Pese a la condena popular, Israel continúa el genocidio en Palestina
La inacción de Naciones Unidas no puede ser considerada otra cosa que complicidad de muchos gobiernos con el ente sionista. Mientras tanto, los pueblos del mundo alzan sus voces solidarias con los palestinos, su resistencia y su lucha por el fin de la ocupación.
Por Adrián Lomlomdjian
Ayer se cumplieron 26 días consecutivos de bombardeos genocidas lanzados por el ejército de ocupación israelí por aire, tierra y mar contra los civiles en la Franja de Gaza, además de los ataques permanentes sobre Cisjordania, Siria y Líbano.
Y como dice el refrán, “más vale tarde, que nunca”, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentino se sacudió un poco de encima la presión sionista y llamó a Israel a “detener de inmediato los bombardeos de instalaciones civiles en la Franja de Gaza”, condenando “los ataques contra el campamento de refugiados de Yabalia”.
Según el comunicado de la Cancillería argentina, nada justifica la violación del derecho internacional humanitario, y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados, sin realizar distinción alguna.
Se añade que la profundización de la violencia en la Franja de Gaza está causando un número cada vez mayor de víctimas. "La población civil, en particular mujeres, niños y ancianos, es la que se ve más afectada por este conflicto", agregaron desde el ministerio.
Por su parte, la Embajada de Palestina en Argentina nos presenta a diario un informe de la situación existente en el territorio, que a la vista del mundo entero, está siendo arrasado por el genocida gobierno sionista sin ningún tipo de contemplaciones, y ante la indiferencia y complicidad de las Naciones Unidas en su conjunto, que salvo honrosas excepciones, no han realizado más que declaraciones condenatorias del accionar criminal de Israel, como si tan sólo con palabras pudieran ponerle freno a tanto odio y veneno supremacista.
Nadie habla de sanciones ni de castigos para Israel, incluso el autoproclamado sultán Erdogán, que se vende como arduo defensor de la causa palestina, pero que aún no decidió cerrar el grifo del oleoducto que pasa por Turquía y lleva hacia Israel la mayor cantidad de petróleo que allí se consume a diario.
En su informe de ayer, la representación palestina en Buenos Aires da cuenta que desde el 7 de octubre de 2023, el ejército israelí asesinó a 8.850 personas, de ellas 8.720 en Gaza y 130 en Cisjordania. Los heridos son más de 22 mil en Gaza y 2.100 en Cisjordania. El total de los desaparecidos hasta el momento es de 1.950 personas. El 73% de los asesinados son niños, mujeres y ancianos.
La organización Defense for Children International aseguró que al menos 3.648 niños palestinos fueron asesinados por los bombardeos israelíes, cifra que no incluye a los más de mil niños y niñas que están desaparecidos bajo los escombros.
Quince, de los 35 hospitales existentes, están completamente fuera de servicio, al igual que 51 de los 72 centros de atención primaria de la salud. El Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el principal centro oncológico de la Franja de Gaza, ya no funciona debido a la falta de combustible y a los daños causados por los ataques aéreos durante las últimas 48 horas. Entre los asesinados por Israel figuran 132 miembros del personal de salud que trabajaba en hospitales y centros de atención primaria.
Según la Organización Mundial de la Salud, hay más de mil pacientes que necesitan diálisis para sobrevivir. Además hay más de dos mil pacientes en tratamiento por cáncer, 45 mil personas que padecen enfermedades cardiovasculares y 60 mil personas diabéticas que no reciben sus medicamentos. Son 4.600 mujeres embarazadas las que se encuentran en condiciones peligrosas pre y post-parto. Muchas cirugías se realizan sin anestesia, incluidos los partos por cesárea.
Al menos 33 periodistas y 70 voluntarios de Naciones Unidas cayeron bajo las bombas israelíes. La organización “Reporteros Sin Fronteras” anunció que había presentado una demanda contra Israel ante la Corte Penal Internacional, por la comisión de "crímenes de guerra" contra periodistas durante la actual agresión de la ocupación contra la Franja de Gaza.
Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, pidió “el fin de esta violencia, dolor y sufrimiento espantoso” y agregó “estar consternado por la escalada de violencia en Gaza, la matanza de palestinos, incluidos mujeres y niños, en los bombardeos israelíes en las zonas pobladas del campo de refugiados de Yabalia”.
Por su parte, Martin Griffiths, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, señaló que “estas son sólo las últimas atrocidades infringidas al pueblo de Gaza mientras la guerra entra en una fase aún más aterradora, con consecuencias humanitarias cada vez más horribles. El mundo parece incapaz e incluso reacio a actuar. Esto no puede continuar. Necesitamos un cambio importante”.
El director de la Oficina de Nueva York del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Craig Mokhiber, presentó su renuncia en protesta por la incapacidad de la organización para detener el genocidio en Gaza.
“Una vez más, estamos viendo cómo se desarrolla un genocidio ante nuestros ojos, y la Organización a la que servimos parece incapaz de detenerlo. El genocidio que estamos presenciando en Palestina es producto de décadas de impunidad israelí proporcionada por Estados Unidos y otros gobiernos occidentales y décadas de deshumanización del pueblo palestino por parte de los medios corporativos occidentales. Ambos deben terminar ahora. Debemos defender los derechos humanos”, enfatizó Mokhiber.
La carta de renuncia de Mokhiber fue filtrada a la prensa internacional, y en varios medios publican que allí se puede leer que “algunas partes en la ONU, incluso al más alto nivel, han agachado vergonzosamente la cabeza con el poder” al tratarse de los derechos de los palestinos. En la misiva, el ahora ex alto comisionado de las Naciones Unidas afirma que Israel tiene una potente "propaganda" para presentarse como equivalente del pueblo judío, por lo que toda crítica a la política de su Estado es tachada de antisemitismo.
"El derramamiento de sangre en el conflicto palestino-israelí debe detenerse para evitar que la crisis se extienda a todo Oriente Medio", declaró el representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, en una sesión especial de emergencia de la Asamblea General de la organización mundial sobre Palestina.
"Tampoco puedo evitar detenerme en la hipocresía de Estados Unidos y sus aliados, que en otras situaciones hacen llamamientos al respeto del derecho humanitario, crean comisiones de investigación e imponen sanciones a quienes en realidad sólo utilizan la fuerza como último recurso para poner fin a años de violencia", expresó Nebenzia.
"Viendo la horrible destrucción en Gaza, la muerte de miles de niños y el espantoso sufrimiento de la población civil sometida a un bloqueo total, todo lo que pueden hacer es hablar del supuesto derecho de Israel a la autodefensa, cuando, como potencia ocupante, no tiene tal derecho, como lo confirmó la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia en 2004", agregó el diplomático ruso.
Mañana, viernes 3 de noviembre, a partir de las 16 horas, cientos de organizaciones políticas, sociales, gremiales, estudiantiles, comunitarias y de derechos humanos, convocan a una concentración en la Plaza de los Dos Congresos bajo la consigna "Alto el genocidio a las niñeces y el pueblo palestino".
Siempre solidarios con el pueblo palestino y su lucha, desde la Unión Cultural Armenia nos sumamos a la actividad y convocamos a nuestros compañeros y compañeras, amigos y amigas, miembros de la comunidad armenia, a estar presentes, condenando a los genocidas y solidarizándonos con nuestro hermano pueblo palestino.
¡LA CAUSA DE LOS PUEBLOS ES UNA SOLA!
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