La Cumbre Europea, el fracasado encuentro Pashinian-Aliyev y la soledad de Armenia
Mientras Occidente intenta convencernos (y, en parte, lo logra con muchos) acerca de "su interés sincero y humanista sobre el destino de Armenia y su pueblo", cierra acuerdos económicos y estratégicos con Azerbaiyán, y fortalece su alianza militar con Turquía.
Por Adrián Lomlomdjian
El pasado 18 de julio, la cuarta reunión de la Comunidad Política Europea congregó a dirigentes de todo el continente en el palacio de Blenheim (Oxfordshire, Reino Unido), entre ellos, al primer ministro armenio Nikol Pashinian.
Como balance corto y concreto podemos decir que los máximos dirigentes europeos reafirmaron la continuación de su apoyo a Ucrania y debatieron -durante el encuentro- visiones y pareceres sobre temas como la energía y la conectividad, la seguridad, la democracia y la migración.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, representando a la Unión Europea, dijo: "Estamos trabajando juntos para que nuestro continente sea más seguro".
En el marco de esta IV Cumbre de la Comunidad Política Europea, el Primer Ministro de la República de Armenia, Nikol Pashinian, participó con una intervención en la mesa redonda donde se habló acerca de cómo "Proteger y garantizar la democracia".
Sin embargo, las expectativas sobre la presencia de Pashinian allí no tenían mucho que ver con el tema sobre el cual disertó el jefe del gobierno armenio, sino sobre los avances concretos en el acuerdo de paz con Azerbaiyán y con los otros compromisos asumidos por Ereván para sus "nuevos" y "exigentes" socios occidentales, con quienes acordó un plan, que incluye también, entre otras cuestiones fundamentales:
-la salida de la guardia fronteriza rusa de Armenia (en proceso... porque los guardias rusos abandonaron el aeropuerto de Zvartnots y los puestos fronterizos entre Armenia y Azerbaiyán, pero siguen presentes en las fronteras de Armenia con Turquía e Irán),
-"el fin de las relaciones estratégicas y fraternales entre Armenia y Rusia" (en proceso... ya que se concretó, en parte, con la crisis provocada por Armenia en la OTSC, la participación de Ereván en el aniversario de la OTAN -que está en guerra con Rusia-, los viajes de varios funcionarios de Estado armenios a la Ucrania gobernada por los nazis, las recientes maniobras militares conjuntas con Estados Unidos, y el anuncio de que en el Ministerio de Defensa de Armenia habrá como adjunto un militar representante de las Fuerzas Armadas yanquis).
Durante la realización de la IV Cumbre Europea, el primer ministro armenio volvió a reunirse con los distintos jefes de gobierno de los países involucrados en la “occidentalización” de Armenia, que hasta el momento significó la entrega de Karabaj y el vaciamiento de su población armenia, el traspaso de varios poblados de Armenia a Azerbaiyán, el establecimiento en el país de una “misión civil de observación” de la UE compuesta por policías, gendarmes y agentes de inteligencia europeos; y el avance de las negociaciones con Bakú para la firma de un acuerdo de paz donde priman, esencialmente, los intereses azerbaiyanos, turcos y occidentales.
Entre los encuentros bilaterales se destacan, como se ve en las fotos, los mantenidos por Pashinian con el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, con el presidente francés Emmanuel Macron y con el Canciller de la República Federal de Alemania, Olaf Scholz.
Oficialmente, con respecto a estas reuniones, desde el Departamento de Información y Relaciones Públicas de la Oficina del Primer Ministro de Armenia, se informó lo siguiente:
Encuentro Pashinian-Sánchez: "Las partes enfatizaron la necesidad de expandir y profundizar los vínculos comerciales y económicos y tomar medidas consistentes en esta dirección. Se discutieron cuestiones relacionadas con el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán. En este contexto, el Primer Ministro Pashinian presentó las posiciones de principios de la parte armenia. También tuvo lugar un intercambio de opiniones sobre el desarrollo de la cooperación entre Armenia y la UE".
Encuentro Pashinian-Macron: "Los interlocutores discutieron temas de la agenda de cooperación multidisciplinaria entre Armenia y Francia. Se abordó el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán. Se destacó la importancia de los esfuerzos para garantizar la paz y la estabilidad en la región. Los interlocutores intercambiaron opiniones sobre el desarrollo de la cooperación entre Armenia y la Unión Europea".
Encuentro Pashinian-Scholz: "Los interlocutores enfatizaron la importancia del desarrollo constante de la cooperación política y económica entre Armenia y Alemania y la implementación de pasos consistentes en esta dirección. Se abordó el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán. El Primer Ministro Pashinian presentó las posiciones de principios de la parte armenia sobre el proceso de delimitación de fronteras y las posibilidades de desbloquear las infraestructuras regionales. Se discutieron cuestiones relacionadas con los problemas humanitarios de los desplazados internos de Nagorno-Karabaj y las medidas para resolverlos. El Primer Ministro Pashinian presentó detalles de los programas a largo plazo del Gobierno de la República de Armenia, incluido el programa de vivienda. En el contexto de satisfacer las necesidades de los desplazados internos, las partes también enfatizaron la importancia del apoyo continuo de la comunidad internacional. Los interlocutores también se refirieron al futuro desarrollo de la cooperación entre Armenia y la Unión Europea".
Como vemos, meros formalismos que complementan las formas que tiene Occidente para manejar sus relaciones con "terceros" en su disputa con Rusia y China. La diferencia es que mientras Occidente usa (ocupa y saquea) a otros países como "punta de lanza" de sus planes de dominación, Rusia y China intentan establecer verdaderas relaciones entre iguales, basadas en el respeto, la cooperación y la solidaridad, y no en una alianza que tenga como objetivo a un "otro enemigo" en la mira.
El "esperado" y "no concretado" encuentro Pashinian-Aliyev
El presidente del Consejo de Europa, Charles Michel, mantuvo reuniones separadas con los líderes de Armenia y Azerbaiyán. “Fueron reuniones separadas, pero buenas”, le dijo a la prensa uno de los asesores que participó de las negociaciones.
Respecto a sus reuniones con los líderes de los gobiernos de Ereván y Bakú, y a sus opiniones sobre el acuerdo de paz que se viene negociando, los europeos se han manifestado casi que en el mismo tenor.
“He tenido muchas discusiones aquí, pero para mí son importante las conversaciones con el Primer Ministro de Armenia y con el Presidente de Azerbaiyán. Este año es extremadamente importante para esta región. Puede convertirse en un año de paz, si las partes continúan dando pasos eficaces y audaces entre sí”, afirmó el canciller alemán Olaf Scholz, en una conferencia de prensa tras reunirse con Pashinian en la IV Cumbre de la Comunidad Política Europea en Londres.
Según el funcionario alemán, “Europa en su conjunto acompañará a Armenia y Azerbaiyán en el camino hacia el establecimiento de una paz mutua, que durará mucho tiempo y garantizará una buena cooperación a largo plazo entre estos dos países vecinos”.
Uno de quienes públicamente apoyó los dichos de Scholz fue el presidente francés, Emmanuel Macron, quien afirmó que “si Ereván y Bakú completan la preparación de un tratado de paz, París los apoyará”.
Pero, muy a pesar de que los armenios occidentalistas y los funcionarios europeos continúan con su pirotecnia verbal, tratando de demostrar que todo es como ellos quieren que sea, en la IV Cumbre Europea hubo un cortocircuito bastante importante en esta “luna de miel armenio-azerbaiyana-occidental”.
Resulta que el gobierno británico invitó a una reunión bilateral armenio-azerbaiyana con su mediación, pero la misma no se concretó y las partes se responsabilizan mutuamente.
Hikmet Hachiyev, asistente del presidente de Azerbaiyán para Asuntos Exteriores, anunció que “la reunión fue propuesta por la parte británica” y que “la negativa del Primer Ministro de Armenia es una retirada de la agenda de paz”, dejando en claro que fue Armenia la que decidió no participar.
Por su parte, Any Badalian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia, dijo que “la parte armenia propuso una reunión bilateral entre el Primer Ministro de Armenia y el Presidente de Azerbaiyán en el marco de la Cumbre de la Comunidad Política Europea en el Reino Unido, pero la parte azerbaiyana rechazó la oferta”.
En verdad, lo importante es saber por qué no hubo reunión entre dos líderes, que al menos 10 veces al día desde hace varios meses, aseguran que están cerca de firmar un "histórico acuerdo de paz". Lo concreto es que ambos estuvieron en Londres, participaron en la misma reunión, se entrevistaron con los mismos "líderes europeos", pero se negaron a encontrarse y se acusan mutuamente del fracaso que significó eso a la vista de todos.
Londres, la paz, Occidente y después...
"¿Cómo se desarrollarán los acontecimientos si la parte armenia continúa aplicando una política hostil hacia Irán y Rusia, convirtiendo deliberadamente a este último en enemigo de Armenia?", preguntó el ex diputado y actual analista político Armán Abovian, agregando: "Puedo imaginar la alegría de la elite política de Turquía y Azerbaiyán por el continuo deterioro de las relaciones entre Armenia y Rusia". Nada más real, y muy preocupante, que lo señalado por Abovian.
Por su parte, el experto militar ruso Anatoly Matviychuk, al comentar sobre las fallidas negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán en el marco de la cuarta cumbre de la Comunidad Política Europea, dijo que "tanto Azerbaiyán como Armenia juegan su propio juego, con sus propias directrices y sus propios objetivos. Pero el beneficiado es el equipo inglés. Los británicos siempre intentan establecerse firmemente en el sur del Cáucaso. Para ellos, esto es de vital importancia. En primer lugar, se trata de recursos energéticos. En segundo lugar, el Cáucaso Meridional es la puerta de entrada a Oriente Medio y el control de las rutas comerciales, las rutas del Mediterráneo. Todo esto está entrelazado con la posición doctrinal de Gran Bretaña como potencia neocolonial, que hoy intenta hacer su juego, que en algunos lugares, incluso entra en colisión con el de sus aliados, como por ejemplo, con los Estados Unidos de América".
Y como ejemplo, Matviychuk sostuvo que "si la reunión se hubiera celebrado en presencia de la delegación británica, Gran Bretaña habría intentado jugar con condiciones que le resultan beneficiosas, es decir, la transferencia de algunos territorios y tierras y, por ejemplo, el libre paso a Najicheván, que desde todo punto de vista resultaría perjudicial a los intereses de Armenia". Por ello, Armenia sigue eligiendo a Estados Unidos y, en mucha menor medida, a Francia.
El politólogo Alexey Leonkov afirmó que el viaje del primer ministro armenio a Londres "es una señal clara de que Pashinian prefiere la integración europea y quiere que Armenia, muy probablemente, siga el escenario ucraniano". Y recordó que en Bucarest, en 2008, a Ucrania se le prometió ser miembro de la OTAN. "Y ahora estamos viendo a qué condujo esta promesa", sentenció Leonkov, advirtiendo que el primer ministro armenio está elaborando el mismo escenario.
Paralelamente a que desde Occidente (Estados Unidos-Gran Bretaña-Unión Europea-OTAN), Turquía y Armenia insisten en asegurar que la firma del acuerdo de paz y el establecimiento de relaciones entre ambos países vecinos es cuestión de semanas, desde Bakú sigue sonando los tambores de guerra.
Es que en medio de "tanta dulzura", y mientras sella acuerdos económicos y militares con sus socios norteamericanos, europeos, turcos e israelíes, Aliyev sigue declarando públicamente que no habrá firma del acuerdo de paz hasta que Armenia no cambie su Constitución y decida ponerle fin de manera conjunta al mediador Grupo de Minsk. Y no sólo eso, sino que sigue llamando "Azerbaiyán Occidental" a Armenia y acusa a Ereván de haber poblado con armenios "repatriados" los territorios históricos azerbaiyanos, con la complicidad de la Unión Soviética.
Estos son algunos de los frutos que recoge el pueblo armenio de las "relaciones carnales" establecidas con Occidente por sus sucesivas autoridades (Levón Ter Petrosian, Robert Kocharian, Serzh Sarkisian y Nikol Pashinian) a lo largo de estas tres décadas de Tercera República.
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