Azerbaiyán y Turquía "celebraron" en soledad

En Bakú, realizó hoy el "desfile de la victoria" en la reciente guerra de Artsaj. En sus discursos, el presidente azerí Aliyev y el auto proclamado sultán turco Erdogan reafirmaron sus posiciones nacionalistas y neotomanas.

Desfile militar en Bakú, la capital de Azerbaiyán.

Redacción NOR SEVAN

En la plaza "Azadlık", en Bakú, el gobierno azerbaiyano decidió celebrar la "victoria en la guerra de Karabaj". Hubo desfile militar y fue sin presencia del pueblo.

Las agencias oficiales AzerTac (Azerbaiyán) y TRT (Turquía), brindaron una importante cobertura a la celebración, centralizando la información (y las fotos) en el desfile militar y en los discursos de los presidentes Ilham Aliyev y Recep Erdogan. Ambos mandatarios estuvieron acompañados de sus esposas, la vicepresidenta azerbaiyana Mehriban Aliyeva y Emine Erdogan.

Durante la ceremonia, el teniente general Karim Valiyev, viceministro de Defensa, fue galardonado con la Orden "Zafar". El "desfile de la victoria", según la prensa azerbaiyana y turca, contó con la asistencia de más de 3.000 invitados, se exhibieron alrededor de 150 unidades de equipo de combate, incluyendo los recientemente recibidos modernos sistemas de cohetes, artillería y de defensa aérea. También hubo demostración de buques de guerra y barcos.

Soldados turcos participaron de la celebración.

El ministro de Defensa, el coronel general Zakir Hasanov, presentó un informe al presidente Ilham Aliyev, comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la República de Azerbaiyán, y al presidente Recep Tayyip Erdogan de la República de Turquía. Ambos jefes de Estado saludaron a los soldados.

Durante su intervención, Aliyev no sólo habló de "una victoria de la justicia en Karabaj", sino también insinuó la posibilidad de continuar la guerra. Quizás envalentonado por tener a su lado al autoproclamado sultán Erdogan -que sueña con reconstruir el imperio otomano-, el presidente azerí dijo: "Zanguezur, Ireván (Ereván) y Goychán (Sevan) son nuestras históricas tierras". Así lo señala el periódico ruso Moscú Komsomolets en la nota publicada sobre el desfile en Bakú.

Según el periódico moscovita "Aliyev calificó los eventos de la década de 1990 y la posterior independencia de Nagorno-Karabaj como un bloqueo" y "describió la recuperación de parte de Nagorno-Karabaj como una restauración de la integridad territorial". También "recordó que había dicho muchas veces que si Armenia no les devuelve sus tierras, el problema se resolverá por medios militares".

En la crónica publicada por la agencia estatal turca TRT, se destaca que del desfile también participaron soldados turcos.

"Ojalá que Azerbaiyán continúe escribiendo epopeyas bajo el hábil liderazgo de mi hermano Ilham Aliyev. El hecho de que Azerbaiyán haya liberado sus tierras de la ocupación no significa que la lucha haya terminado", expresó Erdogan, quien reafirmó que "en nuestras relaciones con Azerbaiyán siempre hemos tomado como guía el principio 'dos Estados una nación' del gran líder Heydar Alíyev".

El auto proclamado Sultán de Turquía señaló que "el alma de Enver Pasha fue bendecida hoy". Enver Pasha es uno de los organizadores del genocidio de armenios perpetrado por el Imperio Otomano entre 1915 y 1923.

El líder turco dio su discurso durante el desfile militar.

Erdogan, a pesar de recibir fuertes críticas de los líderes de varios países, continúa llevando adelante su plan panturquista de manera muy hábil y audaz, tejiendo y destejiendo alianzas y acuerdos con quien se le ocurra y según marcan sus intereses. Así, dialoga y se pelea con Rusia, Estados Unidos, Israel y otros, y va avanzando en sus objetivos, con la seguridad que digan lo que digan y pase lo que pase, Occidente no va a abandonar a su aliada en la OTAN. La soberbia y el grado de impunidad es tal, que le dice al pueblo armenio que "si saca lecciones de lo que sucedió en Karabaj, será el comienzo de una nueva era en la región".

Quién dejó bien en claro qué significa Turquía para sus aliados occidentales fue el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que le recomendó "adoptar un enfoque positivo en relación a los debates sobre Turquía en la Cumbre de los Líderes de la Unión Europea".

Stoltenberg subrayó que Turquía es un importante aliado en la OTAN, ya que “tiene frontera con Irak y Siria, y desempeña un papel crucial en la lucha contra la banda terrorista DAESH”. Y recalcó que Turquía es el país que acoge a más refugiados en el mundo, a más sirios, y que es la nación más afectada por los actos de terrorismo.

Parece ser que para la OTAN no son importantes las pruebas presentadas por Armenia, Rusia, Siria, incluso Francia, sobre los mercenarios y terroristas enviados por Turquía para combatir a los armenios en Artsaj. Tampoco el abastecimiento de armas y el financiamiento del Estado turco a los terroristas que enfrentan al gobierno sirio. Y mucho menos la represión interna, la persecución y encarcelamiento sistemático de los revolucionarios y militantes de los derechos humanos, el derrocamiento de gobernadores, alcaldes y consejeros regionales comunales opositores, y toda la política de neto corte fascista aplicada por Erdogan en su país.

“Debemos darnos cuenta de la importancia de Turquía como parte de la OTAN y también como parte de la familia occidental”, finalizó el secretario general.