Victoria rotunda de Cuba en la ONU: 187 votos contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos
En su impecable intervención, y con ejemplos concretos, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, demostró ante la Asamblea General de la ONU los crueles efectos del bloqueo. A precios corrientes, los daños acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política criminal ascienden a 164 mil 141 millones de dólares.
Redacción NOR SEVAN
Mientras en un rapto de sensatez, poco usual, la comunidad internacional volvía a expresar de manera abrumadora su enérgico rechazo al bloqueo norteamericano contra la heroica Cuba, el único país (Israel) que acompañó a Estados Unidos con su voto negativo continuó asesinando civiles en Palestina y El Líbano, además de seguir destruyendo gran parte de Gaza y Beirut.
Esta votación, una vez más histórica, lamentablemente vuelve a demostrar que la ONU no sirve para nada más que para avalar las decisiones y defender los intereses de las potencias occidentales, ya que más allá de la condena al imperio y del triunfo moral para el pueblo y gobierno de Cuba, en la práctica nada cambia.
Lo que si cambió de manos fue la jefatura de la diplomacia argentina, ya que la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, fue echada inmediatamente de sus funciones luego de haber votado -al igual que las otras 186 delegaciones- a favor del levantamiento del bloqueo. Según confirmó el vocero presidencial Manuel Adorni, el reemplazante será el conocido sionista Gerardo Werthein, quien ocupaba el cargo de embajador argentino en los Estados Unidos.
La Asamblea General de la ONU aprobó ayer una resolución contra el embargo de EE.UU. a Cuba con el apoyo de 187 países. Solo dos países votaron en contra: Estados Unidos y el gobierno fascista y genocida de Israel.
Representantes de distintos países y organizaciones internacionales, entre ellas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, la Organización de Cooperación Islámica (OCI), el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y la Comunidad del Caribe (Caricom), se manifestaron a favor de levantar el embargo.
La Comunidad del Caribe (CARICOM), representada por la delegación de Granada, reafirmó su firme apoyo a la resolución de la ONU, que pide el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba.
En su intervención, se subrayó que “las medidas ilícitas carecen de justificación legítima” y que su imposición “socava los principios del multilateralismo” y “vulnera el derecho internacional”, reiterando la importancia de los principios de la soberanía y la no injerencia, fundamentales en la Carta de la ONU.
El representante permanente de Chad ante la ONU, en nombre del Grupo Africano, manifestó que les preocupa la injusta decisión de Estados Unidos de incluir a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo y reiteró su llamado a poner fin al bloqueo estadounidense contra Cuba, una medida que consideran un obstáculo para el desarrollo sostenible del país y para la Agenda 2030. El Grupo de países del África también destacó las contribuciones históricas de Cuba al continente africano y a naciones de otros continentes, particularmente en las áreas de salud y educación.
El delegado irakí ante las Naciones Unidas, en representación del Grupo de los 77 y China, expresó su preocupación por el embargo estadounidense y denunció "la vigencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba durante más de 60 años". La organización a la que representa lamentó que estas políticas se hayan reforzado en años recientes, obstaculizando la normalización de relaciones entre ambos países y perjudicando el bienestar de la población cubana, especialmente en sectores como la salud, la alimentación y las finanzas.
Además, el Grupo de los 77 y China condenó la aplicación extraterritorial del bloqueo a través del Título III de la Ley Helms-Burton, calificándola de "evidente transgresión a la libertad de comercio entre naciones". Señalaron que esta normativa no solo restringe las transacciones de Cuba con terceros países, sino que también daña la reputación internacional de la isla.
Instaron a que Estados Unidos retire a Cuba de su lista de supuestos patrocinadores del terrorismo, afirmando que dicha inclusión es infundada, e hicieron un llamado a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos y exigir el levantamiento de bloqueo, que consideran urgente y necesario eliminar.
Camerún habló en representación de la Organización de Cooperación Islámica y enfatizó que el bloqueo es incompatible con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y atenta contra los derechos socioeconómicos de Cuba, subrayando el impacto negativo del embargo vigente desde hace seis décadas.
El representante del país africano añadió que esta medida no solo afecta al comercio y la economía de Cuba, sino que también trae aparejadas "graves consecuencias humanitarias", socavando el bienestar de la población cubana y dificultando la inversión extranjera.
La voz de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) fue la del representante de Singapur, quien comenzó expresando el firme apoyo de ASEAN al proyecto de resolución que busca poner fin al embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
En su intervención, el ASEAN destacó que, desde 1992, la Asamblea General ha adoptado resoluciones en este sentido con un respaldo mayoritario de los Estados miembros, reflejando "el compromiso de la comunidad internacional con los principios de igualdad soberana, no intervención y resolución pacífica de disputas" y subrayó el impacto "devastador" del embargo.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), representada por Honduras, expresó su respaldo a Cuba y subrayó que "la política de sanciones de Estados Unidos obstaculiza el desarrollo cubano y perjudica el bienestar de su población", catalogándolas de acciones que contradicen los principios de la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional, además de vulnerar la paz y cooperación que promueven los pueblos de América Latina y el Caribe.
A través de su representante, la CELAC también manifestó su rechazo a la Ley Helms-Burton y las implicaciones extraterritoriales del embargo, que limitan la capacidad de Cuba para comerciar y acceder a financiamiento internacional. Además, cuestionó la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL), que durante décadas logró aglutinar a Estados y pueblos hermanados en la lucha anticolonialista y que, actualmente, a pesar de ya no ser lo que era, está integrado por 120 países y otros 15 en calidad de observadores, también se expresó en favor de Cuba.
El delegado ante la ONU de Uganda -país que ocupa la presidencia del MNOAL- ratificó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el apoyo irrestricto de su bloque a Cuba y calificó el bloqueo estadounidense de "contrario al derecho internacional" y "perjudicial para el desarrollo socioeconómico cubano".
El MNOAL expresó profunda preocupación por el carácter extraterritorial del bloqueo y subrayó que la reciente incorporación por parte de Estados Unidos de Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo es infundada y un obstáculo para la normalización de relaciones bilaterales.
Intervención del Canciller cubano
Con ejemplos concretos, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, demostró ante la Asamblea General de la ONU los crueles efectos del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a su país a lo largo de más de seis décadas.
"Durante cinco días, del viernes 18 al miércoles 23 de octubre, las familias cubanas estuvieron privadas, salvo pocas horas, de electricidad, con la ansiedad de que los alimentos se echarían a perder y no sería posible o muy costoso reponerlos, y muchas de ellas carecieron de agua corriente". Así comenzó su intervención el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, al referirse a esos momentos recientes en que la crisis electroenergética del país alcanzó un punto álgido, tras la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
"Los hospitales funcionaron en condiciones de emergencia y las escuelas y universidades suspendieron sus clases. Las entidades interrumpieron sus actividades y se mantuvieron solo las vitales. La economía se detuvo", narró frente al plenario.
Añadido a esto, durante el apagón, el huracán Oscar golpeó el 20 de octubre la zona oriental del país y, pese a la labor de la Defensa Civil de Cuba, fallecieron ocho personas, incluida una niña de cinco años, en tanto dos se encuentran desaparecidas. Las fotos de satélites mostraron al país apagado y, además, sometido a fuertes lluvias y vientos.
El diplomático destacó que, a pesar de tales condiciones, fue impresionante la serenidad, comprensión y apoyo del pueblo, quienes, unidos a 52 000 trabajadores del sector eléctrico, laboraron junto a las diferentes organizaciones en pos de retomar la estabilidad del SEN.
"La causa primaria del fallo del Sistema Eléctrico Nacional fue la carencia de combustible, que afectó la generación y provocó inestabilidad asociada al estado precario de nuestras plantas, ambas consecuencias directas de las medidas extremas de guerra económica aplicadas por el Gobierno estadounidense desde 2019, específicamente diseñadas para impedir los suministros de combustible, y de partes y piezas para el mantenimiento técnico a nuestras plantas e instalaciones eléctricas, así como para obstaculizar la inversión y el acceso a financiamiento", denunció el Canciller.
La generación eléctrica en nuestra nación tiene una alta dependencia de combustibles importados, y solo en un año, el anterior Gobierno estadounidense sancionó a 53 buques y 27 compañías asociadas a los envíos a Cuba, apuntó el Canciller.
Agregó que el daño a la economía cubana en 18 días de bloqueo asciende a 252 millones de dólares, dinero que se pierde o deja de recibir, y que bastaría para asegurar el mantenimiento a las termoeléctricas y adquirir las piezas de repuesto, lo que evitaría los cortes de energía. Los daños por cinco meses de bloqueo equivalen al total de las importaciones cubanas anuales de combustible, que promedian unos 2 000 millones de dólares.
"El gobierno del presidente Joseph Biden suele declarar que “ayudar y apoyar al pueblo cubano” es su política. ¿Quién puede creerlo?", dijo, al calificar lo que hace la administración estadounidense como un intento de sabotear el desarrollo de la Isla.
Bruno Rodríguez Parrilla afirmó que el Estado cubano trabaja incansablemente para encontrar soluciones a las tensiones que vive, lo que resulta sorprendente si se tiene en cuenta que, bajo nuestras condiciones extremas, Cuba construye aun así una obra social reconocida a nivel mundial.
A su vez, denunció que, con el bloqueo, el imperialismo advierte que toda nación que intente defender su soberanía pagará el precio.
«Ningún país, incluso aquellos con economías mucho más robustas que la cubana, podría encarar una agresión tan brutal, asimétrica y extendida en el tiempo, sin un costo considerable para el nivel de vida de su población», advirtió ante los representantes del mundo entero.
"¿Cómo sería Cuba hoy de haber contado con los 164 mil millones de dólares de los que nos ha privado el bloqueo desde su imposición?", preguntó el canciller cubano, puntualizando que esos daños ascienden a un billón 499 710 millones de dólares, si se toma en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba subrayó que "más del 80 % de nuestra población solo ha conocido una Cuba con bloqueo. Todos los jóvenes cubanos han tenido que vivir en un país bloqueado", se lamentó, al tiempo que agregó que esto ha llevado a que gran cantidad de cubanos opte por la migración. En cuanto al derecho a la alimentación, puntualizó que el costo acumulado de cuatro meses de bloqueo equivale a 1.600 millones de dólares, lo que aseguraría, durante un año, la entrega de la canasta alimenticia normada a la población.
En cuanto a la Salud, Rodríguez Parrilla recordó que Cuba es capaz de producir cerca del 60 % de su cuadro básico de medicamentos, pero el recrudecimiento extremo del bloqueo lo ha impedido. Solo el daño causando en 25 días de bloqueo, que ascienden a 339 millones de dólares, garantizarían durante un año la producción y disponibilidad de fármacos de primera necesidad.
"El Gobierno de los EE.UU. conoce perfectamente bien el impacto directo e indirecto que su política tiene sobre el sistema de Salud cubano. Está bien enterado del sufrimiento y la angustia que provoca, y de las consecuencias en términos de tratamientos incompletos o demorados, cirugías pospuestas y materiales sanitarios escasos. No puede ocultar que su objetivo, con plena conciencia, es provocar daño a la población", denunció el diplomático.
Desde el inicio del mandato de Biden se registran 1.064 negativas de bancos extranjeros a prestar servicios a entidades cubanas, ante el miedo a multas estadounidenses; se deniegan servicios bancarios a nuestros nacionales en múltiples países; y se ha privado del beneficio de visado electrónico expedito (conocido como esta) a más de 300 mil ciudadanos europeos que visitaron Cuba.
El Canciller de Cuba también denunció la operación comunicacional de descrédito permanente a la que someten a su país, tratando de responsabilizar al Gobierno cubano del impacto que provoca, de manera intencional, el cerco estadounidense contra la Isla.
Al terminar, dijo sobre las elecciones presidenciales en los Estados Unidos: "El gobierno que resulte ganador, cualquiera que sea, tendrá la oportunidad de decidir si continúa el enfoque fallido y las medidas de cerco inhumanas de las últimas seis décadas, o si finalmente escucha, democráticamente, a su propio pueblo y, también, a la abrumadora mayoría de la comunidad internacional, y le permite a nuestro pueblo desarrollarse en su pleno potencial y en su capacidad real".
"En cualquier caso, encontrará de parte de Cuba la firme determinación de defender su derecho soberano a construir un futuro propio, independiente, socialista, libre de injerencia extranjera y comprometido con la paz, el desarrollo sostenible, la justicia social y la solidaridad.
"También encontrará la disposición al diálogo serio y responsable, a avanzar hacia una relación constructiva y civilizada, basada en la igualdad soberana, el respeto mutuo, el beneficio recíproco para ambos pueblos, aun conscientes de las diferencias políticas profundas entre nuestros gobiernos", concluyó.
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