Markar Sedrakian, el "varbed" que dio a conocer al mundo el coñac armenio
Nació en Van y sobrevivió al genocidio. Décadas más tarde, desarrolló una nueva tecnología para la producción de bebidas alcohólicas en la Armenia Soviética y en toda la URSS.
Por Alejandro Budano Serverian
Markar Sedrakian fue un experto en coñac. El gran catador desarrolló una nueva tecnología para la producción de esta bebida alcohólica en la Armenia Soviética y en toda la URSS. Gracias a su arduo trabajo y destacada habilidad, es que el hoy llamado brandy armenio le debe su singularidad y popularidad.
Nació en 1907 en el pueblo Jarkonis de Van en el antiguo Imperio Otomano. Sus padres fueron victimas del genocidio de armenios y terminó en un orfanato, donde recibió su educación primaria. Tiempo más tarde, ya en la República Socialista Soviética de Armenia, se graduó en el Instituto Agrícola de Ereván en 1930.
En 1937, creó su primer coñac llamado "Jubileo" e inmediatamente se convirtió en el primer premium de toda la Unión Soviética. Mas tarde, en 1940, inventó el famoso "Armenia". Durante su vida, Sedrakian realizó aproximadamente quince tipos de coñac, incluidos los famosos "Ararat" y "Nairi".
En 1940, el joven Sedrakian ya era considerado el mejor catador de brandy en la Unión Soviética, convirtiéndose en el ingeniero-tecnólogo jefe de la Fábrica de Brandy de Ereván.
Sin embargo, la historia más interesante de su coñac armenio está relacionada con la creación de la marca "Dvin" en plena Gran Guerra Patria, que con el tiempo se convirtió en la bebida favorita del primer ministro británico Winston Churchil.
En 1942, cuando se equipó una expedición exploradora soviética rumbo al Polo Norte, cada República de la URSS ayudaba con lo suyo: los bielorrusos con ropa de abrigo, los ucranianos con manteca de cerdo y los armenios con coñac. Aún se conserva una vieja foto del archivo del diario "Pravda" donde se ve los barriles donados, pero el frío era tan intenso que con una graduación de 42, los expedicionarios no consiguieron hacerle frente al muy crudo invierno.
Entonces, Sedrakian se preguntó si se podía crear un coñac con una mayor graduación. Esta búsqueda dio como resultado un sorprendente coñac agrio con una graduación de 50, al que bautizo "Dvin" en homenaje a la antigua capital armenia. Su presentación tuvo lugar en 1943 en Teherán en una conferencia conjunta de los tres lideres mundiales: José Stalin, Winston Churchil y Franklin Roosvelt. Desde entonces y hasta su muerte, Churchil fue un devoto admirador de este legendario brandy y recibía trimestralmente en su residencia de Londres diez cajas del coñac "Dvin" con 20 botellas cada una.
El hecho es que meses más tarde, Churchil le envió una carta a Stalin expresándole su descontento por el sabor y la calidad de su bebida predilecta. En la URSS se preguntaban qué había pasado.
En plena Gran Guerra Patria y ante un inminente ataque de Japón y de Turquía, se había dado la orden de cargar con explosivos las fabricas más importantes de la Unión Soviética para que no cayeran en manos invasoras y entre ellas estaba la fábrica de coñac de la capital armenia, en donde no había quedado capataz y a la cual Sedrakian había renunciado a su cargo de director.
Finalmente, gracias al trabajo de Anastás Mikoyan y de Stalin, fueron retirados los explosivos de la fábrica y el "varbed" Markar Sedrakian retornó a "su casa". De esa manera, para alegría del pueblo armenio y del propio Churchil, el "Dvin" retomó su sabor y cuerpo original.
Markar también contribuyó a la industria del coñac en la República Socialista Soviética de Ucrania, con la creación de las bebidas "Odesa" y "Ukraine". Sus marcas creadas recibieron repetidamente los más altos premios en exposiciones internacionales como de toda la URSS. Él mismo fue condecorado con el alto título de "Héroe del Trabajo Socialista". Asimismo, fue galardonado con la más alta distinción de la casa de coñac francesa "Camus" con la medalla de plata "Caballero de la Degustación".
En 1973, el "varbed" falleció a los 66 años. En la actualidad, en la fábrica de brandy (el vocablo coñac está patentado por Francia) de Ereván, se puede ver el monumento del hombre que dedicó toda su vida a la promoción y preservación del exquisito coñac armenio. Por siempre, Markar Sedrakian.
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