La misericordia blanca
El autor de la nota explica cómo a partir de un conflicto que emerge, comienza a opinarse sobre él reproduciendo el discurso de la cultura dominante.
Por Alejandro Szwarcman
Por lo menos a mí, no se a ustedes, me resulta más que palpable de qué manera flota en las superficies de las redes una especie de "racia"-lización en la opinión pública.
Quiero decir, de pronto ante un hecho como el conflicto en Ucrania, de qué manera emerge -y sin que los propios emisores a veces lo adviertan- la reproducción del discurso de la cultura dominante, producto de las relaciones de producción que engendra el propio capitalismo en el esquema de división social del trabajo.
¿A qué viene si no tanta súbita empatía con Ucrania, una región del mundo de la que en Occidente se sabe poco y nada? He hablado con más de una persona en estos últimos días que desconocen por completo qué es Ucrania. ¿Entonces de dónde surge de pronto tanta "misericordia"?
No quiero abundar en estas cuestiones, pero déjenme decir como nota al margen de página, que pocos saben por ejemplo, que Ucrania y Rusia son casi la misma nación, y que comparten un mismo origen histórico, étnico y religioso desde la creación del primer Estado eslavo en el siglo IX d. de C.; o que Ucrania, cuando todavía existía apenas como una región, estuvo a punto desaparecer si el Hetman de Kiev en el siglo XVIII no decidía integrar dicha región al zariato de Moscú. Menciono dos hitos, entre muchos otros, especialmente para los que no saben nada de nada. Pero igual opinan.
He leído en los últimos días exclamaciones espasmódicas del tipo "Ucrania estamos contigo" o "Fuera Rusia de Ucrania", que evidentemente conllevan una carga ideológica sustancial. Y no se relaciona para mí con que, por si fuera poca tanta ignorancia, existen alelados que creen que todavía existe la URSS. No. Hay algo más que eso. Creo que hay una actitud categóricamente racista que se esconde subrepticiamente detrás de ese consignismo de meme.
Si no fuera así entonces, ¿por qué no "estamos contigo Yemen", o "Fuera la OTAN de Siria", o en su momento "basta de genocidio en Ruanda"? O incluso Armenia, que tendría "a su favor" la condición de "primera nación cristiana de la historia". Pero no. La OTAN aspira a borrar a Armenia del mapa, usando como ariete a Azerbaiyán y a Turquía, porque de esa manera debilitaría a Moscú, quien perdería un posible aliado en la región. Entonces nadie se acuerda de la pobre Armenia. (Ni siquiera saben en que continente queda...)
El mundo es un TEG. Y algunos jugadores en pugna tienen la habilidad comunicativa de la escuela de Goebbels, teniendo para ellos como aliados a: a) los medios hegémonicos de desinformación; y b) la cultura dominante.
Parafraseándolo, Marx pregunta en voz alta, en una de sus memorables llamadas al pie de página de Das Kapital, "¿qué es un negro?"; fuera de todo contexto, un negro es sencillamente un sujeto con la piel oscura. ¿Pero qué es para la cultura dominante un negro en la división social del trabajo y en determinado contexto histórico?: un subhumano, un esclavo, un sujeto sin derechos.
Bueno, así funciona la ideología.
La misericordia también es ideológica.
Una falsa moneda que se intercambia entre hipócritas.
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