¿Occidente quiere la solución o pretende embarrar la cancha?
Europa y Estados Unidos volvieron a dejar que las cosas "sucedan" para que sus enemigos se dañen, pero cuando observaron que pueden perder poder, se metieron en el conflicto.
Luego de más de 21 días de inacción y ante la posibilidad de que Rusia lograra "en soledad" finalmente solucionar el conflicto de Artsaj, alcanzando el cese de fuego humanitario y haciendo que las partes volvieran a las mesa de negociaciones, Occidente comienza a mover algunas fichas y a "mostrar" algo de interés en lo que pasa en el Cáucaso Sur.
Claro que a esta altura, y conociendo "los bueyes con los que aramos", uno se pregunta si este repentino interés occidental será beneficioso o perjudicial, principalmente para el pueblo de Artsaj, que se defiende y lucha para que sea respetado su legítimo derecho a la autodeterminación.
El secretario de Estado estadounidense, Michael Pompeo, acaba de confirmar que el 23 de octubre recibirá a los ministros de Relaciones Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, Zohrab Mnatsakanian y Jeyhun Bayramov, con el objetivo de ponerle fin a las hostilidades en Nagorno-Karabaj.
Pompeo no dudó en catalogarla como "una situación diplomática difícil", destacando que la opinión de su país es igual "a la de casi todos los países europeos" y "que el camino correcto a seguir es poner fin al conflicto y declarar la necesidad de garantizar la reducción de la escalada militar. Ningún país debería intervenir echando leña al fuego, ni proporcionar armas ni apoyo. Entonces allí será posible llegar a una solución diplomática favorable para todos". Aunque resulte increíble, esto lo dijo el Secretario de Estado de la principal potencia militar y genocida del planeta, involucrada en cuanta invasión, golpe de Estado y ataque a países y pueblos que haya en cualquier rincón del mundo.
Queda claro, que tal como nos enseña la historia Europa y Estados Unidos vuelven a dejar que las cosas "sucedan" para que quienes ellos consideran sus enemigos o adversarios (Rusia, Irán, Turquía, Siria) "se dañen entre ellos" y cuando ven que están a punto de perder "poder o influencia", se meten de lleno, no para solucionar, sino para decir acá estamos.
Hoy, en Bruselas, el presidente de Armenia, Armén Sarkisian fue recibido por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien le aseguró que "la OTAN no es parte del conflicto que afecta a Nagorno Karabaj", en respuesta a las acusaciones de Ereván, de que Turquía, miembro de la alianza militar, juega un papel fundamental en el ataque azerbaiyano a Artsaj, ya sea suministrándoles armas, aviones y hombres, y enviando miles de mercenarios.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también se reunió en su despacho de Bruselas con el presidente de Armenia, a quien le subrayó la necesidad de respetar el alto el fuego en Nagorno Karabaj. "La violencia en Nagorno Karabaj debe cesar. En mi conversación con el presidente de Armenia, reiteré nuestra más profunda preocupación por las continuas hostilidades. Las partes deben observar el alto el fuego y regresar a la mesa de negociaciones sin ninguna condición", escribió Michel en su cuenta de Twitter.
Durante estas tres semanas, fueron muy pocas las voces de autoridades norteamericanas o europeas que hayan condenado el indiscriminado y constante bombardeo sobre las poblaciones civiles armenias por parte de Azerbaiyán, incluso utilizando bombas de racimo, prohibidas por las convenciones internacionales. Siempre hablaron de "las partes" y "agresiones mutuas", cuando la realidad indica que hay un agresor, Azerbaiyán -con la ayuda de Turquía e Israel-, y un agredido, el pueblo de Artsaj, que resiste la invasión y ocpuación de sus tierras y lucha por su autodeterminación.
También hoy, pero en Moscú, el canciller ruso Lavrov recibió por separado a los ministros Mnatsakanian (Armenia) y Bayramov (Azerbaiyán), con quienes dialogó y acordó sobre los mecanismos a poner en práctica para el cumplimiento del cese de fuego humanitario. "En las conversaciones se abordaron cuestiones urgentes relacionadas con el cumplimiento de los compromisos del alto al fuego acordados previamente en la zona del conflicto en Nagorno Karabaj y la creación de condiciones para lograr una resolución duradera de la crisis", dice la información oficial de la Cancillería rusa.
Mientras tanto, ahí cerquita de la frontera entre Artsaj, Armenia, Azerbaiyán e Irán, se llevan adelante intensos combates. Las fuerzas de autodefensa de Artsaj resisten las agresiones azeríes a sólo 60 kilómetros del corredor de Lachín, que une Artsaj con Armenia. De otro lado de la frontera, Irán advirtió a Azerbaiyán que no permitirá que drones, aviones no tripulados y bombas invadan su espacio aéreo, como ya ocurrió durante la semana pasada, cuando las fuerzas iraníes derribaron varios drones azerbaiyanos.
Por su parte, las Fuerzas Armadas Armenias junto a la Base Militar Rusa N° 102 apostada en la frontera armenio-turca, comenzaron la movilización de miles de soldados armenios y rusos hacia las fronteras del país, cumpliendo con las decisiones de las autoridades y con el objetivo de fortalecer los mecanismos tendientes a garantizar la seguridad de la población y la inviolabilidad de la soberanía territorial armenia.
Fuente: La voz armenia
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