"La Voz Armenia" cumple 65 años
"Para que conozcan más y mejor a los armenios". Esa fue la consigna que eligió Nubar Lomlomdjian, sintetizando en ella el propósito del programa.
Redacción NOR SEVAN
La mañana del martes 7 de agosto de 1956 fue muy importante para Nubar, ya que ese día, desde la antigua sede que Radio del Pueblo tenía en la avenida Santa Fe, comenzaba a concretar uno de sus sueños y objetivos: LA VOZ ARMENIA.
La "Danza de los Sables", de Aram Khachaturian, fue elegida como tema de apertura. Y desde ese momento, se hace difícil no pensar en La Voz Armenia y en Nubar cada vez que escuchamos las melodías de una de las brillantes creaciones del inigualable compositor armenio soviético.
La primera canción que sonó como entrega musical fue la "Canción de la Fiesta" (ԵՐԳ ԽՆՋՈՅՔԻ), que llegó a cada hogar, emocionando a quienes se habían reunido alrededor del aparato radial y llevándoles a través de su letra algo de la alegría y la felicidad del pueblo armenio por el renacimiento nacional y cultural que vivía por entonces.
Cada programa de La Voz Armenia no era tan sólo enterarse de las intensa actividad que desarrollaban -y siguen desarrollando hasta ahora las instituciones armenias del país-, sino principalmente significaba reafirmar y solidificar los lazos de cada uno con la lejana Madre Patria.
Así fueron pasando los años, las décadas. Con incontables momentos de alegría y felicidad, con no pocas dificultades para sortear, pero con la enorme voluntad y la decisión inquebrantable de Nubar -y su compañera de la vida, Sara- de continuar la tarea y el compromiso asumido sin dejar doblegarse, ni siquiera en los momentos más difíciles.
A lo largo de estos sesenta y cinco años, La Voz Armenia mantuvo uno o dos programas semanales, según el año, excepto nueve meses del año 1997, cuando salió al aire de lunes a sábado, y dos años durante la última dictadura militar, cuando por un tiempo se habían prohibido los programas de colectividades, al menos, los de aquellos países que habían elegido el socialismo. Las audiciones fueron en su mayoría de una y dos horas, pero no faltaron los años en que el programa tenía una duración de media hora o de hora y media.
Son 3.600 programas en 65 años, que contribuyeron de manera importante en las tareas que hacen al mantenimiento de la armenidad, en general, y al de desarrollo y difusión de la cultura armenia, en lo particular.
Y si en el pasado se esperaba la audición para poder enterarse de lo que sucedía en Armenia o en las instituciones de nuestro país, o para conocer historias y personalidades, ahora, en la era de las comunicaciones, cuando nos enteramos al instante de lo que pasa del otro lado del océano, La Voz Armenia sigue siendo esperada y no perdió el interés de sus miles de oyentes, que acompañan cada transmisión sábado a sábado.
Podríamos enumerar incontables hitos a lo largo de estos sesenta y cinco años, pero debemos elegir algunos, que seguramente nos ayudarán a referenciar la importancia del camino andado.
Los festivales aniversario de La Voz Armenia fueron un sello distintivo -principalmente, durante la vida de Nubar- y se convertían en una cita de honor para un público que acompañaba incondicionalmente. Pasaron por los escenarios de las celebraciones de LVA artistas nacionales como Mariquita Gallegos, Virginia Luque, Sabú, Juan Carlos Mareco, Los Llaneros, Quinteto Tiempo, y los mejores exponentes de la canción, la música y la danza armenia, como Arturo Kouyoumdzian, Tatul Altunian, Nor Arax, Sardarabad, Valeria Cherekian, Pablo Kouyoumdzian, Mirta Satdjian y el Conjunto de danzas KAIANE, entre muchos otros.
Algo muy especial fue el festival 40 aniversario, con una sala Siranush a pleno, que permitió concretar el sueño de vida de Nubar: conocer Armenia.
Celebraciones especiales fueron -ya sin la presencia física de Nubar- el cincuentenario de La Voz Armenia, con dos transmisiones en vivo realizadas desde Ereván, desde los estudios de la mítica Radio Pública de Armenia, en agosto de 2006, y el 52° aniversario realizado en la Sala Siranush del Centro Armenio, con la presencia del cantante Guevorg Chakmanian, llegado especialmente desde la República de Armenia para participar del aniversario del programa.
En estos últimos años, el desarrollo de las comunicaciones permitió a La Voz Armenia compartir con los oyentes momentos inolvidables, como lo son, por ejemplo, las conversaciones en vivo con las sucesivas promociones de egresados de las escuelas armenias -particularmente con las del Instituto Marie Manoogian-, quienes desde Armenia nos transmiten sus primeros sentimientos y vivencias al conocer y recorrer la Madre Patria.
También quedaron grabados para siempre en la memoria de los oyentes la transmisión en vivo del desfile inaugural de los Primer Juegos Olímpicos Panarmenios, realizada desde el mismo campo de juego por Rubén Kechichian, directivo de UGAB y miembro de la delegación argentina; el último diálogo con nuestro amado Arturo Kouyoumdzian desde Bolivia; el reportaje al número uno del ajedrez armenio y número seis del mundo, Levón Aronian; la conversación mantenida el año pasado, en plena guerra, con el actual Canciller de Artsaj, David Babayan; el informe en vivo brindado por el periodista Hamo Moskofian desde Beirut, Líbano, a horas de la criminal explosión del año pasado, de la que también fue víctima directa el mismo periodista, cuya casa quedó destruida y él, hospitalizado con heridas; o más recientemente, la charla con el nuevo embajador de Argentina en Ereván, Mariano Vergara, quien nos contó cómo vivió su primer 24 de abril en Armenia y los proyectos de cooperación entre ambos países.
Actualmente, el equipo de La Voz Armenia está integrado por Adrián Lomlomdjian y Federico (hijo y nieto de Nubar), pero desde su ausencia el programa también contó en distintos momentos con la participación de Cecilia, su hija, y sus otros nietos: Iván, Emiliano e Irina.
Pero no sólo la familia de Nubar estuvo y está comprometida con la continuidad de La Voz Armenia, sino que durante estas décadas también tuvo la colaboración y el compromiso de muchos amigos y amigas, que contribuyeron de manera decisiva al crecimiento y enriquecimiento del programa. Vale recordar -con el peligro que conlleva olvidarse de alguien- a algunos de quienes acompañaron a Nubar y a La Voz Armenia a lo largo de estos sesenta y cinco años: Juan Menechian, Adolfo Cahian, Rosa Majian, Rupén Raymond Berberian, Hasmik Mkrtichian, Lilit Harutiunian, Alejandro Budano Serverian, Miguel Ohanessian, Enrique Mirakian, Andrés Tobbachian, Roberto Chino Bedrosian, Sol Krapridian.
A pocos días del fallecimiento del creador de La Voz Armenia, en el año 2001, el director de Radio Armonía (AM1600), Carlos Lavoro, decidió bautizar el estudio principal de la emisora con el nombre de Nubar Lomlomdjian. Todo un gesto y un homenaje que dimensiona a Nubar y su labor, y lo trasciende más allá de los límites comunitarios.
La Voz Armenia fue creada con un objetivo. Más allá de que su creador ya no está y que los tiempos cambiaron, La Voz Armenia continúa transitando por el camino elegido por Nubar. Porque quienes sintonizan cada emisión de La Voz Armenia, no sólo "conocen más y mejor a los armenios", sino también se interiorizan de lo que pasa en todas las instituciones de nuestra colectividad -sin exclusiones- y en la diáspora.
Pero también, tal como decía Nubar -"no somos una isla" y "este es el país, la patria de mis hijos y mis nietos"- La Voz Armenia está comprometida con los valores humanistas y progresistas que guiaron y guían el accionar de quienes en todo el planeta queremos y luchamos por sociedades justas y por un mundo de paz, amistad y solidaridad.
La Voz Armenia sigue siendo un bastión de la armenidad, del progresismo y del humanismo.
¡Felices 65 años!
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