Vahakn Khachaturian: presidente de una Armenia cada vez más sola y aislada
El mandatario armenio, que vino para participar de la asunción de nuevo presidente argentino Javier Milei, es uno de los principales responsables de la inseguridad de Armenia y su futuro cada vez más incierto.
Por Adrián Lomlomdjian
El actual presidente de Armenia, Vahakn Khachaturian, se hizo conocido por estas tierras debido a la decisión de asistir a la asunción del flamante presidente argentino, Javier Milei. No vaya a ser que el empresario Eduardo Eurnekian se enoje con alguno…
Khachaturian no es un novato de la política, sino que es un dirigente formado al calor del nacionalismo y el antisovietismo militante de los años 90, devenido hoy en antiruso que no conoce de límites, si se trata de cumplir con los objetivos elaborados para Armenia por Washington, Bruselas y Paris.
Según sus propias palabras, “desde 1988, cuando vine a la Plaza de la Ópera, me sentí miembro del Movimiento Nacional Armenio y me dediqué a luchar por una Armenia libre y independiente, donde podamos vivir felices. Hasta hoy, sigo luchando por ello”.
Lindas palabras las del actual mandatario armenio, que como todos quienes se llenan la boca hablando de “libertad e independencia”, nunca dicen qué significa eso y cómo repercutiría en la vida cotidiana de la sociedad. Son los mismos que después gobiernan y aplican planes que degradan cada día más la vida de las mayorías, y quienes insisten en quitar derechos y beneficios obtenidos luego de largas décadas de luchas colectivas.
Hoy, ese Khachaturian que “soñó y luchó”, toma decisiones. Y podría hacer mucho más que nosotros para que el pueblo de Armenia viva felíz en su tierra. Pero parece que está más preocupado y ocupado con asuntos más importantes como cumplir objetivos elaborados en el exterior, defender intereses foráneos y garantizar su futuro y el de la familia…
Volviendo a la actividad política del presidente de la República de Armenia, es de destacar que a este verdadero monje negro, que camina y acciona entre las sombras, no le produce nada raro decir y asegurar que para Armenia son más confiables Turquía y Azerbaiyán que Rusia. Ni siquiera se pone colorado al decirlo.
Khachaturian nació en Sisian, Armenia Soviética, en 1959 y cursó sus estudios terciarios en el Instituto de Economía Popular de Ereván, de donde egresó 1980 con el título de Economista. Sirvió en el Ejército Soviético entre los años 1980 y 1982. Hasta mediados de la década de los 90 del siglo pasado, Vahakn Khachaturian fue diputado del Consejo Municipal de Ereván y luego presidente del Comité Ejecutivo del Ayuntamiento de Ereván, es decir, Alcalde de la capital armenia. Fue elegido diputado de la Asamblea Nacional de la Tercera República de Armenia entre 1995 y 1999, y la mismo tiempo fue asesor del presidente Levón Ter Petrosian.
En el año 2000, junto a otros dirigentes políticos, creó el Centro Raíces para el desarrollo de la Democracia y la Sociedad Civil, y luego, en 2006, se transformó en cofundador de la organización social y política Alternativa. Estas organizaciones fueron y son financiadas por los Estados Unidos a través de la USAID (CIA) y por los gobiernos de distintos países de la Unión Europea, a través de fundaciones dedicadas a financiar Golpes de Estado, revueltas, persecuciones políticas y judiciales en los países donde existen gobiernos que no responden a sus órdenes.
A partir de 2008 ocupó cargos de conducción en el Partido Congreso Nacional Armenio, liderado por el ex presidente Ter Petrosian. Luego del Golpe de Estado institucional de 2018, encabezado por el actual primer ministro Nikol Pashinian, Vahakn Khachaturian fue designado primero ministro de Industria de Alta Tecnología y, posteriormente, presidente de la República.
Es uno de los más importantes funcionarios de Estado y como tal, junto a Pashinian (primer ministro), Mirzoyan (canciller) y Simonian (presidente parlamentario), es uno de los máximos responsables políticos de la actual situación crítica en la que se encuentra Armenia. Y también, uno de los principales militantes del nuevo lineamiento pro-occidental adoptado por la administración Pashinian.
Haciendo un poco de historia, vale la pena poner en conocimiento de nuestros lectores que en 2011, por invitación de la Universidad Çukurova de Turquía y de la Fundación de Investigación Económica y Social de Turquía, Vahakn Khachaturian fue invitado como disertante al evento denominado "Discusión sobre las relaciones entre Armenia y Turquía", celebrado en Adana. Allí, comenzando a dejar entrever con más claridad algo de su orientación y sus objetivos políticos, Khachaturian dijo: “Estamos listos para pedir disculpas a Turquía por los sangrientos enfrentamientos, especialmente por el accionar de ESALA (NdeR.: Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia Occidental). Pediremos disculpas a Turquía en nombre de Armenia”.
En esa misma intervención, el hoy presidente sostuvo que si Turquía pedía disculpas por el genocidio armenio, se acabarían los problemas. “Basta de disputas, hay que poner fin a las disputas entre los dos países”, enfatizó, afirmando que la diáspora habla del genocidio “porque las comunidades no tienen problemas económicos ni sociales”.
Aseguró que “en Armenia nadie quiere mirar atrás” y, públicamente, aprobó la política de “cero problemas con los vecinos” del entonces Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Pero viniendo más acá en el tiempo, Khachaturian hizo varias declaraciones que ponen en evidencia su total sometimiento a los dictados occidentales y su desinterés por el futuro de Armenia y su pueblo, y, particularmente, por el destino de Artsaj-Nagorno Karabaj y su gente.
Al cumplirse los primeros cien días de su presidencia, el junio de 2022, Vahakn Khachaturian le advertía a las autoridades de Karabaj y a muchos dirigentes políticos y sociales armenios, que “si dicen que Artsaj no puede estar bajo la administración de Azerbaiyán, se están privando de ciertas posibilidades de negociación”.
Estas declaraciones fueron realizadas al calor de la operación militar rusa en Ucrania y de la avanzada Occidental sobre Armenia y el Cáucaso, tratando de abrir un segundo frente para debilitar a Moscú. En aquel entonces, la OTAN estaba convencida que su victoria sobre Rusia era cuestión de semanas y desarrolló una poderosa campaña diplomática y comunicacional para convencer al mundo de eso. Y mientras Moscú tomaba la decisión táctica de replegar en Jerson y Jarkov, los armenios compraban el paquete que les vendió Occidente y apretaron el acelerador en el cambio de orientación en cuanto a política exterior, defensa y seguridad nacional.
Desde ese mismo momento, el gobierno liderado por Pashinian y Khachaturian comenzó a desarrollar una práctica política agresiva en todos los frentes contra su aliado estratégico y socio principal -Rusia-, y a buscar puntos de entendimiento no sólo con el Occidente colectivo (Estados Unidos, Unión Europea, Gran Bretaña y OTAN), sino con otros actores regionales directos como lo son Turquía, Azerbaiyán e Israel.
Es por entonces que se concreta la Cumbre de la “familia europea” en Praga, y finalizada una reunión entre Pashinian, Aliyev, Macrón (presidente de Francia), Michel (presidente del Consejo Europeo) y Scholtz (canciller alemán), el primer ministro armenio reconoce la integridad territorial de Azerbaiyán con Artsaj-Nagorno Karabaj como parte integrante del territorio soberano del país vecino.
Mientras esto se iba cocinando entre gallos y media noche, Azerbaiyán bloqueaba el camino que une Stepanakert (Karabaj) con Gorís (Armenia) y atacaba Armenia, ocupando algunos kilómetros cuadrados de su territorio, sin que Armenia respondiera la agresión. Sin embargo, el gobierno de Ereván, que no intentó recuperar lo perdido, insistió e insiste hasta hoy que sus socios militares lo hicieran por él y como no lo hicieron -ni lo hacen-, son los culpables.
También fue por entonces que Bakú instaló un chekpoint en la frontera entre Karabaj y Armenia, y Pashinian y Khachaturian culpaban y culpan a Rusia por ello. Pero nunca hicieron planteamiento alguno en las innumerables reuniones bilaterales que mantuvieron con los representantes de Bakú, ni tampoco en esas otras que mantuvieron con la mediación de altos funcionarios de Estado estadounidenses y europeos. Eso sí, en vez de hablar del derecho a la autodeterminación del pueblo de Artsaj comenzaron a hablar de como garantizar los derechos y la seguridad del pueblo de Nagorno Karabaj.
En realidad, lo que está a la vista que Ereván y Bakú contribuyeron decididamente para que Occidente logre su objetivo: Karabaj ya es un estorbo en las negociaciones armenio-azerbaiyanas.
Lo que Aliyev no conquistó en la guerra de 44 días porque Rusia no se lo permitió, lo pudo hacer gracias a Occidente y al gobierno de Ereván. Si Rusia había logrado con el cese de fuego que siguiera existiendo Artsaj y la gente regresara a sus hogares (en el período post-guerra regresaron a Karabaj más de 90 mil personas que habían encontrado refugio en Armenia) porque la presencia de los más de tres mil soldados rusos les brindaban garantía de vida y seguridad, el gobierno armenio se encargó de destruirlo todo, atando la seguridad de Armenia a los espúrios intereses de Occidente y sus aliados sionistas y panturquistas.
La administración Pashinian-Khachaturian entregó Artsaj y los derechos de su pueblo, por lo que Azerbaiyán ocupó y se adueñó de la totalidad de Karabaj y, además, sin sus habitantes. Ahora, Armenia y Azerbaiyán negocian sólo bajo los designios de Occidente y Turquía, ya que los gobiernos de Ereván y Bakú se encargaron de sacar del medio a Rusia”.
Eso sí, siguen culpando a Rusia de todo lo malo. Y así quedó expuesto por el presidente Vahakn Khachaturian durante su encuentro con dirigentes de la colectividad armenia de Argentina, cuando intentó dejar en claro que "el enemigo de Armenia es Rusia", mientras que Turquía y Azerbaiyán pasaron a formar parte del “nuevo club de amigos de Armenia"…
“Cuando lleguemos a un acuerdo con la parte azerbaiyana después de definir las fronteras, nadie estará en nuestro territorio soberano”, le dijo hace poco a los periodistas el presidente Khachaturian, anticipándoles lo que luego le aseguró a los y las dirigentes de la colectividad armenio-argentina. Una una vez firmado el acuerdo de paz con Bakú, ya no habrá junto a los militares armenios, soldados aliados rusos en las fronteras armenio-turca, armenio-azerbaiyana y armenio-iraní. ¿Por qué? Porque más allá de las fronteras están nuestros nuevos Estados amigos, Turquía y Azerbaiyán.
Pero el actual mandatario armenio no sólo manifiesta opiniones reprochables en estos temas, sino también, y particularmente, en lo que respecta a la Cuestión de Karabaj, al pueblo de Artsaj y a sus derechos.
Hace poco, cuando se lo consultó sobre el funcionamiento de las instituciones estatales de Artsaj y si debían hacerlo en Armenia, el presidente respondió: “Si, funcionan, pero ¿para qué están trabajando las instituciones estatales de la República de Artsaj? Existe una República de Armenia, las instituciones estatales de la República de Armenia funcionan y saben las funciones que deben desempeñar. ¿Qué función deben desempeñar las instituciones estatales de Artsaj en Armenia?”.
Ante esos dichos, el 28 de noviembre de 2023, el diario Hraparak, escribía en una de sus notas: “Vahakn Khachaturian debería ser tomado de la mano y expulsado del palacio presidencial ahora mismo. (…) No es apto para ese puesto, es sólo un loro que repite las tonterías del Primer Ministro del país. En pocas palabras, Vahakn Khachaturian es también un flagelo que destruye la nación”.
Para finalizar, una pequeña historia relacionada a Vahakn Khachaturian.
Quienes visitaron Ereván y la caminaron, recuerdan que en la céntrica intersección de las calles Apovian y Aramí, frente al Museo de Historia y a los “picos danzantes” de la Plaza de la República, se encuentra el comercio de ropa deportiva perteneciente a “Sil Group”, donde venden vestimenta de la marca de las tres tiras y otras.
Ese edificio de planta baja y primer piso, con dirección catastral Aramí 3, de mil metros cuadrados, ubicado en el corazón de la capital armenia, fue vendido en 1995 por la intendencia de Ereván al empresario Khachadur Sukiasian en tan sólo 5.655 dólares… Así es, incluso en aquellos años, en las afueras de Ereván podía adquirirse a ese precio ni siquiera un dos ambientes en mal estado.
¿Qué tiene que ver ésto con Khachaturian? Él, Vahakn Khachaturian era el Intendente de Ereván y fue quien autorizó la venta. Hoy, Khachaturian es presidente de Armenia y Sukiasian diputado. Ambos son miembros del Partido Acuerdo Cívico liderado por el primer ministro Nikol Pashinian.
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