En 2019 ya advertían sobre quiénes habían llegado al poder, a qué fuerzas representaban y hacia donde llevarían Armenia
Surén Ionisian y Mijaíl Spasski, autores de una nota publicada en septiembre de 2019, puntualizaban que "Estados Unidos está tratando de convertir a Armenia en su cabeza de playa". Una nota que nos ayuda a entender que nada es casual y que la Avanzada Occidental en Armenia es el proyecto político que vino a cumplir Pashinian, incluida la entrega de Artsaj... ¿y Zanguezur?
Redacción NOR SEVAN
El 27 de septiembre de 2019 -un año antes del inicio de la guerra de Azerbaiyán contra el pueblo de Artsaj (Karabaj)- el sitio web de noticias del diario ruso Nezavisimaya Gazeta publicaba la nota titulada "En la órbita de los intereses geopolíticos de otros pueblos". Surén Ionisian y Mijaíl Spasski analizaban no sólo la situación existente en Armenia a partir de golpe de Estado institucional de mayo de 2018, encabezado por el actual primer ministro Nikol Pashinian, sino también algunos acontecimientos que provocaron su advenimiento al poder.
Como adelantándose "premonitoriamente" a lo que finalmente sucedió, los analistas ponen énfasis en el rol de las organizaciones no gubernamentales financiadas por Occidente, en la incentivación del anti-rusismo, en las negociaciones entre sombras por Karabaj y en el rol de los gobiernos anteriores a Pashinian, particularmente en el de Serzh Sarkisian.
Llama la atención que la mayoría de los actuales miembros del gabinete gubernamental y de los hombres y mujeres claves del Partido Acuerdo Cívico en las distintas funciones estatales, son nombrados en la nota -escrito hace más de cinco años-, pero ocupando otros cargos. Esto demuestra que el compromiso con Occidente es muy fuerte y que los distintos actores -que además de disputarle el poder a Rusia en la región se disputan pedazos de influencia entre ellos mismos- no están dispuestos a ceder espacios que debiliten sus intereses.
La nota comienza explicando que "en la última década, varios países postsoviéticos han pasado por el crisol de la revolución de terciopelo (el ejemplo más llamativo es Ucrania). Los pueblos que tradicionalmente han tenido una historia y valores morales y espirituales comunes con Rusia están reescribiendo su historia, en la que el papel de Moscú se representa exclusivamente de manera desagradable. A través de un poderoso y complejo procesamiento de la conciencia, los tecnólogos y políticos occidentales están inculcando el odio hacia Rusia.
El pueblo armenio también fue víctima de este tipo de adoctrinamiento. En mayo de 2018, como resultado de una estafa política llamada la Revolución de Terciopelo, el expresidente Serzh Sarkisian entregó el poder a Nikol Pashinian. Pero un año y medio después de este acontecimiento, Armenia no se ha convertido en un país democrático, sino en un Estado autoritario, donde la Constitución y las leyes no rigen, sino que lo hacen los estatutos de las organizaciones no gubernamentales (ONG) occidentales. Armenia se ha encontrado en la órbita de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos de América, con todas las consecuencias que ello conlleva para la cultura, la economía y los valores tradicionales".
En los párrafos siguientes, los autores hablan del rol del gobierno de Serzh Sarkisian en el crecimiento exponencial de las ONG en el país, y profundizan sobre el papel de las mismas en el Golpe de Estado de mayo de 2018 y sobre los empleados de esas ONG que se transformaron en autoridades del país.
"El hecho es que de 2010 a 2017, el expresidente Serzh Sarkisian inundó deliberadamente Armenia con ONG, fundaciones y sectas occidentales, entregando el país al protectorado total de los Estados Unidos. El objetivo es claro: el debilitamiento del Estado armenio", denuncian en la nota, agregando que "se trata de terrorismo contra la identidad nacional".
Según ellos, "Rusia, tradicionalmente establece relaciones y mantiene contacto con los gobiernos de los países postsoviéticos sin imponer sus propias reglas. Pero Estados Unidos trabaja directamente con la gente, utilizando un amplio arsenal de métodos, incluidos los sucios. Encuentran jóvenes y ambiciosos líderes potenciales en la sociedad, enseñándoles e impregnándolos del contenido ideológico necesario, formando así una nueva élite desde cero".
Al comenzar a brindar algunos datos precisos, Ionisian y Spasski aseguraban en 2019 que "en Armenia funcionan la Fundación Sociedad Abierta, de George Soros -un conocido experto en la destrucción de Estados-, así como las sectas como los Testigos de Jehová, la Iglesia Palabra de Vida y los Mormones. Estas sectas tienen más de 200 mil feligreses en Armenia, que tiene una población total de 2,5 millones de personas".
"Según los datos disponibles, en Armenia hay más de 3.500 ONG registradas y operativas, la mayoría de las cuales están financiadas por los gobiernos de los países occidentales, principalmente Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña", afirmaban los autores y en el párrafo siguiente enumeraban a "los empleados de las ONG occidentales que trabajan en el actual gobierno de Armenia: Viceprimer Ministro de Armenia, Tigrán Avinian; Ministro de Administración Territorial e Infraestructura, Surén Papikian; Ministro de Industria de Alta Tecnología, Hakob Arshakian; Ministro de Salud, Arsén Torosian; Ministro de Educación, Ciencia, Cultura y Deportes, Arayik Harutiunian (lobbista de la comunidad LGBT en Armenia); Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Yeranuhí Batoyan; Ministro de Justicia, Rustam Badasian; Ministro de Medio Ambiente, Erik Grigorian; Jefe de Gabinete del Gobierno de Armenia, Eduard Aghachanian; Secretario del Consejo de Seguridad de Armenia, Armén Grigorian; Presidente del Parlamento, Ararat Mirzoyan; Vicepresidente del Parlamento, Alén Simonian; Vicepresidenta del Parlamento, Lena Nazarian; Jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Parlamento, Rubén Rubinian y muchos otros".
"Todo el poder en Armenia se otorga a los empleados de las ONG occidentales, que son agentes de los servicios especiales de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia", sentenciaban Ionisian y Spasski, agregando que "en el contexto de las relaciones ruso-armenias, el gobierno de Nikol Pashinian se comporta de manera impredecible. Según todos los indicios, está claro que sin las instrucciones apropiadas del Departamento de Estado de los Estados Unidos, este gobierno no está autorizado a tomar ninguna decisión".
En la nota se afirma que "el gobierno revolucionario de Armenia encabezado por Pashinian no va a integrar a los representantes de la diáspora armenia de la Federación Rusa en las estructuras de poder". Y lo argumentan así: "Según la información disponible, el Departamento de Estado de los Estados Unidos prohibió categóricamente la inclusión de armenios rusos en el gobierno armenio. La diáspora armenia de la Federación Rusa está compuesta por habitantes autóctonos, por ciudadanos de la República Socialista Soviética de Armenia o de la República de Armenia, no como la diáspora francesa o estadounidense, que tienen otra composición. El nombramiento del ciudadano estadounidense Zareh Sinanian como Comisionado para la Diáspora es otra bofetada en la cara de la diáspora armenia rusa. Todos entienden que la persona que se desempeñó como alcalde de una ciudad en los Estados Unidos durante mucho tiempo está lejos de la diáspora armenia rusa. Él, como dicen, simplemente está obligado a tener contactos con la CIA y, bajo esta cobertura, bien puede llevar a cabo actividades de inteligencia en Rusia".
Luego de explicar tanto la presencia y dominación Occidental en Armenia como las nuevas relaciones que el gobierno de Nikol establecería con la diáspora -corroborado ampliamente en los hechos durante estos seis años de gobierno encabezado por el periodista Pashinian, cuyo diario era, y es, financiado por la USAID (CIA)-, los firmantes de la nota alertaban acerca de que "el régimen de Pashinian y sus instructores están tratando de dividir al pueblo armenio. Desde hace más de un año, el gobierno de Pashinian ha estado creando artificialmente una atmósfera de odio mutuo en Armenia, manipulando los sentimientos de la gente bajo las consignas de construir una sociedad democrática".
"La revolución del amor y la reconciliación nacional anunciada por el nuevo gobierno se convirtió en un ajuste de cuentas con muchas figuras públicas y políticas", se afirma en otro párrafo, agregando que "hoy en día, el sistema judicial de Armenia está bajo una enorme presión, las fuerzas de seguridad están actuando con métodos medievales con el uso de la fuerza bruta, la fabricación de casos criminales, lo que convierte a Armenia en un estado autoritario del tercer mundo".
"Debido a sus acciones impredecibles en política exterior e interior, Pashinian se ha convertido en la principal amenaza para la seguridad nacional de Armenia", escribían los autores de la nota en septiembre de 2019. Y no se equivocaron.
Denunciaban, por entonces, que Pashinian le daba importantes cifras de los fondos estatales a dos organizaciones no gubernamentales pro-occidentales asociadas con el multimillonario estadounidense George Soros. También, que había comenzado a "coquetear con la organización terrorista Sasna Tsrer", quienes "coparon un regimiento de policía en Ereván en el verano de 2016, como resultado de lo cual murieron agentes de las fuerzas del orden", pero que "no sufrieron el castigo previsto por la ley, ya que fueron liberados por orden de Pashinian". Según los autores de la nota, "esta organización extremista está financiada por la Embajada de Estados Unidos en Ereván" y "es análoga a la ucraniana Svoboda, proveedora de militantes para el trabajo político más sucio". "Esquema similares ya han sido probados en otros países", aseguraron.
"La Embajada de Estados Unidos en Armenia tiene alrededor de 2.500 empleados (sólo la Embajada de EE.UU. en Irak tiene más empleados), de los cuales 1.200-1.400 son miembros de las Fuerzas Especiales de EE.UU. ¿Qué están haciendo estos soldados en la capital armenia, cuál es su objetivo?", preguntaban públicamente Ionisian y Spasski, señalando que "también hay tres laboratorios secretos de EE.UU. en Armenia, no se sabe qué producen, pero claramente no una vacuna para el tratamiento del cáncer. Como miembro de la OTSC y de la UEEA, el gobierno armenio mantiene un regimiento entero de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y sus laboratorios secretos en su territorio. Recientemente, se firmaron acuerdos entre los departamentos militares de Armenia y los Estados Unidos sobre la apertura de un centro de capacitación para el mantenimiento de la paz en Armenia, financiado por el Pentágono. Estos son los primeros pasos hacia la creación de una base oficial de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Armenia. Estas acciones de las autoridades armenias son claramente un paso inamistoso hacia su socio estratégico, Rusia".
No caben dudas que hoy, seis años después, estamos viendo lo que por entonces se advertía en esta nota periodística.
Lo que sorprende es que los autores insistían en la existencia de una supuesta "sociedad" entre Pashinian y el ex presidente Serzh Sarkisian. Y si bien hasta el momento no tenemos pruebas fehacientes para demostrar la veracidad de esta hipótesis, si podemos afirmar que llamó poderosamente la atención que un líder de Estado como Serzh Sarkisian, con el apoyo de un partido -el Republicano- que había sacado más del 50% de los votos, que tenía a sus hombres conduciendo las Fuerzas Armadas, que gozaba de la mayoría parlamentaria y de una abrumadora mayoría de gobernadores, intendentes y gobiernos locales, haya "cedido" y "traspasado" el gobierno a Pashinian luego de un par de manifestaciones de protesta con algunas decenas de miles de personas en las calles.
En el artículo periodístico se afirma que "el actual primer ministro y su gobierno son un proyecto del ex presidente armenio Serzh Sarkisian y su yerno Mikael Minasian (ex embajador extraordinario y plenipotenciario de Armenia en el Vaticano)" y se denuncia que "como embajador en el Vaticano, Minasian guardó a salvo el dinero robado al pueblo armenio en el Banco del Vaticano, aproximadamente 6.000 millones de dólares".
Otra denuncia que se hacía por entonces era que Pashinian quería llevar "a su protegido Masis Mayilian (canciller de Artsaj) al poder en Karabaj y entregar cinco regiones a Azerbaiyán, según el de John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos". "En una reunión en Washington en el verano de 2019, el ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Zohrab Mnatsakanian, acordó recibir 5.000 millones de dólares a cambio de los cinco distritos", afirmaban en 2019 los autores, para quienes "el objetivo más importante de Estados Unidos es la base militar rusa número 102. La presencia del ejército ruso cerca de Irán, que pronto podría ser el objetivo de un ataque estadounidense, es altamente indeseable para los arquitectos del orden mundial global".
Y es aquí donde los periodistas aseguran que "en los Estados Unidos, otro plan cínico está listo para este caso, según el cual es necesario encender el conflicto armenio-azerbaiyano. En el caso de que comiencen las hostilidades y Rusia intervenga en el conflicto como miembro de la OTSC, el liderazgo armenio puede declarar indeseable la presencia del ejército ruso".
"La histeria anti-rusa comenzará a agitarse en los medios de comunicación armenios, los incidentes con el ejército ruso serán recordados e inventados. Tal vez se organicen provocaciones, hasta la comisión de delitos por parte de personas vestidas con el uniforme del ejército ruso, y aquí es donde "Sasna Tsrer" será útil. En las condiciones de la guerra, cuando las emociones de la gente prevalecen sobre la razón, será mucho más fácil azuzar la histeria antirrusa. La base rusa comenzará a ser rodeada por barricadas. Los activistas de una enorme red de ONG en Armenia establecerán piquetes y organizarán tareas las 24 horas del día contra el ejército ruso, acompañados por un ejército de periodistas", decían Ionisian y Spasski. Y si bien hay algunas cuestiones que no sucedieron, no caben dudan que la mayoría de sus advertencias se cumplieron.
"El propósito de las provocaciones es estropear las relaciones ruso-armenias, retirarse de la OTSC, la CEI, la UEEA y, lo que es más importante, lograr la retirada de la base militar rusa de Armenia". Se escribió el 27 de septiembre de 2019 y se está cumpliendo a la fecha, porque como también se escribió por entonces, "el objetivo final de Estados Unidos es expulsar a Rusia de la región y crear un trampolín para un ataque contra Irán. Y la propia Armenia debería integrarse finalmente en el tristemente célebre cordón sanitario que rodea a Rusia".
"Si Rusia interviene en un conflicto organizado por Estados Unidos, los estadounidenses se aprovecharán de un nuevo punto caliente, tratarán de hacer todo lo posible para arrastrar a Rusia a esta guerra en serio y durante mucho tiempo. En este caso, las consecuencias geopolíticas no solo para el Cáucaso Sur, sino también para todo Oriente Medio, pueden ser de lo más impredecibles", se leía en la nota. Claro, no sucedió en el Cáucaso, pero Occidente logró cumplir su plan y arrastrara Rusia a la guerra en Ucrania.
En el párrafo final, los autores concluían diciendo que "es necesario tomar las máximas medidas para evitar el chantaje estadounidense y el inicio de las hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán". Y agregaban: "Uno de los pueblos más antiguos del planeta debería tener la sabiduría suficiente para no convertirse en víctima de las manipulaciones del Occidente colectivo liderado por los Estados Unidos".
Lamentablemente, quedó demostrado que antigüedad y sabiduría no van de la mano...
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