Bienvenidos compañeros Garo Paylan y Ebru Günay
La llegada de los diputados Paylan y Günay del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) es un acontecimiento histórico y abre una nueva etapa en nuestra lucha y nuestros quehaceres cotidianos como parte de la comunidad armenia de la Argentina, y también a nivel nacional.
Dos diputados de la Asamblea Nacional de Turquía, uno de origen armenio y la otra de origen kurdo, recorren esta parte de América Latina, haciendo conocer su ardua y riesgosa lucha por convertir a su país en una república confederada, donde las distintas nacionalidades que la habitan convivan en paz y solidaridad, desarrollando una sociedad de nuevo tipo, sin explotación de ninguna índole.
“La causa de los pueblos es una sola”, sostenemos desde la Unión Cultural Armenia, exponiendo sin ambigüedades una posición política, que expresa nuestra elección en la vida, que transforma la solidaridad y la lucha contra la opresión, por la paz, la igualdad y la solidaridad entre los pueblos, en pilares fundamentales de nuestro accionar dentro y fuera de la colectividad armenia.
Claro que para quienes tenemos descendencia armenia, la llegada de Garo Paylan tiene matices que la convierten en algo especial, no sólo por lo que significa la presencia de un diputado armenio en Turquía, sino porque este integra un partido político popular, de izquierda, cuyo proyecto fundacional y sus objetivos van mucho más allá de las reivindicaciones particulares -históricas o presentes- de los armenios o de cualquier otra minoría nacional, religiosa, de género o social.
Durante la última década, nuevas aristas y nuevos/nuevas actores se han incorporado a lo que todos conocemos como “causa armenia”, que palabras más, palabras menos, contiene las demandas de los armenios que habitaron -por miles de años- las provincias, ciudades y pueblos de la Armenia Occidental, y que sufrieron el genocidio, se vieron despojados no sólo del derecho a seguir viviendo allí, sino que también, además de ser víctimas de matanzas masivas, sufrieron el saqueo de sus pertenencias y propiedades, y la destrucción de su patrimonio histórico y cultural.
A más de un siglo, la nueva configuración internacional y la situación actual en los territorios que habitaron nuestros antepasados, entre otras cuestiones, nos obligan a tener en cuenta esta nueva realidad a la hora de referirnos a la “causa armenia”. Y tener en cuenta lo nuevo no es otra cosa que redefinir objetivos y formas.
Pero la redefinición no es cuestión de una nota de opinión o un debate de ideas, sino de un proceso colectivo donde comencemos a escuchar y a escucharnos, a realizar planteos (todos, aunque para algunos suenen ilógicos o fuera de lugar), propuestas, un proceso que incluye informarnos y formarnos, investigar para conocer más sobre la historia y el presente, y también interiorizarnos sobre las opiniones de quienes hoy son actores y juegan un rol protagónico en Estambul o en los territorios de la actual Anatolia turca.
Sin lugar a dudas, la visita de Paylan y Günay, sus intervenciones y el contacto con miembros de las distintas instituciones, contribuirá a avanzar por este nuevo camino, particularmente, importante para las nuevas generaciones.
Hace varios años, algunos sectores comunitarios empezamos a visualizar que había una realidad mucho más amplia y abarcadora que la existente hasta ese momento -al menos, para nosotros-, en lo referido al genocidio armenio y a lo que se desprende del mismo.
La Unión Cultural Armenia fue uno de esos espacios donde quienes lo integramos y sostenemos, entendimos que había algo más, y comenzamos a leer, investigar, analizar, estudiar, conocer, intercambiar opiniones con quienes pensaban similar o de una forma diametralmente opuesta.
Fue así como abrimos ante nosotros una realidad que ya existía, pero que por distintas razones .-algunas de ellas, responsabilidad exclusiva nuestra- no formaba parte de nosotros y nuestra lucha.
La incorporación de la UCA al Comité de Solidaridad con el Pueblo Kurdo, las actividades conjuntas, las reuniones y encuentros bilaterales, la llegada del militante e intelectual Ragip Zarakolu y de otros, el establecimiento de relaciones de trabajo -basadas en acuerdos ideológicos y políticos- con el Movimiento Nor Zartonk de los armenios de Turquía, nuestro viaje institucional a Estambul y las relaciones establecidas allí con miembros de la minoría armenia y con militantes de distintas nacionalidades, son algunos de los hechos que podemos destacar en esta dirección y que nos tuvieron como protagonistas.
Como parte y continuidad de este proceso, y ya como prueba palpable de que hay otros sectores comunitarios transitando el mismo camino, el Centro Armenio decidió dar este paso y hacer realidad la presencia de estos dos luchadores, que junto a millones, en Turquía, avanzan en la misma dirección que nosotros.
Recibirlos, abrazarlos, escucharlos, interpretar sus dichos y su lucha teniendo en cuenta su realidad, demostrarles nuestra solidaridad y apoyo para que sepan que no están solos en la lucha contra la maquinaria negacionista y represora del Estado turco. Eso será lo que haremos durante su vista. Nada distintos a lo que venimos haciendo a diario, al menos desde la Unión Cultural Armenia.
“La causa de los pueblos es una sola”. Y aquí están Garo y Ebru para demostrarnos la certeza de esa guía para la acción.
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