El ejemplo del partido gobernante georgiano para Armenia
El país vecino de Armenia intenta frenar la presión de Occidente y mantenerse soberano, y hace una correcta evaluación política de los sucesos acaecidos hace algo más de una década.
Redacción NOR SEVAN
Desde hace algunos meses, la República de Georgia volvió a estar en el centro de las principales noticias difundidas desde la usina de información dominante en esta parte del planeta, compuesta por los principales medios masivos de comunicación y agencias que responden a la defensa irrestricta de los intereses de los grupos de poder que conforman el Occidente colectivo (Estados Unidos, Gran Bretaña, Unión Europea y la OTAN).
En esta oportunidad, ese "honor" se debió a que la mayoría parlamentaria decidió acompañar la decisión del gobierno de ejercer un mayor control sobre el accionar de las organizaciones sociales y no gubernamentales cuya actividad es financiada desde el exterior.
A Estados Unidos y Europa esto no les gustó nada e intentaron concretar un golpe de Estado a través de la movilización de los sectores de la sociedad que responden "a sus llamados", ya sea porque trabajan para ellos o porque se encuentran totalmente colonizados y dominados.
Lejos de dar marcha, el partido gobernante y varios sectores de la oposición reafirmaron reafirmaron la decisión y ahora comenzaron un proceso de análisis y debate público de su historia reciente, con el principal propósito de conocer la verdad y definir colectivamente cómo seguir, sin perder la soberanía política y sin transformarse en utensillo de nadie.
El politólogo y comunicador Beniamin Matevosian habló al respecto en su editorial de hoy.
"El Consejo Político del gobernante Partido Sueño Georgiano publicó el 13 de agosto una declaración acusando al Movimiento Nacional de Mijail Saakashvili de la guerra de 2008 e insta a juzgar a los autores de los acontecimientos de hace 16 años.
“Las acciones aventureras de Saakashvili en agosto de 2008 no fueron consecuencia de su inestabilidad mental, sino resultado de instrucciones externas y de una traición bien planificada”, dice el texto.
El Partido Sueño Georgiano subraya que para establecer paz y estabilidad duraderas en el país resulta vital organizar un proceso legal público para que la sociedad pueda averiguar de una vez por todas “quién cometió este crimen traidor contra el país y su gente”.
La declaración del Consejo Político del partido de Bidzina Ivanishvili reitera, básicamente, las tesis expresadas anteriormente por otro partido georgiano, el Poder Popular. Esta organización política fue más allá y señaló directamente que Mijail Saakashvili y su equipo llevaron a cabo los mandados más difíciles contra Georgia y que, tras los acontecimientos de agosto de 2008, las autoridades calificaron a Rusia de invasor y a Estados Unidos de socio estratégico.
De la declaración se desprende claramente que el partido se dio cuenta de que al comprender la importancia de Abjasia y Osetia del Sur para el pueblo de Georgia, los estadounidenses llevaron al poder a un instigador, que desencadenó la guerra en 2008, a raíz de la cual Rusia reconoció la independencia de estas dos repúblicas, lo que durante muchos años hizo impensable la asociación entre Moscú y Tiflis.
Hoy, el Partido Sueño Georgiano pide que los participantes en los acontecimientos de 2008 sean juzgados y que la opinión pública sepa qué ocurrió realmente en agosto de 2008. Esta decisión no es más que una evaluación política correcta de los acontecimientos históricos.
Inmediatamente, surge una pregunta lógica: ¿Cuándo Armenia, siguiendo el ejemplo de Georgia, hará una evaluación política de la guerra de 2020? ¿Podría concluirse que la guerra de 2020 también fue el resultado de la participación de una serie de actores extra-regionales en la política interna del país?
Además, es obvio que también necesitan una evaluación política los acontecimientos del otoño de 2022, del otoño de 2023 y de la primavera de 2018. Esta evaluación y sus consecuencias son necesarias para que todos los actores políticos de Armenia sepan que jugar con el Estado no solo es inmoral, sino que inevitablemente conducirá a un castigo.
Por cierto, el que ya había hablado sobre quién estaba realmente detrás de la guerra de 2008 fue el expresidente francés Nicolás Sarkozy, que el 8 de agosto de 2008 escribió en sus memorias lo siguiente: “Él (el presidente georgiano Mijail Saakashvili) se equivocó dos veces. En primer lugar, se equivocó terriblemente al imaginar que los estadounidenses se unirían a la guerra gracias a él. Y más, él había escuchado esta promesa de muchos funcionarios estadounidenses, y si lo hubiera pensado detenidamente, se habría dado cuenta de que eran palabras vacías... Dos errores de este tipo son demasiado”.
¿Y qué creen ustedes? ¿Quién estuvo y está detrás de los acontecimientos en Armenia y Artsaj en el período comprendido entre 2018 y la actualidad?
Es para pensar…”.
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