La Memoria, bandera para volvernos a encontrar
La memoria es eso que nos hermana en causas, aquello que ha sobrevivido a guerras mundiales, dictaduras genocidas o imperios sangrientos; es la esperanza que vive y se sobrepone siempre.
Por Juan Camilo Lenis*
Avanzaba el Covid19, mientras algo tan lejano como Wuhan se volvía una realidad tangible en los comunicados de los gobiernos, a muchos la cuarentena nos tomó con desprevención, corriendo para llegar al tren y al lugar adecuado antes que la media noche llegara, y a partir de eso, nuestros rituales diarios cambiaron, nuestras formas de perseguir reivindicaciones en el día a día dieron un giro. Marzo, abril y mayo, los meses de la cuarentena, los meses en los cuales la pandemia lo cambió todo; será difícil en un tiempo no remontarse a éste período y tener muchas historias y sentimientos contenidos.
Estos justamente son los meses donde se agrupan distintas fechas en el marco de la conmemoración de la memoria como un derecho fundamental a la resistencia, 24 de marzo de memoria, verdad y justicia en Argentina, 9 de abril por las víctimas del conflicto en Colombia, 24 de abril en conmemoración del genocidio armenio; donde hace 105 años el Imperio Otomano masacró a un aproximado de 1,5 millones de personas y el desplazamiento de miles más (Raphael Lemkin tomaría este suceso para crear el concepto de genocidio), 9 de mayo en la victoria contra el fascismo, 15 de mayo y la Nakba para el pueblo Palestino, 20 mayo en Uruguay y su marcha del silencio por las víctimas de la dictadura. Fechas varias en destinos diferentes, pero que nos unifican como humanidad.
Como lo expresa Jorg Luther, la memoria es un instrumento singular de la protección cultural y jurídica de los derechos humanos; han servido para recordar y reafirmar los derechos en las conciencias. Mientras suena de fondo la canción a la memoria del gran León Gieco en Argentina, miles de personas se preparan para colgar pañuelos en sus ventanas y puertas, las otrora multitudinarias marchas que gritan por el "Nunca Más" o "Memoria, verdad y justicia" hoy cambian las calles por redes y conexiones virtuales, a pesar de la cancelación de las marchas donde se conmemoran a las 30 mil personas detenidas y desaparecidas por la última Dictadura (1976 – 1983) las organizaciones de DDHH se mantendrían activas, copando el espectro virtual, la pandemia obligó a imaginar más y nuevas formas de militar. Unas velas son encendidas en la noche colombiana, el 9 de abril es la fecha donde se enmarcan a las víctimas del conflicto, ya que en 1948 se estima el inicio de una larga temporada de violencia, teniendo como actores tales como el estado mismo, guerrillas, grupos paramilitares, accionando en persecuciones políticas o injerencia extranjera.
“La Memoria es la que nos permitirá mantener el recuerdo de los que físicamente ya no están. Hacerlos presentes cuando no tenemos una tumba donde rendirles homenaje. La Memoria es la que nos permite luchar día a día contra el negacionismo, o su hermano menor, el relativismo que discute números”. Ariel Gelblung, director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina, nos presenta éste esquema de la memoria, donde nos moviliza a mantenerla siempre viva y palpitante. La memoria es eso que nos hermana en causas, aquello que ha sobrevivido a guerras mundiales, dictaduras genocidas o imperios sangrientos; es la esperanza que vive y se sobrepone siempre. Es el combustible que nos alienta a seguir, resistiendo, de pasar estos días de cuarentena, donde el aislamiento nos ha puesto límites físicos, un aliciente para superarlo y encontrarnos de nuevo en la plaza, de ser de nuevo un gran ente colectivo, como dijo Mario Benedetti, "en la calle codo a codo seremos mucho más que dos".
Fuente: Cuarentongos
* Comunicador social - Periodista, estudiante de maestría en Comunicación y DDHH en la Universidad Nacional de La Plata.
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