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La educación en Armenia Soviética

Erradicar el analfabetismo e instaurar un sistema educativo universal, laico y gratuito en todos los niveles, resultó fundamental para el vertiginoso desarrollo del país y la sociedad.

Hakob Hovhannisian, Rector de la Universidad de Ereván (1922-1930)

Por Adrián Lomlomdjian


Mucho se ha dicho y se sigue diciendo sobre los setenta años de socialismo en Armenia. Pero gran parte de lo que algunos afirman no son más que mentiras, tergiversaciones y falsificaciones producidas durante décadas por las usinas mediáticas al servicio del anticomunismo y el antisovietismo inescrupuloso.


Eso mismo que los liberales y defensores del capitalismo en todos sus matices gustan achacar como conducta fascista -“miente, miente, que algo queda”- es la misma práctica política y comunicacional aplicada desde siempre, y hasta nuestros días, por las fuerzas dominantes occidentales.


El 29 de noviembre de 1920, y luego de largos años de lucha contra la opresión y explotación de los imperios zarista y otomano, el pueblo armenio establecía en su territorio el gobierno de los soviets (consejos) populares de obreros, campesinos y soldados, poniendo en marcha el proceso de construcción de la nueva sociedad socialista.


El 9 de diciembre de 1920, el gobierno de la República Socialista Soviética de Armenia (a partir de ahora, RSSA) decretaba “el armenio como idioma del Estado dentro de las fronteras de la república y también el idioma turco en las áreas pobladas por personas de esa nacionalidad”. De esta forma, y a pesar de los permanentes conflictos interétnicos, matanzas y guerras, el naciente poder soviético priorizaba formar y educar a sus ciudadanos en la paz y la confraternidad entre los pueblos.


El gobierno soviético de Armenia se hizo cargo de todo el trabajo de educación y comenzó a crear un nuevo sistema, totalmente estatal. El primer paso fue separar la escuela de la iglesia, prohibir la enseñanza de temas religiosos, instaurando la educación laica. Para las autoridades del país, el nuevo sistema educativo –abarcativo de toda la sociedad- era fundamental para garantizar el desarrollo y fortalecimiento del naciente Estado. Y fue así como la educación en la Armenia Soviética alcanzó un crecimiento sin precedentes, comparándolo con otros países que partían desde las mismas condiciones y en ese lapso de tiempo.


Los primeros objetivos que se puso el gobierno encabezado por el legendario revolucionario armenio Alexander Miasnikian fueron: 1) eliminación del analfabetismo, 2) educación primaria obligatoria, luego transición a la educación de siete años, 3) organización de la educación técnica, 4) mejora de la educación superior.


El naciente Estado socialista armenio partía de una deficiente base heredada del imperio zarista y de los dos turbulentos años de la república creada en mayo de 1918. Datos de 1919, muestran que había sólo 17% de alfabetismo, 166 escuelas y 18 mil 600 estudiantes. En casi 20 años, la RSSA revirtió esos números: en 1920 el 83% de la población de la república era analfabeta, en 1926 el 61,3% y en 1939 sólo el 16%.


En las primera décadas, el gobierno socialista logró establecer una amplia red de escuelas públicas, lo que resultó de gran importancia para eliminar el analfabetismo de la generación más joven. Entre 1921 y 1930 fueron alfabetizados más de 200 mil trabajadores y personas mayores de edad.


Según datos oficiales, en 1926 había en Armenia 207.871 analfabetos de entre 15 y 40 años. En el ciclo lectivo 1926-1927 fueron alfabetizadas 45.000 personas, lo mismo que en el ciclo 1927-1928, en 1928-1929 los alfabetizados fueron 60.000 y otros 12.571 en 1929-1930.

Docente y primeros egresados Universidad de Ereván 1925-1926

Con un importante camino recorrido en la lucha contra el analfabetismo y teniendo en cuenta el ciclo escolar 1931-1932, el Gobierno de la RSSA declara “obligatoria la eliminación del analfabetismo y del semianalfabetismo en el país para todos los ciudadanos de entre 16 y 50 años hasta el 1 de enero de 1932 (específicamente los y las trabajadoras de distintas industrias, empresas estatales y comercios) y hasta el 1 de enero de 1933 entre los trabajadores del campo y habitantes de pequeñas aldeas alejadas de los centros urbanos. También se especificó que al 30 de mayo de 1932 no debía haber analfabetismo entre los ciudadanos de hasta 18 años.


Algunos otros datos estadísticos, sirven para demostrar el importante desarrollo vivenciado en esta esfera en la RSSA en la época anterior a la Gran Guerra Patria.


En 1921 comenzó a funcionar la Universidad Estatal de Ereván, con varias facultades. En 1923 se abrió el Conservatorio Estatal de Ereván y en 1928 el instituto de Veterinaria․ En 1930, varias facultades dependientes de la Universidad de Ereván se transformaron en Institutos, como el Politécnico, el de medicina, el de Pedagogía y el de Ciencias Agrarias.


En 1932 se transformó en obligatoria la educación básica y los 7 años. En el ciclo lectivo 1940-1941 los alumnos inscriptos en toda la república fueron 353 mil.


En 1940 funcionaban en Armenia Soviética 9 centros de estudios universitarios/terciaros con más de 11 mil alumnos. También se creó una red de instituciones de educación secundaria profesional y ya en 1940 funcionaban 62 escuelas técnicas con alrededor de 9.000 alumnos. Entre 1928 y 1941 hubo 22 mil graduados de las universidades y los colegios técnicos.


En lo que respecta al número de establecimientos escolares, se pasó de las 166 escuelas en 1919 a 545 en 1922, 1.147 en 1936 y 1.155 en 1940. También creció considerablemente la cantidad de alumnos: 18.600 en 1919 –antes de la revolución-, 67.400 en 1922, 213.500 en 1936 y 326.517 en 1940. En cuanto a los maestros, los 670 del año 1919 se transformaron en 11.900 en 1940.


Después de la Gran Guerra Patria, el número de escuelas en Armenia sigiuió aumentando. Para 1978, en la RSSA había 1.337 escuelas, 907 de ellas secundarias, en las que estudiaban 680 mil estudiantes y trabajaban 44 mil pedagogos. A fines de la década de los 80, las escuelas en toda la RSSA eran más de 1.500 y los estudiantes primarios y secundarios superaban los 700 mil. En las universidades e institutos terciarios y profesionales estudiaban casi 60 mil jóvenes, lo que constituía uno de los mejores indicadores porcentuales de la Unión Soviética.


Es importante destacar que a partir de la década de los 60 y hasta la restauración capitalista en Armenia, miles de jóvenes de las comunidades armenias establecidas en cientos de ciudades del exterior, tuvieron la oportunidad de cursar gratis sus estudios terciarios y universitarios en la RSSA, obteniendo el prestigioso título soviético, que los habilitaba a ejercer sus profesiones en la mayoría de los países de los cinco continentes.

Los primeros estudiantes estaban relacionados a las distintas facetas del arte y la cultura, pero a partir de los setenta comenzaron a llegar jóvenes que se establecían allí por cinco o seis años promedio, y volvían a sus países con una profesión que les permitía forjarse un futuro.


En los setenta, el promedio de estudiantes de la diáspora en las universidades armenias era de entre 300 y 400, y de ellos se recibían en distintas carreras un promedio de 70 por año. Durante los primeros años de la década de los 80, ya eran 700 los alumnos de la diáspora estudiando en la RSSA y en el año 1988, ese número había llegado a los 1.400 jóvenes, que no sólo estudiaban gratis, sino que al igual que el resto de los alumnos locales, recibían un estipendio mensual para poder hacerle frente a sus gastos.


Aquí vale subrayar que jamás fue requisito tener ideas comunistas o estar afiliado al Partido Comunista de sus países, para poder estudiar en la Armenia Soviética. Cientos de jóvenes de los entonces partidos diaspóricos Partido Ramgavar-Liberal, Partido Social Demócrata Hnchakian y FRA-Tashnagtsutiún, como así también enviados por la Iglesia Apostólica Armenia y las organizaciones armenias progresistas, cursaron sus estudios en la RSSA y luego retornaron a sus países para continuar con sus vidas. Lamentablemente algunos y algunas, haciendo de la mentira su práctica política cotidiana, falseaban la realidad vivida, aquella que les permitió estudiar y recibirse gratis en un país que los recibió con los brazos abiertos y los trató como a sus propios hijos.

Grupo de docentes de la diáspora en la portada de "Haireniki Tzain", 19.08.1987

Desde la parte educativa también es importante resaltar que cientos de escuelas de las comunidades diasporeanas recibían los libros para la enseñanza del idioma armenio desde la RSSA. Los mismos estaban en armenio occidental, había para los distintos niveles y eran enviados de manera gratuita para todo el alumnado.


Otro aporte de la Armenia Soviética al sistema educativo en la diáspora fueron los cursos de perfeccionamiento del idioma armenio para los docentes idiomáticos de las escuelas armenias en el extranjero. Un promedio de 30 docentes por año en la década de los setenta, y de 40 docente en los ochenta, participaron de los cursos. El gobierno de la RSSA se hacía cargo del pasaje de vuelta y de todos los gastos durante la estadía de un mes en Armenia.


A modo de conclusión de esta primera entrega sobre los distintos aspectos de la vida y desarrollo cotidiano de la Armenia socialista, vale la opinión de una docente universitaria actual, que alejada de toda pertenencia partidaria o afinidad ideológica con la RSSA, logra transmitir en uno de sus trabajados una visión objetiva sobre lo que fue la educación en Armenia durante el período soviético.


Para la profesora Lilit Mkrtchian, docente de la Facultad de Historia de la Universidad Estatal de Ereván, durante 70 años hubo en Armenia Soviética un sistema educativo estatal “que aseguraba el progreso socioeconómico, cultural y científico de la república con subsistemas de educación preescolar, vocacional y secundaria profesional-superior”.


Para Mkrtchian, “con las transformaciones introducidas en las décadas de 1920 y 1930, el analfabetismo masivo desapareció. La transición a la educación primaria obligatoria permitió reducir el analfabetismo de la población del 83% al 16% en 7-8 años. Y la construcción a gran escala de escuelas en la década de 1960 permitió la transición a la educación secundaria obligatoria”.


La actual docente universitaria también destaca en su trabajo “Sociedad civil y educación: reseña histórica”, publicado en Ereván en 2018, que “en el sistema educativo soviético todo estaba fundamentado” y que “el sistema no solo planificó el número requerido de especialistas, sino que también proporcionó empleo profesional y todos los gastos financieros incurridos por las universidades. Los fondos provienen únicamente del presupuesto, la educación era gratuita para todos. Principalmente, se estaba construyendo el potencial intelectual del país y por eso se lo consideraba un sistema desarrollado”.


Para finalizar, en marzo de 2015, durante los debates parlamentarios por otra reforma educativa –impuesta desde Europa-, el diputado Teván Poghosian, del bloque del Partido Tradición (centroderecha), aseguraba que “durante los años soviéticos, la educación de 10 años era obligatoria, pero la calidad de la educación en Armenia era la mejor”.


Algunas fuentes consultadas:

-“Las relaciones Armenia-Diáspora desde 1918 hasta nuestros días”, publicado por la Universidad de Ereván en 2017.

-“La educación en Armenia 1925-1932”, de R. Mirzakhanian.

-“Sociedad civil y educación: reseña histórica”, de Lilit Mkrtchian, publicado en Ereván en 2018.

-https://www.yerkir.am/news/view/82650.html

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