Las juventudes de la comunidad no marcharon, pero exigieron justicia
Los y las jóvenes de la comunidad armenia de Buenos Aires se expresaron en el 105° aniversario del Genocidio Armenio perpetrado por el Imperio Otomano: "Hoy no podemos marchar, pero sí podemos y debemos seguir luchando por la memoria, la verdad, la justicia y la reparación".
Declaración completa
Se cumplen 105 años del genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano. Hoy, no nos encontramos frente a la residencia del embajador turco en Buenos Aires, porque el contexto es diferente. Nos atraviesa la pandemia mundial del coronavirus y nos tenemos que cuidar en nuestras casas. No podemos marchar, pero sí podemos y debemos recordar para que en ningún lugar del mundo, nunca más, tengan lugar delitos de lesa humanidad como el genocidio armenio.
Hace más de un siglo que nuestro pueblo pugna por la memoria y el reconocimiento de uno de los hechos más atroces que vivimos como humanidad. Aún hoy, la República de Turquía niega la responsabilidad del Imperio Otomano, su predecesor, en el planeamiento y ejecución de la matanza de 1.500.000 armenios. Nosotros continuamos reclamando su reparación.
Las políticas negacionistas motorizadas por la actual Turquía pretenden ocultar el Genocidio Armenio, con la distorsión de su propia historia a través de un amplio despliegue acompañado de los grandes grupos de poder económicos y los medios de comunicación.
A pesar de estas maniobras, 29 países reconocen este crimen contra la humanidad, gracias al inclaudicable trabajo de generaciones que no se resignaron en la búsqueda de justicia.
Nuestro país, Argentina, es el único en el mundo que en sus tres poderes reconoció el genocidio armenio. Este proceso es el resultado de una historia nacional que ha reivindicado la Memoria, la Verdad y la Justicia como pilar fundamental de la construcción colectiva. La lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo contra el olvido y el silencio para mantener la memoria viva de los 30.000 y el reclamo de justicia, marcaron a fuego nuestra historia. Los hechos históricos son diferentes, la lucha contra el negacionismo es la misma.
Como argentinos, descendientes de armenios y parte de la comunidad, defendemos los Derechos Humanos como legado de nuestros antepasados, de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo.
No somos indiferentes ante ningún genocidio ni delito de Lesa Humanidad, como el que han vivido nuestros antepasados. Nos moviliza la defensa irrestricta a la vida y las condiciones dignas, equitativas y soberanas para el desarrollo de los pueblos. Repudiamos a aquellos Estados que, con un fin similar, emulan las políticas genocidas y negacionistas de Turquía. La historia se repite en diferentes partes del mundo y es nuestro deber impedirlo, porque bien sabemos que un genocidio negado es un genocidio repetido.
No somos indiferentes y, por esto, repudiamos la represión que sufre el pueblo kurdo por parte del gobierno negacionista de Turquía, como pasó hace ya 105 años con nuestros antepasados.
No somos indiferentes y, por esto, repudiamos el lobby del gobierno azeri que junto a otras instituciones en nuestro país acusaron a Armenia de genocida. No somos indiferentes y, por esto, nos manifestamos en contra de los golpes de Estado y las violaciones a los derechos humanos en Latinoamérica y el mundo entero. Y así, expresamos nuestra solidaridad con todos los pueblos que la sufren. No somos indiferentes. Está claro. La pandemia del COVID 19 llegó para transformar nuestras sociedades. Nos demuestra que no es viable un mundo dominado por el individualismo, el negacionismo y las desigualdades raciales, de clase y de género. Es nuestra responsabilidad que la solidaridad no desaparezca cuando termine la pandemia. Por eso, como jóvenes que luchamos con convicción por las causas justas, defendemos las democracias donde se respeten las individualidades y la coexistencia pacífica de las diversidades. Creemos que es importante construir sociedades más solidarias, igualitarias, inclusivas y con memoria.
Hoy, paradójicamente, nos encontramos distanciados pero más unidos que nunca en nuestras acciones colectivas. Ya sea frente a la embajada, desde nuestras instituciones o desde nuestras casas seguiremos diciendo: TURQUÍA ESTADO GENOCIDA. El Genocidio Armenio es asunto de todos. Nunca más genocidios. Contagiemos memoria, verdad y justicia. Una vez más digamos NUNCA MÁS.
Կը յիշենք եւ կը պահանջենք:
Comments