La "Avanzada de Occidente" en el Cáucaso Sur no se detiene
Más allá de que algunos acontecimientos parecen demostrar lo contrario, los gobiernos de Ereván y Bakú suman desde sus particularidades a este nuevo intento de sacar a Rusia de la región y establecerse como amos y señores del "paso entre Europa y Asia".
Por Adrián Lomlomdjian
El asesor principal del Departamento de Estado yanqui para las negociaciones del Cáucaso, Lewis Bono, viajará a la región la próxima semana, en lo que será su primer viaje en este cargo, dijo el pasado jueves 2 de marzo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“Este es el primero de los viajes regulares a los tres países del sur del Cáucaso. El señor Bono planea reunirse con altos líderes para apoyar el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y nuestro compromiso sostenido con la soberanía y la integridad territorial de Georgia. Viajará a Bakú, a Ereván, a Tiflis, en ese orden”, dijo Price, quien subrayó que en las tres capitales “Bono enfatizará que Estados Unidos está comprometido con la promoción de un futuro pacífico, democrático y próspero para el Cáucaso Sur”.
El embajador Lewis Bono fue designado por los Estados Unidos como su co-presidente en el Grupo de Minsk de la OSCE.
Quienes también se preparan para llegar a la región "para fortalecer vínculos" son los diputados alemanes miembros del Grupo Parlamentario de Amistad Alemania-Cáucaso Sur. Así se lo prometieron al primer ministro armenio Nikol Pashinian, en el desayuno de trabajo que mantuvieron la semana pasada en Berlin.
Durante la reunión, el presidente de la Comisión Parlamentaria alemana, Johann David Wadephul, informó que en un futuro cercano planean visitar la región y fortalecer los vínculos con los grupos parlamentarios de Armenia, Azerbaiyán y Georgia.
En ese viaje, el primer ministro Nikol Pashinian fue recibido y se reunió con el canciller alemán Olaf Scholz, uno de los principales arietes de Occidente en su guerra contra Rusia -aliado estratégico de Armenia-.
Pashinian le dijo que el gobierno de Armenia está muy contento y agradecido con la Unión Europea por la decisión de enviar una misión de observadores a la frontera armenio-azerbaiyana, pero aclaró que "por ahora la presencia de la misión de seguimiento de la Unión Europea está regulada por oficios mutuos", pero que "también existe un acuerdo que dispone que esta presencia y misión debe discutirse, acordarse y firmarse". Sin embargo, siempre optimista cuando se trata de Occidente, Pashinian agregó que para él, "el documento que regule la presencia de la misión de monitoreo se firmará en un futuro cercano".
Recordemos que la segunda “misión civil de observadores” de la Unión Europea enviada a la frontera armenio-azerbaiyana (del lado de Armenia) comenzó sus labores el pasado 20 de febrero de 2023 y tendrá vigencia por dos años. Está integrada por algo más de un centenar de personas, entre ellas cincuenta policías alemanes y gendarmes franceses. Es decir, que de "civil" tiene poco y nada...
También es bueno no borrar de nuestras memorias el rol protagónico de Alemania en el genocidio armenio -sus militares dirigían las deportaciones masivas de nuestros territorios históricos- y el daño causado por la Alemania nazi a la Unión Soviética durante la Gran Guerra Patria, en la que cayeron más de 300 mil armenios combatiendo al fascismo.
Volvamos.
Quien no deja de ganar casilleros gracias a la política exterior cada vez más confusa de Ereván es el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien la semana pasada se reunió en Bakú con Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). Y para demostrar que su accionar está íntimamente ligado a los proyectos de Occidente en la región -que cuentan también con el beneplácito del gobierno de Pashinian-, le dijo que la central nuclear de Medzamor (Armenia) "representa una gran amenaza no sólo para Azerbaiyán y Turquía, sino para todos los países de la región".
Según el mandatario azerbaiyano, la central nuclear de Medzamor tiene "supuestamente" serios problemas técnicos, y, además, como novedad absoluta, aseguró que "algunos materiales nucleares relacionados con esa planta atómica se están vendiendo ilegalmente".
Seguramente, estos dichos del presidente azerbaiyano forman parte del libreto escrito por Occidente (Estados Unidos-Unión Europea-Gran Bretaña-OTAN) para justificar su avanzada en la región. El paso siguiente a estos dichos será afirmar que "Rusia le vende armas nucleares o componentes a Irán".
Y de esta forma, la "misión de observadores de la Unión Europea", tan alegremente recibida por el gobierno armenio, se transformará en ejército de la OTAN atacando a los países aliados de Armenia, "porque utilizan la central atómica de Medzamor para fortalecerse con armas nucleares que ponen en peligro a sus aliados Azerbaiyán, Turquía e Israel".
Pero en Armenia una cosa es la opinión ( y el accionar) del gobierno de Pashinian y otra, muy distinta -al menos en cuanto a su visión sobre las relaciones con Rusia-, la de la mayoría poblacional y la de un sector importante de la oposición política. Por eso, más allá de los insistentes esfuerzos y pasos concretos pro-occidentales dados por la administración armenia actual, la presencia de Rusia se mantiene en Armenia y Artsaj, y es sostenida por importantes sectores de ambas sociedades, que no sólo resisten los embates azerbaiyano-turcos, sino también el de Occidente (Estados Unidos-Gran Bretaña-Unión Europea-OTAN).
Y como Washington, Londres y Bruselas tienen muy en claro esta situación, no descartan ejercer presiones y cometer acciones de todo tipo, tendientes a garantizarles el cumplimiento de sus objetivos.
Hace unos días, el Representante Especial de la Unión Europea para Sanciones, David O'Sullivan, le dijo al periódico Financial Times que "la Unión Europea está controlando el crecimiento de las exportaciones a los países vecinos de Rusia, debido a las sospechas de que de esa forma se están eludiendo las sanciones a Moscú". Según el funcionario europeo, "hay un gran aumento en las exportaciones a países cercanos a Rusia y eso está generando dudas y sospechas de que los bienes exportados a estos países supuestamente podrían redirigirse a la Federación Rusa".
Si bien O’Sullivan no nombró puntualmente de qué países hablaba, la publicación señaló a Armenia, Kirguistán y Turquía como los Estados que aumentaron considerablemente las importaciones y exportaciones con la Unión Europea. Y "de comprobar la UE que Armenia está ayudando a Rusia a evadir los diez paquetes de sanciones europeas", a Ereván le cabrían también distintas sanciones y entonces "se rompería la luna de miel de la que disfruta el gobierno de Pashinian" en su relación con Occidente.
Por lo pronto, durante la conferencia de prensa conjunta brindada junto al canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro armenio Nikol Pashinian dijo que "las acusaciones de asistencia de Armenia a Rusia para eludir las sanciones occidentales son nada más que palabras sin sentido". Resta saber si sus amigos occidentales piensan lo mismo...
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