Declaración del Centro Armenio: "Es importante apoyar la agenda de paz de Armenia"

Texto completo de la declaración del Centro Armenio de Argentina emitido hoy sobre el cese del fuego alcanzado entre Azerbaiyán y Armenia.

El cese de fuego alcanzado ayer tras el ataque de Azerbaiyán sobre territorio soberano armenio, confirmado oficialmente por autoridades de Armenia, trae algo de alivio. Sin embargo, teniendo en cuenta los antecedentes de 2020, no es completamente de fiar, sino para seguir alertas.

Estamos ante una autocracia azerbaiyana xenófoba que miente descaradamente, no respeta la palabra, los acuerdos firmados ni el derecho internacional.

La última agresión militar ha traspasado todos los límites, violando incluso la Carta de las Naciones Unidas. Frente a ello, por solicitud de Armenia, acaba de reunirse el Consejo de Seguridad de la ONU, donde de manera algo remanida se planteó más o menos el siguiente esquema: Armenia expuso los hechos y la violación a su integridad territorial, la representación azerí incurrió en abiertas falsedades, arguyendo que los ataques fueron iniciados desde el lado armenio, y las demás naciones instaron a deponer las armas y retomar las negociaciones por carriles diplomáticos. Nada nuevo bajo el sol.

¿No se preguntan, los brillantes diplomáticos allí sentados, por qué Armenia habría de atacar en su frontera oriental a Azerbaiyán, siendo que esos ni siquiera son territorios en disputa por el conflicto de Artsaj, y que hace dos años solicitó un acuerdo de paz con la mediación de Rusia debido a la devastadora consecuencia de la guerra?

Está claro entonces que seguir apelando a la sensibilidad de la comunidad internacional no es una opción confiable.

Hace poco, al verse desprovista del gas ruso debido al conflicto de Ucrania, la Unión Europea firmó un acuerdo con el régimen autoritario, corrupto y putrefacto del azerbaiyano Ilham Aliyev, que está muy por detrás de Rusia en términos de democracia, libertad de prensa, derechos humanos y libertades civiles, para recibir ese preciado recurso. ¿Cuánto peso tendrán algunos kilómetros cuadrados armenios o los derechos y la vida de nuestros soldados y compatriotas para estos señores europeos frente al problema de abastecimiento que se les avecina en vísperas del crudo invierno europeo? “Sangre armenia por petróleo y gas”, podría ser la fórmula empleada para rubricar un acuerdo con la vetusta dictadura azerí de treinta años de Aliyev padre e hijo.

Armenia no dispone de petróleo ni gas. En la actualidad, sola no puede militarmente hacer frente al tándem turco-azerí. Quedó demostrado dolorosamente en 2020. De la comunidad internacional no se puede esperar mucho.

Por eso, es importante apoyar la agenda de paz de Armenia, a pesar de sus dificultades. Es el único camino posible en la actualidad. Hacer planteos patrioteros y belicosos a kilómetros de distancia puede ser muy peligroso para la integridad ya de toda Armenia y para la gente que se encuentra allí, que sólo quiere vivir en paz.

Con lo único que podemos contar de manera certera es con el valor, la inteligencia y la creatividad del pueblo armenio y su juventud. Vaya que no es poco. Esa es la garantía de nuestro triunfo, del futuro y de la paz.

Pobre de aquellos que sólo cuentan con recursos agotables y con el poder de las armas.