Declaración del Centro Armenio de la Argentina en solidaridad con Su Santidad Karekín II

Luego de los lamentables sucesos acaecidos hace algunos días atrás en el Monumento a la Gesta de Sardarabad, el CA expresó su enérgica condena y su preocupación.

Redacción NOR SEVAN

A continuación, publicamos el texto completo de la declaración del Centro Armenio de la República Argentina:

"El 28 de mayo, con motivo del 106° aniversario de la declaración de la Independencia de Armenia, proclamada luego de las batallas de Sardarabad, Pash-Abarán y Gharakilisé, el monumento a los héroes de Sardarabad concentró las celebraciones oficiales y populares de la Madre Patria.

Con motivo de las dificultades enfrentadas por Su Santidad Karekín II, Patriarca Supremo y Katolikós de Todos los Armenios, y su séquito, en su intención de acceder al monumento para rendir homenaje y evocar el contenido de la fecha, ante el obstáculo impuesto por las fuerzas de seguridad, expresamos nuestra profunda preocupación y enérgica condena.

Tanto desde el punto de vista histórico, religioso, político y diplomático, como dentro del marco de las tradiciones nacionales, la Nación Armenia se enorgullece de haber sido la primera que adoptó el cristianismo como religión oficial en el año 301, condición invocada en toda oportunidad en que se define la trayectoria de nuestro pueblo.

La Iglesia Apostólica Armenia ha sido la base de sustentación de nuestra identidad aun en los momentos más complicados de nuestra existencia. En consideración de lo expuesto, consideramos inaceptable cualquier impedimento que obstruya la labor espiritual de la Santa Sede de Echmiadzín y de su Patriarca Supremo.

La Madre Patria atraviesa momentos difíciles y decisivos que requieren la armonía de todos los sectores. La dirigencia política, avalada por su origen democrático y encargada de la representación diplomática de los intereses nacionales, debe dar el ejemplo e intentar los consensos necesarios para la salvación de la existencia del Estado, sin recurrir a medidas flagrantemente violatorias de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Es el momento de las decisiones y renunciamientos que fortalezcan los cimientos del ordenamiento del Estado y mantengan a Armenia alejada de los cimbronazos que dañan la paz interior, sin la cual será cada vez más difícil alcanzar la coexistencia con los países vecinos y asegurar el camino definitivo de la reconciliación nacional.

Los organismos del Estado, que son los únicos que pueden recurrir al uso legítimo de la fuerza, deben evitar en forma inequívoca y absoluta recurrir a provocaciones que atenten contra las instituciones y las tradiciones de nuestro pueblo, por cuyo reconocimiento y vigencia innumerables generaciones ofrendaron la sangre de sus venerados hijos".