Por el 24 de abril, la Unión Cultural Armenia realizó la XI Jornada por los Derechos Humanos
Después de tres años sin poder hacer la actividad de forma presencial, el Festival por la Paz y la Amistad entre los Pueblos recordó un nuevo aniversario del genocidio armenio.
Redacción NOR SEVAN
En la Casa de la Cultura Armenia, se realizó el sábado 23 de abril la XI Jornada por los Derechos Humanos "Festival por la Paz y la Amistad entre los Pueblos", organizada por la Unión Cultural Armenia y su juventud (JUCA). Esta edición resultó especial, ya que por primera vez se realizó en un ámbito cerrado. Las anteriores ediciones tuvieron como sede la Plaza Inmigrantes de Armenia, emplazada en el corazón del barrio de Palermo, donde están asentadas muchas de las instituciones de la comunidad armenia.
Con una sala colmada, la actividad comenzó con las palabras de bienvenida brindadas por la compañera Adriana Cámara Kasbarian, vicepresidenta de la UCA, quien tuvo a su cargo la conducción de la jornada. A través de un mensaje grabado hizo llegar su adhesión el sociólogo, politólogo, catedrático y escritor Atilio Borón, que por razones particulares no pudo estar presente. “Quiero hacerle llegar mi fraternal abrazo y toda mi solidaridad para con la comunidad armenia residente en Argentina, ya que mañana, 24, se conmemora un nuevo aniversario de la tragedia que ha sido el genocidio armenio a manos del Estado turco”, dijo el académico.
Seguidamente, la cantante Valeria Cherekian conmovió y emocionó a todos y todas las presentes con la interpretación de las tradicionales canciones armenias “Guiliguiá”, “Binguiol” y “Azk Parabandz”, el tango “El día que me quieras” -con una estrofa en idioma armenio gracias a la traducción del siempre bien recordado Iervant Abadjian-, y el tema “Mi nombre es Armenia”. Lágrimas en las mejillas -de quienes sabían armenio y de quienes no-, aplausos y vítores acompañaron cada interpretación en la inigualable voz de Vale, quien también emocionada agradeció el cariño y reconocimiento de los presentes.
A continuación, fue invitada a traer su mensaje la querida Madre de Plaza de Mayo -Línea Fundadora-, compañera Nora Cortiñas, quien una vez más decidió estar presente ante la invitación realizada por la UCA. Norita comenzó emocionada por las canciones interpretadas por Valeria Cherekian y tal como lo hizo la cantante antes del tema “Binguiol”, también hizo mención a la compañera kurda Dilán Bozgan -presente en la sala- y recordó su viaje al Kurdistán y su encuentro con las Madre de los Sábados. “Estuve con ellas y aunque no hablamos el mismo idioma, nuestros corazones latieron juntos”, afirmó y siguió contando detalles de aquella inolvidable experiencia que terminó de unirla con la lucha del pueblo kurdo.
Símbolo de una generación de madres y abuelas que preservaron con su ejemplo la memoria colectiva y guiaron la búsqueda de verdad y justicia, Nora Cortiñas no sólo reivindicó la lucha por la plena vigencia de los derechos humanos a partir de la defensa de la vida, sino también reafirmó lo indispensable que resulta enfrentar este sistema injusto, que mantiene a grandes sectores poblacionales en la marginalidad, sin trabajo y sin esperanzas de un futuro mejor. Fue allí que enfatizó su rechazo al pago de la deuda externa fraudulenta y a cualquier tipo de acuerdo con el poder que somete al pueblo a la explotación y la opresión.
Al hablar del genocidio armenio, destacó el ejemplo de los armenios y sus descendientes en haber logrado mantener la lucha a través de las décadas y en cada rincón del planeta, transmitiéndola de generación en generación. Hizo referencia a la experiencia personal de haber conocido la tragedia armenia desde muy temprano a través de una vecina sobreviviente del genocidio, que siempre visitaba su casa y les contaba los horrores sufridos por ella misma y por sus padres, abuelos y demás familiares. Nora Cortiñas dijo que en su búsqueda por conocer más sobre los armenios, leyó mucho y encontró dos poesías que, para ella, eran el testimonio no sólo del dolor sufrido por los armenios, sino también de cómo son ellos. Una de las poesías era Mushegh Ishjan, poeta sobreviviente del genocidio que quedó huérfano a los dos años, y la otra del célebre William Saroyan, nacido en 1908, en California, en el seno de una familia que había huido de Bitlis (territorio armenio en el imperio otomano) durante las sistemáticas matanzas organizada por las autoridades del imperio desde fines del siglo 19.
“Recuérdenme...,/ Que este inenarrable / y luctuoso hecho -el gran crimen- no se cubra de olvido. / Llamaré, llamaré esta noche a la puerta cerrada de vuestros ensueños,/ para que despierten las conciencias ociosas / de su hondo letargo siquiera un momento. / ¿No me conocen? / Yo soy aquel niño hermoso/ que exhausto y semidesnudo / en el diserto de Der-El- Zor se durmió un día / y jamás despertó”, comenzó leyendo Nora Cortiñas, muy emocionada, el poema “Recuérdenme...”, de Mushegh Ishján.
Cuando entre lágrimas, y a través de una cerrada ovación los presentes le agradecían su compromiso con la lucha de los armenios, continuó con la lectura de la poesía “Armenia”, de William Saroyan: “¡Adelante, continúen aniquilando esta raza !/ ¡Destruyan armenia! ¡Miren si pueden hacerlo! / ¡Sáquenlos de sus casas y envíenlos al desierto! / ¡Déjenlos sin comida! / Quemen sus casas e iglesias / Pero luego, miren si no son capaces / De volver a reír. / vean si no vuelven a cantar o a rezar. / Y cuando dos de ellos se encuentren / en cualquier lugar del mundo/ vean si no vuelven a crear una nueva Armenia”, finalizó su intervención la querida Madre y compañera de todos, Nora Cortiñas.
El presidente de la UCA, compañero Adrián Lomlomdjian, comenzó agradeciéndoles a Nora y a Valeria, “porque siempre están, siempre responden afirmativamente al llamado institucional”. Y subrayó: “Ya las sentimos parte de esta casa, son integrantes de nuestra gran familia”. A su vez, destacó la importancia para las nuevas generaciones del ejemplo viviente de luchadoras como Nora Cortiñas, quien a pesar del paso del tiempo y de toda una trayectoria militante, sigue en primera línea, no acompañando, sino guiando y logrando que las nuevas generaciones la sigan acompañando a ella y a sus inclaudicables convicciones.
El presidente de la Unión Cultural Armenia hizo un relato histórico breve del genocidio y de cómo fue para nuestros abuelos y padres llegar a tierras tan lejanas y ponerse a construir la estructura necesaria para mantener la armenidad en las futuras generaciones. Y hoy, esas nuevas generaciones nacidas aquí y consustanciadas con el quehacer nacional, no olvidan sus raíces, sino por el contrario, mantienen el idioma, la cultura y las tradiciones, en el caso de la UCA, no desde concepciones nacionalistas, sino desde posiciones humanistas y progresistas, que tienen como principios principales la paz, la amistad y la solidaridad entre los pueblos.
El compañero Lomlomdjian señaló que, lamentablemente, Armenia y su pueblo se encuentran ante la misma disyuntiva frente a la que estuvieron hace algo más de cien años atrás, cuando por un lado resistían los embates criminales del panturquismo y por el otro luchaban por su existencia. “Hoy, parecería que el tiempo no pasó. Como hace un siglo atrás, con algunas particularidades, vemos a las mismas víctimas y los mismos victimarios. En aquel entonces, logró ponerse freno al caos y encaminar para bien la situación gracias al triunfo de la Revolución Socialista en Rusia, al surgimiento de nuevos Estados y al nacimiento de la Unión Soviética, que logró aglutinar bajo un mismo techo y un mismo proyecto a decenas de nacionalidades, entre ellos a los armenios, que comenzaron a construir una nueva sociedad para todos. Fue un intento, pero también una inigualable realidad que duró siete décadas”.
Lomlomdjian criticó el rol de medios masivos de comunicación, señalando que están al servicio de los intereses de los poderosos, haciendo de la mentira y la tergiversación su práctica política cotidiana. Subrayó la importancia de buscar la información en los sitios que aún no fueron contaminados por el poder dominante, de analizar y reflexionar. Y dijo, a modo de interrogante: “¿Es como dice Occidente que Rusia comenzó la guerra en Ucrania? ¿O la realidad es que Rusia empezó a ponerle fin a la guerra que desde hace treinta años los Estados Unidos y la Unión Europea, a través de la OTAN, llevan adelante tratando de acorralarla y someterla?”. También habló de lo fundamental que resulta para el pueblo armenio, y para la seguridad de Armena y Artsaj, la amistad fraterna con el pueblo ruso, y la alianza estratégica entre ambos Estados.
Para finalizar, reiteró la lucha por la paz, por la defensa del derecho de los pueblos a su autodeterminación y por la solidaridad activa, como básicas para terminar con un mundo y con sociedades basadas en la explotación y la opresión.
Seguidamente hizo uso de la palabra la compañera Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino Palestinas, quien expresó su tradicional solidaridad con la lucha del pueblo armenio por el reconocimiento internacional de Genocidio e interiorizó a los presentes de la conmovedora e inquebrantable lucha del pueblo palestino, que desde hace más de seis décadas resiste la ocupación sionista y la política genocida implementada por el gobierno de Israel.
Para finalizar la velada, la Compañía argentina de danzas folklóricas armenias Kaiane y la Orquesta de la UCA –dirigida por el maestro Andy Istephanian- llevaron la música y la danza armenia con el brillo y la calidad interpretativa que caracteriza a ambos colectivos artísticos, haciéndose merecedores del reconocimiento de los presentes.
Estuvieron presentes Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Julieta Martínez Moltó, Concejala de Vicente López-Frente de Todos; Malena Cholakian, Concejala de Vicente López (MC); Mario Oundjian, del Colegio Armenio Arzruní; Manasés Aschian, de la Unión Patriótica Armenios de Aintab; Andrea Vlahusic y Paola Gallo, del Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MOPASSOL); Silvana Jarmoluk, del Consejo Coordinador de Compatriotas Rusos en Argentina; Tilda Rabi, de la Federación de Organizaciones Argentino Palestinas; Rosa Grushka, de la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina (ICUF); Alberto Mas, de la Casa de la Amistad Argentino Cubana; Natasa Loizou, miembro de la comunidad chipriota y Directora Ejecutiva de ANMaC; Dilán Bozgan, comunidad kurda; Jorge Cantor, de la Asociación para la Unidad de Nuestra América; las compañeras Elena Smidt, Silvia Jabif y María Fernández, de Memoria Palermo; y Alicia Barvich, de la Comisión Vesubio Puente 12.
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