Bajo un lluvia torrencial, la comunidad armenia de Buenos Aires marchó por la paz en Artsaj

Organizado por las Instituciones Armenias de la República Argentina, cientos de personas marcharon desde la Facultad de Derecho de la UBA a la residencia del Embajador de Turquía. "Los armenios en Artsaj hoy resisten a la expansión neo-otomana", expresaron.

Redacción NOR SEVAN

A pesar de la intensa lluvia, la comunidad armenia de Buenos Aires marchó hoy a la residencia del Embajador de Turquía para exigir el cese a las hostilidades contra Armenia y Artsaj. La movilización fue convocada por las Instituciones Armenia de la República Argentina (IARA).

La marcha comenzó en la Facultad de Derecho de la UBA, como en las tradicionales convocatorias del 24 de abril. Cientos de personas, bajo una lluvia torrencial y al grito de "Hayastán" (Armenia), "Armenia es Artsaj" y "Haghtelu enk" (venceremos), partieron hacia la casa del embajador del Estado turco.

Frente a la residencia, el archimandrita Aren Shahinian hizo una oración en conmemoración para quienes cayeron en el frente de batalla. Después, Horacio Terzian, como representante de la IARA, y Hasmik Tomassian, como representante de los y las Jóvenes de la Comunidad Armenia de Buenos Aires, leyeron el comunicado de la colectividad en español y armenio respectivamente.

"Desde el 27 de septiembre Azerbaiyán ha empezado una amplia ofensiva a lo largo de las fronteras de la República de Artsaj. La ofensiva se ha concentrado en el norte y en el sur, pero desde el inicio de la guerra la infraestructura incluyendo suministros de agua, electricidad y hospitales, las ciudades y la población civil en Martuní, Shushí y, en particular, la capital Stepanakert y otras urbes, han sido blancos de bombardeos salvajes por artillería, misiles, aviones y drones. Azerbaiyán ha utilizado bombas de racimo compradas de empresas israelíes", empezó el discurso.

"Pero esta guerra no hubiera durado tantos días y, como en 2016 y en julio pasado, el enemigo azerí hubiera sido disuadido enseguida por las fuerzas de defensa armenias, si no fuera por el involucramiento directo del Hermano Mayor, el usurpador de territorios ajenos, el negador del derecho de existencia de otros pueblos, el violador de derechos humanos en su propia tierra. Nos referimos a Turquía y a su sultán Recep Tayyeb Erdogán que en julio prometió 'terminar en el Cáucaso el trabajo de nuestros antepasados'", continuó.

La IARA alertó sobre el expansionismo turco en la región: "Si logra Turquía instalarse en el Cáucaso la amenaza no será solo de un nuevo genocidio de los armenios; se renovará la ofensiva contra los kurdos, se activarán los islamistas y otros mercenarios a cargo de Erdogán en el Líbano y Siria para reforzar y acelerar la descristianización del Medio Oriente".

"Turquía y Azerbaiyán amenazan la paz mundial, y los armenios en Artsaj hoy resisten a la expansión neo-otomana, como hicieron los austríacos en Vienna en 1638 cuando pararon el avance de los antepasados de Erdogan hacia Europa, salvaron la civilización de la barbarie, la profanación de otras Hagia Sofía en tierra cristiana; como hicieron los y las valientes combatientes kurdos y kurdas en Kobane en 2015 parando la ofensiva de las hordas del ISIS apoyadas por los militares turcos; pero sobre todo como los armenios unidos que en Bakú en agosto-septiembre de 1918 resistieron al avance de la coalición de fuerzas turco-azeríes bajo el comando el Nuri Pasha", agregaron.

"Esta no es una simple guerra; esta es una nueva amenaza de genocidio, es el intento de una nueva usurpación del territorio armenio, es el proyecto panturquista en marcha. Esta guerra terminará con la victoria: ¡¡¡el reconocimiento internacional de la República de Artsaj!!!", cerró el discurso.

De la concentración participaron Carlos Varty Manoukian (Centro Armenio), Adriana Kasbarian (Unión Cultural Armenia), Sergio Nahabetian (Asociacion Cultural Tekeyan), Rubén Kedikian (Unión General Armenia de Beneficencia) y Eduardo Costanian (Asociación Cultural Armenia), entre otros dirigentes comunitarios.