Testimonios de los prisioneros de guerra armenios que fueron abusados por Azerbaiyán
Human Rights Watch denunció que las fuerzas azeríes sometieron a tratos degradantes y torturas a los prisioneros de guerra armenios durante la guerra de Artsaj.
Redacción NOR SEVAN
"Las fuerzas azeríes abusaron de los prisioneros de guerra armenios durante el conflicto de Nagorno-Karabaj de 2020, sometiéndolos a tratos crueles, degradantes y torturas, ya sea cuando fueron capturados, durante su traslado o mientras estaban bajo custodia en varios centros de detención", denunciaron hoy desde Human Rights Watch (HRW). El organismo internacional exigió a las autoridades azerbaiyanas que investiguen estas denuncias y que liberen a los prisioneros de guerra y civiles detenidos restantes. Además, solicitaron que brinden información sobre el paradero de los militares y civiles cuya situación se desconoce pero que fueron vistos por última vez bajo custodia azerí.
"El abuso, incluida la tortura de los soldados armenios detenidos, es aborrecible y un crimen de guerra", manifestó Hugh Williamson, director para Europa y Asia Central de HRW. "Es preocupante que varios soldados armenios desaparecidos hayan sido vistos por última vez bajo la custodia de Azerbaiyán y no se haya dado cuenta de ellos".
El Director del Organismo para la región dijo: "Escuchamos relatos y vimos imágenes de palizas prolongadas y repetidas a prisioneros de guerra armenios, diseñadas, al parecer, únicamente para humillarlos y castigarlos". "La tortura y los malos tratos a los prisioneros de guerra constituyen crímenes de guerra por los que se necesita con urgencia la rendición de cuentas", agregó Williamson.
En este contexto, el Observatorio de Derechos Humanos entrevistó a cuatro ex prisioneros de guerra que detallaron los malos tratos recibidos estando cautivos como los de otros con quienes compartieron celda. Todos explicaron que sufrieron palizas prolongadas y repetidas. Uno describió haber sido pinchado con una varilla de metal afilada, otro que fue sometido a descargas eléctricas y uno que fue quemado repetidamente con un encendedor de cigarrillos. Estaban en condiciones degradantes, con poca agua y poca o ningún tipo de alimento durante su detención.
Tres de los cuatro soldados comunicaron que fueron golpeados por las fuerzas azeríes inmediatamente después de su captura o durante su traslado al primer lugar de detención. Los cuatro entrevistados fueron trasladados posteriormente al centro de detención del Ministerio de Seguridad Nacional en Bakú, donde pasaron semanas siendo interrogados por los servicios de seguridad de Azerbaiyán. Expresaron que los trabajadores médicos examinaban sus heridas y les brindaban tratamiento básico, aunque, entre interrogatorios, todos fueron golpeados con puños, botas y garrotes.
El ejército de Azerbaiyán obligó a todos los prisioneros de guerra a hablar en cámara, en grabaciones profesionales, diciendo que no querían pelear en la guerra, culpando al gobierno armenio por su difícil situación y afirmando que "Karabaj es azerí". Uno de ellos sostuvo que tenía un guion escrito y que cuando no lo hizo bien, un oficial lo amenazó con una descarga eléctrica.
Otro de los prisiones estuvo casi cincuenta días en el centro de detención del Ministerio de Seguridad Nacional. Los guardias entraban a su celda y lo golpeaban con palos, dejándolo con lesiones en la rótula.
Después de varias semanas en el centro de detención del Ministerio de Seguridad, las autoridades trasladaron a tres de los cuatro ex prisioneros de guerra al centro de detención preventiva N° 1 en el asentamiento de Kurdakhani, Bakú. Los ex prisioneros de guerra describieron las condiciones allí como adecuadas y señalaron que no fueron sometidos a ningún abuso físico. Recibieron una visita del Comité Internacional de la Cruz Roja, que pudo conectarlos con sus familias. Sin embargo, los guardias los insultaron, los obligaron a cantar "Karabaj-Azerbaiyán" y les dijeron que Azerbaiyán se había apoderado de todo Nagorno-Karabaj y estaba avanzando hacia Armenia, lo que les provocó un tremendo estrés y les hizo temer por sus familias.
Durante la guerra desatada por la agresión del régimen de Bakú contra la región de Artsaj, se publicaron en las redes sociales decenas de videos que muestran como oficiales azerbaiyanos maltratan a prisioneros armenios. Human Rights Watch verificó de cerca más de veinte de estos videos, mantuvo entrevistas con prisioneros de guerra repatriados y familiares de quienes aparecen en los videos y revisó documentos médicos.
"Los relatos de tortura y malos tratos plantean la preocupación de que los prisioneros de guerra armenios que aún se encuentran bajo la custodia de Azerbaiyán corren el riesgo de sufrir más abusos", aseguraron desde HRW. En ese sentido, expresaron que las autoridades azerbaiyanas deben garantizar de todas las protecciones en virtud del derecho internacional humanitario a todos los prisioneros de guerra y detenidos que están bajo su custodia.
En la madrugada del 27 de septiembre, el pueblo armenio se levantó con la noticia de que Azerbaiyán, en alianza político-militar con Turquía (integrante de la OTAN) e Israel, había vuelto atacar la República de Artsaj. Tras cuarenta días de guerra, las hostilidades terminaron el 9 de noviembre con un acuerdo firmado entre Armenia y Azerbaiyán negociado por Rusia. Este preveía "un canje de prisioneros de guerra y otras personas detenidas y cadáveres", entre otras cuestiones.
El número de prisioneros de guerra armenios que aún se encuentran bajo custodia sigue sin estar claro. A fines de febrero de 2021, la Oficina de Representación de Armenia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había pedido al tribunal que interviniera con Azerbaiyán en relación con 240 casos de presuntos prisioneros de guerra y detenidos civiles. Casi el 90 por ciento de estos casos habían proporcionado evidencia fotográfica que confirmaba que las fuerzas azerbaiyanas habían detenido a estas personas.
El gobierno de Pashinian informó que el gobierno de Aliyev devolvió 69 prisioneros de guerra y civiles. Por su parte, el mandamás azerí comunicó que regresaron todos los prisioneros de guerra a Armenia, pero que seguía reteniendo a aproximadamente 60 personas como sospechosos de terrorismo. Desde la Cancillería de Armenia revelaron que las familias están "cada vez más desesperadas" por encontrar a sus seres queridos.
Cabe recordar que el derecho internacional humanitario, o el derecho de los conflictos armados, exige que las partes en un conflicto armado traten a los prisioneros de guerra con humanidad. La tercera Convención de Ginebra protege a los prisioneros de guerra "particularmente contra actos de violencia o intimidación y contra insultos y curiosidad pública".
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