Por un 2023 con paz y amistad entre los pueblos

Hemos realizado mucho, pero no nos conformamos. Por eso, ya planificamos superar las metas de 2022, manteniendo y desarrollando nuestra propuesta en los distintos frentes, y sumando nuevas iniciativas.

Por Adrián Lomlomdjian,

presidente de la Unión Cultural Armenia

Termina un año especial. 2022 fue el momento de la vuelta a la plena presencialidad, que motivó reencuentros y alegrías producto del retorno a mucho de lo habitual, pero también fue un año complejo y difícil a escala nacional e internacional.

Nuestro país, continúa sumido en una crisis política eterna (como la deuda…), producto de la insistencia de los distintos gobiernos de turno -con sus matices y sus más y menos- en avanzar teniendo como guía un sistema que no es la solución, sino el problema.

En lo internacional, la prepotencia occidental para “llevarse puesto” todo aquello que intente poner en duda su hegemonía político-militar-económico-industrial-financiero-cultural-comunicacional, se topó con la mano en el pecho de Rusia, que comenzó una campaña por la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, como primer paso a cuestionar la unipolaridad dominante de Occidente (Estados Unidos-Unión Europea-OTAN).

El pueblo armenio, lejos de comenzar a superar la etapa trágica de la postguerra, vio como se profundizaba día a día no sólo la crisis interna en la República de Armenia, sino también la situación cada vez más difícil en Artsaj (Karabaj) -producto de la no solución de un conflicto que sigue vigente-, los procesos de recomposición y restablecimiento de relaciones con Azerbaiyán y Turquía, y lo más preocupante, los permanentes cortocircuitos -generados mayoritariamente por Ereván- en las relaciones con su aliado estratégico: Rusia.

Y aquí, en Buenos Aires, nosotros, la Unión Cultural Armenia. Generando proyectos y debatiendo propuestas, intercambiando ideas, construyendo el hoy y el mañana en nuestra Casa de la Cultura Armenia. Y no sólo allí, sino también en distintos ámbitos comunitarios, conjuntamente con otras organizaciones e instituciones a quienes nos hermanan la historia común -en muchos casos-, pero también la sinceridad y la transparencia al momento de debatir, planificar y pasar a la práctica.

Fue una año intenso para nuestra institución, que supo aprovechar la vuelta a la presencialidad y a la habitualidad, en lo que respecta a la militancia individual, colectiva y al accionar institucional. Y eso fue posible porque hemos sabido conformar un núcleo militante conciente e inquebrantable, que supo cumplir cada uno de los compromisos asumidos.

A la puesta en punto de nuestra sede -que duró todo el año y sigue...- debemos agregarle la 11° Jornada por los Derechos Humanos, con la presencia de nuestra querida Madre Nora Cortiñas; el madagh institucional en la Iglesia Santa Cruz de Varak y el salón del Colegio Arzruní, de Flores; nuestra presencia en las marchas del 24 de abril y en la realizada hacia la embajada de Azerbaiyán; el inolvidable encuentro Kaiane (Buenos Aires)-Gayané (Montevideo); la recepción en nuestra sede a la directora de Armenpress y al director del Conjunto Pert; nuestro aporte al acto homenaje a los desaparecidos realizado por el Depoprtivo Armenio; la participación del KAIANE en el Festival Nacional de las Colectividades -en el predio de Migraciones- y en la Fiesta Provincial del Inmigrante, en Berisso; el 62° festival anual del Conjunto Kaiané y la Orquesta Armenia en el Teatro El Nacional -a sala llena-; la celebración del 29 de Noviembre de 1920 y la entrega de las Menciones Simón Yogourtjian y Arturo Kouyoumdzian; la Muestra Anual de la Escuela de Cultural Armenia de la UCA y la fiesta despedida del año.

Pero además de todo esto, comenzamos con las clases abiertas de ajedrez y tenis de mesa; volvimos con el periódico NOR SEVAN en papel; seguimos con las clases de armenio occidental; continuamos con NOR SEVAN diario digital y con LA VOZ ARMENIA como propuesta institucional de programa radial al servicio de la armenidad, además de mantener nuestra presencia activa en las redes sociales.

A todo lo detallado debemos sumarle la actividad conjunta con instituciones de distintas colectividades, nuestro aporte permanente al trabajo mancomunado con sectores progresista y de izquierda de Armenia, Artsaj y las comunidades de la diáspora; nuestra participación activa en el movimiento antifascista internacional y en la lucha histórica de otros pueblos -cubano, palestino, kurdo, sirio, originarios de América, entre otros- contra enemigos comunes.

Para sostener estas acciones se necesita de un colectivo humano comprometido y responsable, que si bien tiene su cabeza en la comisión central de la UCA, continúa y se nutre de su juventud, la JUCA, y de los equipos de conducción y colaboradores de los distintos frentes de trabajo institucionales. Su unidad de acción es la verdadera y única garantía de los logros obtenidos.

Hemos realizado mucho, pero no nos conformamos. Por eso, ya planificamos superar las metas de 2022, manteniendo y desarrollando nuestra propuesta en los distintos frentes, y sumando nuevas iniciativas.

El desarrollo del Kaiane -en todos sus niveles-, de nuestra Orquesta Armenia, de la Escuela Integral de Cultura, de nuestros medios de comunicación -Nor Seván y La Voz Armenia-, de las escuelas deportivas, y el fortalecimiento de las relaciones de trabajo con el Centro Nacional Armenio del Uruguay y con nuestras organizaciones hermanas armenias y no armenias, serán los objetivo centrales en un 2023 realmente importante, durante el cual no deberemos descuidar ningún otro frente.

El acompañamiento, el apoyo y el aporte de los cientos y cientos de compañeros y compañeras, amigos y amigas, son fundamentales para seguir adelante, para que las nuevas generaciones comprometidas con cada una de las iniciativas que desarrollamos, no se frustren ni pierdan las esperanzas, ni se alejen diciendo “la colectividad no vale la pena”. Por eso, les agradecemos de corazón.

Cada uno de ustedes, amigos, amigas, familia, lectores, tiene su lugar si decide sumarse. En la Unión Cultural Armenia, cada uno de nosotros, lo que somos capaces de hacer y brindar, se transforma en nuevas propuestas y más actividades.

No queremos que nadie se quede afuera. Que las instituciones que con tanto sacrificio y esfuerzo construyeron nuestros antepasados, estén llenas de vida y se mantengan así. Nuestro compromiso colectivo es sumarnos de manera desinteresada a todo aquello que sea para el bien común. Y no sólo sumarnos, sino llevar propuestas y asumir la responsabilidad de llevarlas a la práctica.

¡Nuestras puertas están abiertas!

Por un 2023 plagado de momentos felices, y mucha fuerza para los hombres y mujeres que siguen luchando por hacer realidad el sueño de un mundo sin explotadores ni opresores, con paz, confraternidad y solidaridad entre los pueblos.