¿Quién va a detener a Erdogan y a su marioneta Aliyev?

Los planes de Erdogan, su alianza con Azerbaiyán, Ucrania e Israel, y la pasividad de quienes tendrían que ponerle freno a sus ambiciones neo-otomanas.

Hamo Moskofian, Beirut

2020 fue un año muy activo para el autoproclamado sultán neo-otomano Erdogan y su multimillonario financista y dictador títere Aliyev. Ataques diarios a las aldeas y pueblos kurdos, armenios, siríacos y árabes del norte de Siria, matando y deportando a la fuerza a decenas de miles de personas, reclutando y enviando a miles de mercenarios y asesinos turcomanos a Azerbaiyán y Artsaj para participar en una guerra donde más de 10.000 soldados y ciudadanos inocentes fueron asesinados, pobrados saqueados y quemados, gente inocente decapitada, incluso cementerios destruidos, iglesias y monumentos vandalizados... También, creando todo tipo de problemas y conflictos muy peligrosos en el Mediterráneo, Chipre y Grecia, hablando abiertamente de los derechos "turco-otomanos", que son difundidos por las calles de Viena, Bruselas, París, Berlín y Copenhague por criminales “erdoganistas-DAESHistas”, entrenados y pagados generosamente por Ankara y Bakú.

Como si todo esto no fuera suficiente, el sultán neo-otomano Erdogan sueña con revivir el Estado tártaro de Crimea de la Edad Media, que gobernó 400 años sobre las naciones cristianas de origen ruso, ucraniano, rumano, búlgaro, armenio, que colaboró también con los ejércitos nazis, pero su traición fue severamente castigada por Stalin, quien los deportó al final de la Segunda Guerra Mundial hacia la tierra desde donde habían llegado, en Asia Central. Ahora, otro actor de series de comedia, el presidente electo ucraniano Zelensky, estableció una extraña "amistad" con Erdogan, quien le prometió "liberar" Crimea de los rusos y cederla a los ucranianos... Zelensky está muy seguro de que los "Bayraktar" turcos y sus tanques le permitirán destruir la República de Donbass, como hicieron en Artsaj, olvidando que Crimea está defendida por cohetes nucleares, bombarderos estratégicos de largo alcance y armas de destrucción masiva, lo que podría terminar en una guerra nuclear, acabando con la “Plataforma Crimea” sugerida por la primera ministra de Asuntos de Tatar, Emine Dzhaparova, y sus sueños de recrear el kanato tártaro.

Por lo tanto, todos los grandes poderes están felices de que exista este "Sultán", incluso si desciende de un georgiano islamizado de Rize y su primer "padre" espiritual fue otro armenio islamizado de Erzrum, ¡Fathulla Gulen!

Los líderes europeos lo critican, pero al mismo tiempo Turquía es el mayor cliente de los tanques y vehículos blindados alemanes. Mientras, el gigante empresarial turco-azerí-israelí "Azizo" mantiene transacciones comerciales por miles de millones de dólares con los líderes actuales de Estados Unidos e Israel. Todos los aviones de combate y tanques turcos se están actualizando en Israel, pero Erdogan se presenta como el "campeón" de los derechos de los palestinos. Las actuales “relaciones tácticas” con Rusia podrían colapsar en cualquier momento, particularmente en marzo de 2021,cuando la disputa histórica por Nakhichevan surja de los archivos “olvidados” y deba ser devuelta a Armenia o Rusia.

El último sueño diabólico que le queda a Erdogan es ser el "Il-Khan" superior de todas las naciones turcas desde Occidente hasta el Lejano Oriente, ¡hasta el Turquestán chino! Un número aún desconocido de uigures de China se estableció en Turquía y el norte de Siria, encontrando todo tipo de ayuda cultural, de inteligencia, militar y propagandística de Ankara. El liderazgo chino ya advirtió a Turquía que responderá con mucha dureza si el régimen de Erdogan continúa interfiriendo en los asuntos internos de China.

Y mientras Erdogan y Aliyev se jactaban de su victoria contra los 3 millones de Armenia y Artsaj (120 millones de turcos, mercenarios, tecnología israelí), alardeando sobre Enver Pashá, Nurí Pasha y el Azerbaiyán iraní, Teherán respondió de inmediato que el actual Azerbaiyán era parte histórica de Irán y jamás permitirán ninguna provocación por parte de Erdogan y su títere Aliyev, cuyo país ya fue ocupado por el ejército neo-otomano de Turquía.