Human Rights Watch calificó de genocidio la restricción de agua de Israel en Gaza

Human Rights Watch (HRW) acusó ayer a Israel de causar la muerte de miles de palestinos al restringir y atacar sistemáticamente el suministro de agua en Gaza, en una campaña que calificó como “actos de genocidio”. El reconocido organismo internacional de derecho humanos se sumó así a la lista de organizaciones, como Amnistía Internacional, que acusan a Israel de cometer genocidio en Gaza.

La organización, en su informe de ayer, alegó que innumerables bebés, niños y adultos han muerto por desnutrición, deshidratación y enfermedades como resultado de las acciones de las autoridades israelíes durante más de un año de guerra para cortar deliberadamente el flujo de agua y electricidad a Gaza, destruir infraestructura y obstaculizar la distribución de suministros críticos.

“Como política estatal, estos actos constituyen un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. Por lo tanto, las autoridades israelíes están cometiendo el crimen de exterminio contra la humanidad”, afirmó HRW.

A su vez, señaló que el “patrón de conducta” descrito en su informe y las declaraciones de funcionarios israelíes “pueden indicar” una intención genocida. Según el derecho internacional, probar la intención es clave para concluir si se ha cometido genocidio.

En el reporte de Human Rights Watch se describió como una campaña extendida y metódica de las autoridades israelíes para privar a los palestinos de Gaza de agua. Según los datos oficiales, se redujo drásticamente el suministro de agua en el sitiado territorio, desde unos 83 litros (21 galones) por persona y día antes que comenzara el genocidio a entre dos y nueve litros en los meses que han pasado. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua diarios para satisfacer las necesidades básicas y prevenir enfermedades.

También, Human Rights Watch subrayó que las fuerzas israelíes destruyeron deliberadamente los paneles solares que alimentaban cuatro de las seis plantas de tratamiento de aguas residuales de Gaza y destruyeron un embalse clave. El organismo alegó que Israel también cortó la electricidad necesaria para el funcionamiento de las plantas de desalinización y otra infraestructura y restringió el combustible para los generadores de apoyo. Cuando la Corte Internacional de Justicia ordenó en enero que Israel proporcionara servicios básicos y asistencia a los palestinos, las autoridades ignoraron los pedidos, añadió.

La organización de derechos humanos indicó que llegaron a estas conclusiones tras más de 60 entrevistas a palestinos, relatos de empleados de servicios públicos, médicos y otros trabajadores sanitarios y cooperantes, además de análisis de imágenes satelitales, fotos y videos. “Médicos y enfermeras dijeron a Human Rights Watch que habían visto morir a numerosos bebés, niños y adultos por una combinación de desnutrición, deshidratación y enfermedad”, escribieron en el reporte.

Cabe destacar que estas acusaciones contra la genocida Israel fueron repetidas por Médicos Sin Fronteras, que publicó su propio informe acusando a Israel de atacar sistemáticamente el sistema de salud de Gaza y restringir la asistencia humanitaria esencial. El grupo, que trabaja en Gaza hace más de 20 años, dijo que su personal ha sido objeto de más de 40 ataques desde el inicio del genocidio, incluyendo ataques aéreos, bombardeos e incursiones militares en instalaciones de salud. A partir de octubre, 19 de los 36 hospitales de Gaza se encuentran cerrados y los continuos combates impiden que muchos residentes lleguen a los que aún funcionaban.

“Los ataques a civiles, el desmantelamiento del sistema de salud, la privación de alimentos, agua y suministros son una forma de castigo colectivo infligido por las autoridades israelíes a la gente de Gaza”, dijo el informe. “Esto debe detenerse ahora”.

Los informes de Human Rights Watch y de Médicos Sin Fronteras fueron publicados dos semanas después de que Amnistía Internacional acusara a Israel de cometer genocidio en Gaza.

Desde el 8 de octubre, en el genocidio palestino perpetrado por Israel se asesinaron más de 45.000 persona, de los cuales más de la mitad son mujeres y niños. Según estimaciones de la ONU, la masacre causó una destrucción generalizada y desplazó a aproximadamente al 90% de la población de la Franja de Gaza sumiendo al territorio en una grave crisis humanitaria. Naciones Unidas y grupos de ayuda internacionales dicen que Israel restringió repetidamente los envíos de ayuda humanitaria a la provincia palestina. La Corte Penal Internacional, por su parte, emitió órdenes de detención contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra.