"Desde 1923 tenemos un Estado reconocido internacionalmente", dijo el Canciller de Artsaj
David Babayan hizo mención a la creación de la Región Autónoma de Nagorno Karabaj en la URSS como el antecedente válido y reconocido mundialmente acerca de la creación del Estado propio. "Debemos mantener los principios, aún en estas condiciones extremas", destacó. Pasado y presente para debatir y resignificar.
Por Adrián Lomlomdjian
Una vez más, el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), David Babayan, compartió públicamente sus conocimientos y nos presentó una reflexión, que como casi todas -se esté de acuerdo o no- mantiene objetividad y lucidez, más allá de los acontecimientos que se suceden a diario y de los vaivenes que provocan algunas decisiones y posiciones políticas de ciertos funcionarios y dirigentes armenios.
La coyuntura, de la cual quedan prisioneros muchos protagonistas principales en momentos cruciales, no condiciona la idea, el análisis ni la propuesta del Canciller de Artsaj, para quien en las actuales circunstancias por la que atraviesa su pueblo no debe haber nada superior a la defensa de los intereses colectivos de Artsaj (Karabaj) y su gente -comenzando por la vida-, entendiéndolo como un bastión en la defensa de la existencia misma de la armenidad.
En un temario puntual, que incluye la Cuestión de Artsaj, la delimitación y demarcación de las fronteras entre Armenia y Azerbaiyán, el acuerdo de paz y las relaciones armenio-azerbaiyanas, y las relaciones armenio-turcas, el día a día nos trae información sobre acontecimientos que se complementan o se contraponen unos con otros, pero que en su conjunto van marcando el desarrollo de cada una de esas cuestiones a resolver y nos permiten vislumbrar por dónde podrían pasar "las soluciones". Claro que no debemos dejar de tener en cuenta los antecedentes históricos, los factores externos, las alianzas permanentes, los alineamientos temporarios, los gobiernos de turno y un montón de otras cuestiones, que también influyen en el tipo de desenlace,
Por eso, en cuestión de días, el primer ministro armenio Pashinian se reúne, entre otros, con Aliyev, Erdogan, Putin, Macron, Biden y Michel. En ese lapso, el canciller de Armenia se encuentra con sus pares, ya sean de países aliados o amigos, como de los "países no amigos", y declara un día que "la mediación de Rusia fue muy importante, como lo es ahora su presencia en Karabaj", y a los dos días dice que "espera más de Rusia". En esas mismas semanas, algunos funcionarios de Estado armenios recorren y visitan la CIA, el Pentágono, el Departamento de Estado, Praga y la sede de la Unión Europea, mientras otros funcionarios armenios conversan y debaten la situación con el Kremlin, con Teherán o con sus aliados de la OTSC.
Pero esto no es todo. Porque mientras estas reuniones se suceden y se afirma que "el acuerdo de paz está cerca", "que Armenia y Azerbaiyán reconocen mutuamente su integridad territorial" y que "una misión europea colaborará con la delimitación y demarcación fronteriza entre Armenia y Azerbaiyán", estas repúblicas siguen teniendo encontronazos armados, con acusaciones mutuas, heridos y muertos.
Envalentonado por la victoria en la última guerra contra el pueblo de Artsaj, por tener aliados militares poderosos como Turquía e Israel, y por el protagonismo momentáneo que le da -a escala internacional- el acuerdo firmado con la Union Europea para vender más gas y petróleo, el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev no deja de hacer declaraciones provocativas con respecto a Artsaj, ni de amenazar a los armenios en general.
Hace unos días atrás, Aliyev decía que "los armenios que viven en Karabaj deben dar el paso correcto y comprender que su futuro sólo pasa por la integración en la sociedad azerbaiyana. No es posible de otro modo. Estamos viviendo la vida real. Desde el punto de vista de la economía, la geografía y el transporte, Karabaj es parte integrante de Azerbaiyán. Desde el punto de vista de la historia, desde el punto de vista del derecho internacional, es una parte integral de Azerbaiyán".
Si bien este es el pensamiento predominante en Azerbaiyán y entre sus aliados (incluídos Estados Unidos, la Unión Europea y otros países en los cinco continentes), no logró concretarlo plenamente ni siquiera luego de la guerra de 2020, ya que la presencia de las fuerzas rusas de paz no sólo garantizaron la permanencia de más de 3.300 kilómetros cuadrados de la histórica Región Autónoma de Nagorno Karabaj, sino también la presencia de su población armenia (estimada en 140 mil personas).
No conforme con los datos históricos brindados (que muy poco tienen que ver con la verdad), Aliyev continuó su bravuconada verbal, con una nueva amenaza: "Si alguien en Karabaj sigue hablando de algún estatus o de la independencia, ya sea por algún tipo de populismo o, como dicen, porque tienen miedo de alguien, hay que saber que son el primer enemigo del pueblo armenio. Porque los armenios que viven en Karabaj no tendrán ningún estatus, ninguna independencia ni ningún privilegio especial. Son iguales que los ciudadanos de Azerbaiyán. Al igual que los derechos de los ciudadanos de Azerbaiyán están protegidos, los suyos también. Al igual que se protegen los derechos de los pueblos que viven en Azerbaiyán, también los suyos. Este es el único camino", añadió el jefe de Estado azerbaiyano.
"La expresión comunidad étnica armenia de Nagorno-Karabaj no es aceptable para Artsaj", enfatizó el ministro de Relaciones Exteriores de Artsaj, David Babayan, respondiendo una vez más a las distintas declaraciones realizadas por funcionarios de Bakú, pero también a la posición que parece haber adoptado el gobierno de Pashinian.
El Canciller de Artsaj tuvo en cuenta el documento publicado recientemente por el canal de Telegram "Siloviki", que, según la publicación, fue el de la conversación entre Pashinian, Aliyev y Erdogan, en Praga. Uno de los puntos de ese documento es que el gobierno de Azerbaiyán propondrá un representante que trabajará con un representante designado por la “comunidad étnica armenia de Nagorno-Karabaj” para discutir los derechos y la seguridad de las personas de Karabaj.
"Nosotros hemos tenido condición de Estado durante siglos. Además, desde 1923 también hemos tenido la condición de Estado internacionalmente reconocido como la Región (Oblast) Autónoma de Nagorno-Karabaj en la Unión Soviética, que se convirtió en la República de Nagorno-Karabaj, o de Artsaj. Está claro que a los azerbaiyanos les gustaría hacer todo lo posible para evitar nuestra condición de Estado y presentarnos como un pueblo originario que tiene algunos derechos. Pero este no es el caso", subrayó Babayan.
El Ministro Babayan puntualizó que Artsaj no tiene derecho a estar en contra de la mejora de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, pero aclaró que para mejorar estas relaciones no puede ser que Artsaj sea reconocida como parte de Azerbaiyán.
"Cualquier estado de Artsaj dentro de Azerbaiyán es inaceptable. Artsaj no se ve a sí misma como parte de Azerbaiyán. Esta es nuestra línea roja. Necesitamos tener principios, especialmente en esta difícil situación. Los principios son el componente más importante de nuestro sistema inmunológico colectivo. En cuanto a las negociaciones Artsaj-Azerbaiyán, desde Stepanakert hemos dicho durante años que estamos listos para negociar con Bakú. Pero la pregunta es en qué formato. Y ese formato fue y es aceptado internacionalmente. Estamos hablando del Grupo de Minsk de la OSCE. Allí, Artsaj fue reconocida como parte negociadora y parte del conflicto. Por lo tanto, nunca hemos estado en contra de las negociaciones con Bakú, pero deben llevarse a cabo en un formato aceptado internacionalmente", explicó David Babayan.
Para él, la comunidad internacional debería responder rápidamente a las declaraciones del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, acerca de que los residentes de Nagorno-Karabaj son ciudadanos de Azerbaiyán.
"¿Qué significa esto? ¿Un llamado o un presagio de deportación? Repito, estamos listos para negociar con Azerbaiyán como iguales. Por supuesto, nos damos cuenta de que la situación es difícil ahora, Azerbaiyán está tratando de aprovechar la oportunidad. Pero eso no significa que debamos permitirlo. Tenemos que defender nuestros derechos y nuestra dignidad con los dientes, porque si no hay Artsaj, tampoco habrá Armenia, y no tendremos moral para seguir existiendo", dijo el canciller de Artsaj.
Para Babayan no hay tema tabú ni ningún otros al que deba responder "de compromiso" o tratando de quedar bien con alguien, ya sea a nivel internacional o dentro del panorama político armenio. "El que golpea a Rusia, está golpeando primero a Artsaj y después a Armenia", puntualizó.
"Si en el futuro no habrá una misión rusa para el mantenimiento de la paz, entonces no habrá Artsaj. Y yo pregunto, ¿quieren que Artsaj deje de existir? Rusia es para nosotros un país hermano, pero eso no significa que estemos en contra de Estados Unidos, Francia, Irán o cualquier otro país", aclaró Babayan, quien volvió a presentar un interrogante: "¿Es la rusofobia la única condición previa para ser amigo de los Estados Unidos? Si mantenemos este enfoque, el Estado armenio será destruído", concluyó.
La historia como antecedente de un reclamo legítimo
Recordemos que a fines del siglo 19 y principios del 20, con la desintegración de los imperios, la Revolución Socialista en Rusia, el nacimiento de los Estados-nacionales, la creación de la Unión Soviética y otros acontecimientos, se fue configurado un nuevo mapa en los continentes europeo y asiático. Eso no significó que las cuestiones existentes se solucionaran de manera definitiva, sino que se pasó a otra etapa.
En el caso armenio, mientras la mayoría de las provincias que históricamente fueron conocidas como Armenia quedaron integradas a la República de Turquía (no sólo georgráficamente, sino que fueron vaciadas de todo lo armenio, a través de un plan de acción genocida llevado adelante por las autoridades turco-otomanas), las otras, que se encontraban bajo el dominio zarista, sirvieron de base territorial para la creación del Estado armenio.
En esa región del planeta se acostumbraba a denominar a los poblados de acuerdo a la nacionalidad de la mayoría de sus habitantes, por eso eran aldeas o ciudades armenias, turcas, kurdas, georgianas, tártaras, rusas, etc. No eran ciudades ni poblados "exclusivos". Cuando surgieron los Estados nacionales hubo que marcar fronteras y entonces decidir a qué "nueva república" pertenecía tal o cual aldea o ciudad, habitada por hombres y mujeres de distintas nacionalidades y credos, más allá de que alguna o algunas de ellas constityeran la mayoría poblacional.
En el Cáucaso, una vez que la Turquía Otomana, Alemania, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos lograron separar la región de la naciente Rusia Soviética, nacieron las Repúblicas de Georgia, Azerbaiyán y Armenia, una tras otra entre el 26 y 28 de mayo de 1918. Entonces, los territorios que gobernaban juntos desde el Seim de Transcaucasia, hubo que repartirlos entre las tres.
Pero no voy a dedicar tiempo a este tema, ya que hay varias otras notas en NOR SEVAN que hablan al respecto. Simplemente lo mencioné para llegar a Karabaj.
Como parte del imperio persa, el histórico territorio de Karabaj pasó a estar bajo el dominio zarista luego de las guerras de principios del siglo 19 y la victoria de Rusia. Habitada mayoritariamente por armenios (y no sólo por armenios), el destino de Karabaj-Artsaj estuvo siempre ligado al de la armenidad toda. Cuando nacen las repúblicas, ese territorio (como tantos otrosen la región) es motivo de disputas y guerras no sólo entre los gobiernos armenio y azerbaiyano, sino también entre los armenios de Artsaj y la alianza musavatista-otomana, y entre el plurinacional Ejército Rojo de los bolcheviques (integrado por rusos, georgianos,chechenos, armenios, azerbaiyanos, karabajíes, etc.) y los gobiernos pro-occidentales de las repúblicas caucásicas.
Triunfante la Revolución Socialista Soviética en Azerbaiyán, Armenia y Georgia, las controversias territoriales internas no cesaron del todo (principalmente por la acción de las potencias occidentales y Turquía, que seguían atacando a Rusia y a las nuevas repúblicas socialistas desde distintos frentes), pero se logró poner freno a la lucha fraticida entre pueblos vecinos.
En 1921 se crea la República Socialista Federativa Soviética de Transcaucasia y luego, en 1922, la RSFST se transforma en fundadora de la URSS junto a Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Siendo un territorio en disputa, entre 1921 y 1923 se dan distintos pasos tendientes a avanzar en la solución del diferendo. Algunos se cumplieron en parte, otros fueron ignorados o incumplidos, pero no había derramamiento de sangre ni en Artsaj ni en Armenia ni en Azerbaiyán, donde conviviían armenios, azerbaiyanos y otros pueblos. El 7 de julio de 1923, por decisión del gobierno central de la URSS -liderado por Stalin- y con el acuerdo del liderazgo de las Repúblicas de Armenia y Azerbaiyán, se resuelve declarar "la autonomía en la parte armenia de Nagorno-Karabaj".
Así nacía en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la Región Autónoma de Nagorno Karabaj. Repito: AUTÓNOMA, y no como parte geográfica de la RSS de Azerbaiyán, sino dependiendo administrativamente de ella.
Y esta decisión del gobierno de la URSS del año 1923, es la que legitima desde los antecedentes históricos la lucha del pueblo de Artsaj por su autodeterminación.
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