Más de 3.000 de personas marcharon a 108 años del genocidio armenio
La Mesa Interjuvenil de la Comunidad Armenia (MICA) denunció que un genocidio que está sucediendo ante los ojos del mundo.
Más de 3.000 personas marcharon ayer a la residencia del Embajador turco para conmemorar el 108º aniversario del genocidio armenio. La movilización fue organizada por la Mesa Interjuvenil de la Comunidad Armenia de Buenos Aires (MICA).
"Para nosotros es muy importante estar hoy en esta marcha, no solo para recordar lo que pasó en 1915, sino también para denunciar la continuidad de estas mismas políticas negacionistas, a través de Azerbaiyán y de Turquía, la heredera de aquel imperio otomano que llevó adelante aquellos crímenes", denunció Federico Lomlomdjian de la MICA. En diálogo con Télam, también se expresó Anush Ter Akopian de la juventudes armenias: "Esta es una eterna lucha por los derechos humanos, no queremos que le pase nunca más a ningún pueblo, desde ese lugar convocamos".
Las distintas agrupaciones juveniles convocantes marcharon nueve cuadras por avenida Figueroa Alcorta desde la Facultad de Derecho de la UBA hasta la residencia del Embajador de Turquía, llevando gran cantidad de banderas de Armenia, de Artsaj, de Argentina, antorchas, pancartas por la paz y el fin del bloqueo en el corredor de Lachín y entonando canciones alusivas.
Al llegar a la calle Aguado al 2800, los manifestantes se encontraron con la residencia vallada y montaron un escenario desde donde denunciaron los crímenes del Estado turco y del azerí. El acto comenzó con la entonación de los himnos de Argentina, Armenia y Artsaj presentados Ter Akopian y Lomlomdjian. Después, el archimandrita Aren Shaheenian, locum tenens de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina y Chile, trajo su mensaje de paz.
Luego, Alex Adjemian leyó el discurso de la MICA en armenio y Micaela Grasso junto a Matías Kederian en español (ver abajo). El acto de la juventud finalizó con la presentación de Sofía Madjarian, Candela Aksarlian y Florencia Delledone, quienes cantaron dos canciones típicas armenias.
Discurso de la Mesa Interjuvenil de la Comunidad Armenia:
¡Buenas noches, a todos y a todas! ¡Բարի Իրիկուն! Queremos empezar diciendo algunos datos importantes:
Entre los años 2000 y 2003, en Artsaj, se registraron más de 4000 nacimientos. Y en el año 2020, en solo 44 días, se registraron más de 5 mil víctimas fatales. La gran mayoría de ellos jóvenes. Como nosotros, que tenían proyectos y sueños. Que querían vivir en paz.
Jóvenes que deberían pensar en qué estudiar o en qué trabajar, fueron forzados a ponerse cascos e intentar defender el mismo territorio del que los quieren expulsar desde hace décadas. El mismo lugar que defendieron sus padres y sus abuelos antes que ellos. Jóvenes de 20 años forzados a defender a Artsaj y Armenia, una vez más, del intento genocida de Turquía y Azerbaiyán. Y todo esto no pasa porque sí, empezó hace más de 100 años.
Hoy se cumplen 108 años de la fecha que marcó el comienzo del Genocidio Armenio perpetrado por el Estado turco. El Estado que, para consolidarse como tal, puso en marcha un plan sistemático de deportación y exterminio, causando 1.500.000 de víctimas armenias, además de cientos de miles de asirios y griegos pónticos.
Lo que sucedió hace 108 años está íntimamente ligado a lo que está pasando actualmente y a nuestra vida diaria. O mejor dicho: lo que están haciendo hoy es consecuencia directa de la negación del plan que llevaron a cabo entre 1915 y 1923.
¿Por qué? Como decimos desde hace años, un genocidio negado es un genocidio repetido. La República de Turquía, heredera del Imperio Otomano, continúa con discursos y políticas negacionistas mientras el actual presidente turco Erdogan pretende concluir aquello que iniciaron sus antepasados hace más de 100 años. El autoproclamado Sultan sueña con hacer realidad el proyecto panturquista, es decir el proyecto en donde se unifica con Azerbaiyán y los otros países túrquicos, y ELIMINA TODA OTRA ETNIA Y NACIONALIDAD.
Por este proyecto, día a día persigue a los pueblos que habitan en la región, no solo al pueblo armenio, sino que también al pueblo kurdo, asirio, el propio pueblo turco y a las decenas de nacionalidades que habitan Turquía. Por este proyecto es que Armenia y Artsaj están perseguidas, tanto por Turquía desde el oeste como por Azerbaiyán en el este. Por este proyecto es que Azerbaiyán, en 2020, con el tirano Aliyev, su presidente, desataron un ataque genocida contra el pueblo de Artsaj, con más de 5 mil víctimas fatales y cientos de miles de refugiados. Desde la guerra de 44 días, Azerbaiyán puso en marcha un plan de destrucción del patrimonio cultural del territorio armenio de Artsaj, en las tierras que ocuparon por la guerra.
Por este proyecto es que hoy, desde hace 133 días, está bloqueado el corredor humanitario de Lachín, bloqueando todo acceso a la población de Artsaj: ¡NO BUSCAN UN ACUERDO, BUSCAN UN GENOCIDIO!
Este bloqueo genera que el pueblo de Artsaj tenga acceso limitado a alimentos, medicina, energía y asistencia humanitaria, dejando a su gente indefensa. Este ataque genocida se mantiene desde hace más de cuatro meses ante la indiferencia de las grandes potencias imperialistas. Así como Israel envió armamento en pleno ataque del 2020, la Unión Europea firmando un acuerdo multimillonario con Azerbaiyán para el suministro de gas. Sí, en medio de la avanzada azerí y de la agresión constante contra el pueblo armenio de Armenia y Artsaj, la UE decidió aumentar el comercio.
Y es el silencio de distintos países, el que permite que este acto se cometa con impunidad.
Y acá tenemos algo que decir a nuestro país, NUESTRO país, Argentina. Desde hace años que Turquía y Azerbaiyán mostraron un especial interés en la región: trajeron sus novelas, inauguraron la embajada azerí, incluso tanto interés tienen, que investigaron y crearon listas negras de periodistas argentinos. Y trajeron algo más: propaganda negacionista y fake news. Se juntan con legisladores, gobernadores, operan, y les dicen que nosotros, la comunidad armenia, somos extranjeros que quieren ir contra los intereses nacionales de Argentina.
Entonces respondemos: nosotros, argentinos de origen armenio, nietos y bisnietos de refugiados del genocidio, no le estamos pidiendo a nuestro país que se ponga “del lado” de Armenia. Exigimos, como argentinos, que respeten los acuerdos y tratados internacionales, pensados para un mundo de paz y para prevenir genocidios.
Nuestro país es uno de los más de 30 países que reconocen el Genocidio Armenio, y el único en hacerlo desde sus 3 poderes. Nuestro país, es ejemplo de la defensa de los DDHH y en ser uno de los pocos en juzgar a sus propios genocidas, esto gracias a la invaluable lucha de los organismos de DDHH, especialmente de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, es el único que lo reconoce en sus tres poderes.
Es desde el autoestima que el pueblo argentino recuperó tras juzgar su propio genocidio, que entendemos que hoy, nosotros, nuestra generación, quienes estamos acá, tenemos la responsabilidad de levantar nuestra voz ante semejante injusticia y la obligación de lograr que nuestro país, en el cual viven miles de descendientes armenios, e pronuncie en contra del accionar de Turquía y Azerbaiyán.
En contra del accionar que mató a esas 5 mil personas. Para nosotros no son sólo un número, son el motivo principal por el que continuamos luchando. Aquellos que perdieron la vida, se quedaron sin poder vivir los sueños que tenían, sin poder vivir en su tierra junto a su familia, junto a sus amigos. Gran parte de los fallecidos tenían nuestra edad. Sí, entre 19 y 30 años. Eran como jóvenes como nosotros que tenían proyectos y sueños, que querían vivir en paz. Artsaj ya cuenta con dos generaciones de familias que han padecido (y continúan padeciendo) la amenaza constante de Azerbaiyán. Repetimos: entre los años 2000 y 2003, en Artsaj, se han registrado más de 4000 nacimientos. ¿Cuántos de esos jóvenes han sido masacrados a manos del régimen de Aliyev? ¿Cuándo se van a dar cuenta que el objetivo de Aliyev y Erdogan es llegar a todos?
¡Exigimos que cese del Bloqueo de Lachin! ¡Que se respete el Derecho a la Autodeterminación de Artsaj!
No podemos ser indiferentes ante ningún genocidio ni delito de Lesa Humanidad, como el que han vivido nuestros antepasados. Debemos ser solidarios y hermanarnos con aquellos pueblos que son víctimas de las mismas políticas genocidas y negacionistas. La historia se repite en diferentes partes del mundo y es nuestro deber impedirlo: lo vamos a repetir hasta el hartazgo: un genocidio negado es un genocidio repetido, y no sólo en Armenia o en Artsaj, sino en los distintos rincones del planeta. Queremos reivindicar el derecho a la autodeterminación de los pueblos, a la integridad y el derecho a vivir una identidad.
Estamos acá para apostar por un futuro de paz y amistad entre los pueblos, porque queremos construir sociedades solidarias, igualitarias, inclusivas y con memoria. Luchemos contra quienes quieren que creamos que no hay nada por hacer y quieren que nos pensemos como individuos aislados, esos mismos que fomentan las divisiones entre pueblos, fomentan el odio, la indiferencia, la impunidad y el olvido a través del negacionismo.
Recordemos, no solo estamos marchando para conmemorar el aniversario de un Genocidio pasado, sino que también lo hacemos para denunciar uno que está sucediendo frente a nuestros ojos.
Por esto hoy, a 108 años de aquel 24 de abril, gritamos: ¡1.500.000 armenios presentes! ¡Reconocimiento de la República de Artsaj! ¡Fin del Bloqueo en el Corredor de Lachín! ¡Ayer y hoy, Nunca Más Genocidios!
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