lo largo de su historia llegó a importantes acuerdos de trabajo (acción política) con los jóvenes turcos, el zarismo y los contrarrevolucionarios rusos, con los mencheviques georgianos y los musavatistas azeríes, con el fascismo alemán, con el imperialismo norteamericano y otros actores de la vida política internacional.
Sin embargo, esta nota estará dedicada al tema territorial, tan presente ahora en todos nosotros debido, principalmente, a los últimos acontecimientos que se sucedieron en Armenia y Artsaj.
Si bien hubo varios intentos entre los años 1918 y 1920 para incorporar los territorios de Zanguezur, Artsaj y Najicheván a la Primera República, no se logró de manera efectiva establecer el poder administrativo del gobierno armenio sobre esos territorios. El General del Pueblo, Antranig Ozanian, Tro y Njteh, entre otros, hicieron varios intentos desde lo militar, pero quedaron siempre como "territorios en disputa", cuya pertenencia debía resolverse, según las potencias occidentales y Turquía, en la próxima "conferencia internacional". Mientras que los revolucionarios de la región, encabezados por los bolcheviques, aspiraban a triunfar en sus respectivos países a fin de resolver la cuestión sobre la base de la paz y la amistad entre los pueblos.
Y así como están estos testimonios de la historia, también hay muchos otros que nos van a ayudar a reinterpretar el pasado basándonos en la realidad de los hechos, y no en la interpretación que hacen de lo sucedido, adaptándolo a los intereses de tal o cual corriente política. Y así, varios se darán cuenta, que mucho de lo que afirmaron y repitieron de manera sistemática a lo largo de las décadas, no fue ni es como se sigue presentando. Veamos algunos de los acontecimientos que precipitaron la caída del gobierno tashnagtsagán y el triunfo de la revolución socialista en Armenia.
Primera República de Armenia, 30 de octubre de 1920: Las tropas turcas (numéricamente inferiores) entran y ocupan la ciudad de Kars, casi sin que el ejército armenio ofreciera resistencia. Según datos oficiales del gobierno de entonces, encabezado por el primer ministro tashnag H. Ohanchanian, de archivos de Estado y trabajos presentados por varios investigadores, alrededor de 3.500 personas murieron por la acción de los invasores, casi 2.000 armenios (en su mayoría soldados) fueron tomados prisioneros y enviados a Erzrum, y otros más de 2.000 armenios huyeron hacia Alexandrapol (Leninagán, hoy Guiumrí), Ereván o Tiflis. Según el historiador y periodista Tatul Hakobian, “el 30 de octubre de 1920, cuando los kemalistas ocuparon Kars, la población armenia local y el ejército armenio huyeron presas del pánico hacia Alexandropol. Aproximadamente 2.000 armenios fueron hechos prisioneros, incluidos los generales Pirumian, Araratian, Ghazarian, el coronel Vekilian, el hijo del primer primer ministro Hovhannes Kajaznuni, uno de los ministros armenios Artashés Babalian y Karekín Hovsepian, que más tarde se convirtió en los Católicos de la Gran Casa de Cilicia”.
El 7 de noviembre de 1920, el mismo gobierno encabezado por Ohanchanian de la FRA no logró organizar la defensa de la segunda ciudad armenia, Alexandrapol, que también casi sin resistencia pasó a ser ocupada por el ejército turco. Sólo en una semana, el gobierno de la primera República de Armenia perdía la segunda y tercera ciudad del país, Kars y Alexandrapol, que cayeron en manos de Turquía. Pero esto no es todo.
El 13 de noviembre de 1920, la hasta ese momento región neutral de Lorí, en disputa con la vecina Georgia, fue ocupada por el gobierno menchevique sin que el gobierno armenio pudiera impedirlo.
Y esta zaga finaliza la noche del 2, madrugada del 3 de diciembre de 1920 con el tratado de paz de Alexandrapol entre el Gobierno de la República de Armenia y el Gobierno de la Gran Asamblea Nacional de Turquía. Por Armenia lo firmaron Jadisian, Guiuljandanian y Korghanian, y por Turquía Kazim Karabekir Pashá, Hamid Bey y Suleiman Bejadi Bey. Fue firmado como resultado de la derrota del lado armenio en la guerra turco-armenia de 1920, constaba de 18 artículos y dos copias, en armenio y turco.
¿Por qué este Tratado fue vergonzoso para Armenia?
Porque fue firmado por un gobierno en retirada, dispuesto a entregar el control del país a los turcos, a los que preferían antes que al socialismo. Por eso, el tratado fue firmado cuando el Comité Revolucionario de Armenia (encabezado por el Partido Comunista) ya había declarado al país República Socialista y Soviética y avanzaba hacia Ereván.
El gobierno encabezado por el tashnagtsutiún dejaba el poder firmando ese vergonzoso tratado y Armenia quedaba reducida aproximadamente a sólo diez mil kilómetros cuadrados. Pero claro, a muchos le contaron otra historia: "Los comunistas -armenios, rusos, de todas las nacionalidades- entregaron territorio y por eso Armenia lo perdió casi todo"…
Pero lo reitero una vez más. Como señalé antes, a pesar de los intentos realizados entre 1918 y 1920, jamás se pudieron incorporar a Armenia los territorios de Zanguezur, Artsaj y Najicheván. Para colmo, la primera república perdió el control de Kars, Lorí y Alexandrapol. Y en diciembre de 1920 se firmó el Tratado en esta última ciudad, donde el gobierno de la FRA-Tashnagtsutiún reconoció a Kars y Sumarlú como parte de Turquía (casi 21 mil kilómetros cuadrados), y los distritos de Najicheván, Sharur y Shahtakht temporalmente bajo la administración turca.
¿Y qué pasó a partir del 29 de noviembre de 1920, cuando triunfó la revolución socialista en Armenia?
Pasaron muchas cosas, entre ellas, que los comunistas armenios lograron recuperar Zanguezur, Lorí y Alexandrapol, transformado esa pequeña porción de territorio en casi treinta mil kilómetros cuadrados. Y además, lograron mantener Najicheván dentro del territorio de la Unión Soviética, como República Autónoma dependiente de la R.S.S. de Azerbaiyán, y lograron que Artsaj (Nagorno-Karabaj) dejara de ser territorio de la República de Azerbaiyán, como lo fue "de facto" (con la complicidad de Gran Bretaña) entre 1918-1920, para convertirse en una Región Autónoma administrativamente dependiente de la R.S.S. de Azerbaiyán.
Cada quien podrá hacer sobre esta historia su propio análisis, profundizar en la investigación y el conocimiento de los hechos y los contextos, y formar su propia opinión. Pero queda claro que los comunistas armenios lejos estuvieron de entregar territorios propios, como si lo hicieron -antes y ahora- quienes se llenan la boca con consignas nacionalistas, pero que también -antes y ahora- llevaron al pueblo armenio hambre, miseria, desocupación, caos, opresión y explotación de la más variada.
Comments