Garo Paylan presentó una ley para reconocer el genocidio armenio en Turquía
El diputado del Partido Democrático de los Pueblos presentó un proyecto para reconocer el genocidio, eliminar los nombres de los perpetradores de la esfera pública y conceder la ciudadanía turca a los familiares de los sobrevivientes.
Por Emiliano Lomlomdjian
"Después de 106 años, la Gran Asamblea Nacional es la apropiada para reconocer el genocidio armenio y lograr justicia", expresó Garo Paylan el pasado 24 de abril. Ante el Parlamento, el militante del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) conmemoró este día de luto para su pueblo que fue exiliado y masacrado.
El diputado armenio recordó la historia de su familia: "Huérfanos como mi abuela sobrevivieron y llevan 106 años buscando justicia". "Ella se fue de este mundo sin ver justicia y mi padre, también. Soy la tercera generación de armenios en Turquía que busca justicia", denunció desde el centro de la cámara de diputados.
"Y con este fin, entregué un proyecto de ley para que la Gran Asamblea Nacional de Turquía reconozca el genocidio armenio, que tuvo lugar en esta tierra y que en esta tierra se logrará justicia", manifestó.
El parlamentario del HDP aseguró que antes de la Gran Masacre, el "Imperio otomano era una comunidad multicultural de pueblos donde convivían muchos grupos étnicos y religiosos, entre ellos, uno de los más importante era el armenio". Pero que "la junta, conformada por Talaat, Enver y Djemal, decidió exiliar a los pueblos no musulmanes para construir una nación basada en una identidad única", resaltó.
Garo Paylan detalló como inició el genocidio: "Un mes después de las detenciones del 24 de abril, se inició el exilio y las masacres con la Ley de Deportación Temporal". "En los diarios que llevaba Talaat Pasha, hay información de que entre 1914 y 1917, 1.150.000 armenios otomanos fueron 'destruidos'", subrayó.
Por otra parte, el parlamentario cargó contra el negacionismo del Estado turco que justifica lo ocurrido en 1915 como una "medida natural de guerra". "La negación de este gran crimen provocó que se repitiera durante 106 años y que en nuestro país se cometieran muchas veces crímenes de odio contra las minorías", repudió.
Asimismo, dijo que los nombres de los genocidas deben ser removidos de las calles, espacios públicos, escuelas y sus monumentos, ya que que con estos se respalda la política de negación. En su lugar, planteó que debe recordarse a los funcionarios que se opusieron a las masacres y que fueron borrados por la historia oficial.
"Los crímenes de lesa humanidad del pasado imperial de la República de Turquía deben ser reconocido para brindar justicia", agregó ejemplificando con los casos de Argentina, España y Portugal.
Por último, el militante armenio propuso que Turquía debe conceder la ciudadanía a los descendientes de las familias desplazadas entre 1915 y 1923. "Sería un primer paso importante para afrontar el pasado y brindar una disculpa a los nietos de los sobrevivientes", declaró.
Recordando los ejemplos de quienes se animaron a romper el silencio y enfrentaron la persecución como Hrant Dink, Paylan aseveró que llegó el momento de reconocer el genocidio. "Numerosos Estados y Parlamentos de todo el mundo lo han reconocido, sin embargo, estas decisiones no curaron las heridas del pueblo armenio". "Porque la gran catástrofe debe discutirse acá, en el parlamento de Turquía, y debe nombrarse como tal para garantizar justicia. Si esto se logra, no importará lo que los jefes de Estado y parlamentos de otros países tengan que decir al respecto", cerró.
Declaración del Partido Democrático de los Pueblos
El 24 de abril de 1915, 250 intelectuales y políticos armenios fueron sacados de sus hogares por la el Comité de Unión y Progreso, forzados al exilio y masacrados. Aquel día comenzó el genocidio armenio. El pueblo armenio fue masacrado en gran medida al ser expulsado de su tierra natal, donde vivió durante milenios. Anatolia se volvió anticristiana. Como resultado del genocidio, los bienes personales y la propiedad cultural cambiaron de manos por voluntad pública.
Fueron 106 años de enfrentamiento con Turquía por el genocidio armenio. Este crimen que no se ha enfrentado, se ha repetido y se ha trasladado hasta nuestros días. El genocidio quedó impune y, como consecuencia, la discriminación y los delitos motivados por el odio se convirtieron en algo habitual.
En primer lugar, el genocidio armenio, como problema humanitario, legal y social, debe afrontarse y aceptarse de manera justa en la actualidad. Este tema no es uno que pueda sacrificarse tanto para el cálculo político interno o para la contabilidad política y el posicionamiento en la política exterior.
El Genocidio Armenio tuvo lugar en estas tierras y la justicia debe establecerse en estas tierras.
Es muy importante mostrar la naturaleza del mecanismo de genocidio sobre los pueblos griego, siríaco, caldeo, kurdo, aleví y yezidi. Reconocer estas masacres y atrocidades es la condición sine qua non de una vida en común.
En el 106° aniversario, sentimos el genocidio contra los armenios, los pueblos antiguos de estas tierras, la gran catástrofe y la tragedia humana en nuestros corazones, y recordamos a los que fueron asesinados con respeto y misericordia.
24 de abril de 2021, Junta Ejecutiva Central del Partido Democrático de los Pueblos
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