Pashinian, Babayan, las relaciones con Occidente y Rusia, y el futuro de Artsaj

Mientras Ereván avanza en su "luna de miel con Occidente", que sin dudas la depositará sin escalas en manos de Turquía y Azerbaiyán, Artsaj y su pueblo resisten, luchan por su autodeterminación y ven como las autoridades de Armenia están dispuestas a no acompañarlos.

Por Adrián Lomlomdjian

"Voy a Praga y allí ya está programada una reunión cuatripartita entre el presidente de Azerbaiyán, el presidente de Francia, el presidente del Consejo de la Unión Europea y yo. También está prevista una reunión con el presidente de Turquía. Si nada cambia, estas serán las reuniones principales, que encajarán en la discusión de la agenda de paz", dijo hoy en la Asamblea Nacional de Armenia el primer Ministro Nikol Pashinian, quien agregó que desde la capital de la República Checa partirá con rumbo a Leningrado (San Petersburgo), Rusia.

Pashinian es uno de los invitados a participar en la Reunión Cumbre de la Comunidad Europea.

Al abordar una cuestión íntimamente relacionada a las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, el primer ministro armenio afirmó que existen ciertas oportunidades para el diálogo directo entre Artsaj y Azerbaiyán.

"Creo que hay cierto espacio para iniciar una conversación entre Nagorno Karabaj y Azerbaiyán", señaló el jefe del Gobierno armenio, asegurando que dará los pasos que sean necesarios en esa dirección.

Quien brindó mayores precisiones en este sentido fue el Canciller armenio Ararat Mirzoyan, que durante su intervención en el Parlamento explicó que "existe la idea de crear un mecanismo internacional para el diálogo entre Stepanakert y Bakú, y las discusiones al respecto ya están en marcha". Y agregó: "Definitivamente, tenemos nuestro propio enfoque y Azerbaiyán tiene el suyo. Cuando lleguemos a una posición mutuamente aceptable, lo informaremos a la opoinión pública".

Cabe recordar que ayer, 4 de octubre, los Cancilleres de Armenia y Azerbaiyán sostuvieron una conversación telefónica con el Secretario de Estado de los Estados Unidos. Según lo informado, durante la conversación discutieron sobre el desarrollo de un tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y la creación de mecanismos para discusiones entre Stepanakert y Bakú.

Hasta aquí, algunos datos que ayudan a comprender hacia dónde avanza la administración Pashinian en su plan de resolver "las cuestiones pendientes del pasado", ya sea con Azerbaiyán, como con Turquía. Queda claro que como ya lo hizo en su momento la dirigencia política armenia dominante a principios del siglo veinte, la dirigencia actual vuelve a elegir la "opción occidental". En aquel entonces, el genocidio y la pérdida de territorios históricos fueron las consecuencias de confiar en potencias extra-regionales a las que nada les importa más que el dominio político-militar-financiero y el saqueo de las riquezas naturales de cada país que ocupan o controlan.

Todo indica que Pashinian y los suyos, con cierta complicidad -hasta aquí- de la oposición encabezada por el tándem Kocharian-Sarkisian, avanzan hacia los objetivos establecidos por la denominada "Revolución de Terciopelo", aprovechando la situación particular de Rusia, que tuvo que resolver mediante una operación militar extraordinaria la seguridad de las poblaciones civiles -mayoritariamente rusas- del Donbass y otras regiones.

Sin embargo, en Artsaj suenan voces de rechazo a estas propuestas que llegan desde Ereván y que fueron acordadas con Bakú, Ankara y Occidente.

"Como parte de Azerbaiyán, Artsaj sólo tiene un destino: la destrucción. Hemos visto cómo Azerbaiyán trata a los prisioneros armenios capturados. Si Artsaj es parte de Azerbaiyán, este es el destino que le espera a toda nuestra gente. Por lo tanto, pase lo que pase, no debemos perder los principios. Sí, estamos en una situación difícil, los desafíos son muy serios y así sucesivamente, pero ello no significa que debamos abandonar nuestros principios y aceptar ser parte de Azerbaiyán. Sería un suicidio. Seremos torturados, tratados de manera inhumana, nos converiremos en animales", expresó hoy el Ministro de Relaciones Exteriores de Artsaj (Karabaj), David Babayan.

Babayan, quien acaba de regresar de una extensa gira por los Estados Unidos, fue contundente en sus declaraciones: "Rusia es el único país que realmente garantiza la seguridad de los armenios de Artsaj, lo que sería imposible sin lapresencia de las fuerzas rusa de paz. Por otro lado, actualmente Estados Unidos es el único país que todavía puede frenar a Turquía a través de medios políticos". Lo que se dice, un hombre de Estado que piensa no de acuerdo a su conveniencia, sino teniendo como prioridad los intereses de Armenia, Artsaj y los armenios.

Y completando su idea, el actual Canciller de Karabaj señaló: "Tenemos una diáspora y debemos mantener buenas relaciones con todos los países donde hay comunidades armenias. Esto es por nuestro interés y no significa que una cosa deba hacerse a expensas de la otra, esta forma de actuar la encuentro inaceptable. Si hay 3 millones de armenios viviendo en Rusia, ¿por qué deberíamos ser anti-Rusia, especialmente cuando nuestro futuro depende de ello? Si no hay fuerzas de paz rusas, no habrá Artsaj. Esto no significa que debamos convertirnos en enemigos de Occidente, para nada, porque por ejemplo, hay dos millones de armenios en los Estados Unidos. ¿Pero debe ser la rusofobia el único criterio para manifestarse pro-occidentales? Esto no es normal. Estamos obligados a tener una buena relación con nuestro aliado natural, con quien hemos desarrollado nuestras relaciones de forma objetiva y durante un largo período de tiempo".