Mientras algunos organizan "cumbres", otros construyen democracia real
En Cuba, el sistema democrático socialista impone a los diputados y electos, rendir cuentas de sus actos periódicamente ante los electores, mientras dure sus mandatos.
Por Ronald Suárez Rivas, Freddy Pérez Cabrera y Mailenys Oliva Ferrales - Cuba
Con un llamado a retomar sin formalismos el diálogo con el pueblo, realizar un juicio crítico respecto al quehacer del Poder Popular y encontrar respuestas a problemáticas sociales que gravitan en el sentir de los barrios y las comunidades, se desarrolla en toda Cuba, desde el pasado 10 de noviembre y hasta el próximo 23 de diciembre, el tercer proceso de rendición de cuenta del delegado ante sus electores, en el actual mandato.
Este ejercicio de genuina participación ciudadana y democracia socialista se produce tras una pausa de casi dos años impuesta por la pandemia de la covid-19, y en medio del esfuerzo descomunal que realiza el país para impulsar acciones constructivas y sociales dirigidas a erradicar problemas acumulados en zonas vulnerables, a pesar del recrudecimiento del bloqueo.
Al respecto, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, afirmó que «el intercambio directo de los delegados con la población hace de estas reuniones uno de los momentos más importantes de nuestro sistema político e institucional».
Se trata de un proceso esencial para la nación que, recogido en nuestra Carta Magna, permite a los ciudadanos participar de forma directa en el ejercicio del poder, tal y como lo constató este diario en las provincias de Pinar del Río, Villa Clara y Granma.
UN EJERCICIO TRANSPARENTE Y PARTICIPATIVO
Alex Zambrana pidió la palabra para plantear, una vez más, el tema del alumbrado público, que lleva años sin funcionar y hace que el barrio parezca una boca de lobo por las noches.
Maricela Echevarría se refirió a la inestabilidad en la recogida de desechos sólidos por parte de Comunales, y a la actitud negligente de algunas personas, de botar la basura frente a las casas de otros.
Darelys Rodríguez habló de los salideros de agua, y Reinaldo Ramos de las aguas albañales que corren por una parte del barrio.
Son vecinos de la circunscripción 29 del consejo popular 10 de Octubre, de la ciudad de Pinar del Río, quienes –como en toda la Isla– le han puesto «nombre y apellidos» a varias problemáticas sociales y tareas pendientes de algunos organismos en la reunión de rendición de cuenta del delegado.
Es por ello que, a juicio de Ariel Hernández, otro de los vecinos de esa comunidad, es muy importante que se retome este proceso, cumpliendo uno de los principios del Poder Popular.
«Es una muestra del carácter democrático de nuestro sistema, en el que todos podemos plantear abiertamente cualquier inquietud o cualquier problema que exista en la comunidad», acotó.
Jorge Luis Salas, delegado de la circunscripción 29 –después de cuatro asambleas a lo largo de dicha zona–, aseguró que tras la pausa impuesta por la pandemia, la participación de los electores ha sido muy alta, y también la disposición al diálogo y a la comprensión de los problemas.
«Los delegados teníamos expectativas de estar atendiendo un proceso diferente. La atención a los planteamientos en otro momento ha sido un poco más dinámica a partir de que la economía funcionaba de manera normal, pero ahora llevamos dos años en que la mayoría de los recursos han estado en función del enfrentamiento a la pandemia», explicó Salas.
No obstante, advirtió que no ha sido un periodo de inacción.
Durante este tiempo, por ejemplo, se ha laborado para mejorar el abasto de agua, que fuera un problema fundamental de esta zona en otro momento, y se logró eliminar la contaminación de la red hidráulica con la albañal.
Dijo, además, que ha habido acompañamiento por parte de los organismos y entidades con incidencia en los principales problemas de la comunidad, algo que ayuda a que se conozca de primera mano aquellas cuestiones que afectan a los vecinos y se valore la manera de resolverlas.
DELEGADOS, NO SOLO PARA INFORMAR
Aunque los delegados no manejan recursos, entre las facultades que le otorga su actividad está la de reclamar a las entidades estatales acciones concretas o respuestas convincentes ante determinadas situaciones o problemáticas sociales, para luego rendir cuenta a sus electores sobre los resultados obtenidos.
Como una ratificación de esa confianza en quien los representa, la electora Isabel Rodríguez, de la circunscripción 15, perteneciente al consejo popular de Condado Norte, de la provincia de Villa Clara, realizó un llamado a su delegado, Chester Danilo Chaviano, para que este no se fuera nunca de ese lugar y siguiera realizando su gestión como hasta ahora.
«Nosotros creemos en ti y te agradecemos por todo lo que has hecho para transformar la imagen y la vida de quienes residimos aquí», expresó la vecina de ese barrio humilde de Santa Clara.
Chaviano tiene dominio de los problemas que aquejan a sus electores, pues su reunión fue una verdadera radiografía de la circunscripción, sin complacencia y sí con muchas ideas de cómo cambiar el estado de cosas allí.
Vital resultó en la reunión la presencia de los principales actores de la comunidad, incluyendo los representantes de empresas que pueden contribuir al cambio que se necesita en el Condado. Sin embargo, como expresó el delegado, no puede esperarse a que todo venga de «arriba», porque lo más sensato es que los residentes en ese sitio cooperen y se sumen a la labor restauradora que allí tiene lugar.
Tal vez por ese lenguaje enaltecedor de su gente, la mayoría de las intervenciones estuvo cargada de sensibilidad y compromiso con la labor del delegado, a pesar de las insatisfacciones en un barrio donde todavía existen 94 familias protegidas por la Seguridad Social, madres con tres o más hijos que esperan por una vivienda decorosa, y un fondo habitacional deteriorado.
A pesar de esos problemas, como dijo Erick Mijail Cordero, ya se nota el avance en algunas obras, por ello pidió reconocer a empresas que han sido capaces de reparar bodegas y placitas, eliminar microvertederos o pavimentar varias calles.
A ese mismo elector, que denunció algunas indisciplinas sociales que se cometen en el barrio, Chester Danilo le aseguró: «Debemos dialogar con las personas, tocar puertas, conversar con los jóvenes. Ustedes me exigen y elevan la parada, pero también me tienen que ayudar. Unidos, entre todos, podremos resolver los problemas», expresó.
También en la circunscripción 164, perteneciente al consejo popular San Juan, de Bayamo –cabecera provincial de Granma–, el consenso entre los electores fue el de ratificar su respaldo a la gestión de la delegada Maité González, a quien no hay achaque del cuerpo que le impida pulsar las preocupaciones del barrio, o atender a un elector, incluso fuera de hora.
«El delegado no está solo para informar, tiene que sentir como suyo el problema del vecino que todavía no tiene teléfono fijo, o de ese otro que amanece a diario con un salidero frente a la casa, y así, cualquier situación en la que la persona se sienta acompañada. No siempre aparece la solución, pero lo que no pueden faltar son la gestión y la respuesta oportuna», expresó la curtida delegada.
Justo en los predios de la farmacia La Horqueta, una de las entidades que más comentarios e inquietudes generaron durante el diálogo popular en esa zona, se efectuó el encuentro en el que Maité González enumeró, con precisión milimétrica, cada uno de los planteamientos que siguen afectando a la vecindad; y también, cada una de sus visitas a los organismos implicados.
Allí se habló, además, de gratitud y reconocimiento a personas e instituciones destacadas en el combate a la covid-19; de avances sociales y empeños colectivos, pero de igual modo se enfatizaron los «lunares» humanos y las deudas materiales que laceran el mejor desenvolvimiento de muchos cubanos.
«Para nadie es un secreto la situación económica que tiene el país, pero hay asuntos que necesitan una revisión inmediata, como es el precio excesivo de algunos alimentos, tanto en la red estatal como en el mercado de oferta y demanda», señaló preocupada la jubilada Silvia Sánchez.
A su reclamo se unió el de varios vecinos, que se refirieron a los salideros del barrio, al mal estado de los viales, a la necesidad de incrementar las capacidades de la telefonía fija, y, sobre todo, a la urgencia de ponerle freno al desorden en las colas de la farmacia.
«Hay asuntos que no dependen de la voluntad gubernamental para resolverlos en lo inmediato, pero la disciplina y la tranquilidad social son responsabilidades de todos», aseveró la delegada Maité, quien recalcó que el poder del pueblo empieza en el barrio, «y es la reunión de rendición de cuenta su mejor expresión».
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