Viken Eulchekchian, el civil libanés-armenio que es prisionero de Azerbaiyán, fue hospitalizado
Desde el pasado 10 de noviembre se encuentra en cautiverio por el régimen de Aliyev. Su madre y su hija cuentan desde Beirut que les comunicaron que Viken fue traslado de la cárcel al hospital.
Por Mariana Mateossian, desde Londres, para British Armenian Humanitarian Group*
Cristin Eulchekchian ha tenido que crecer de golpe en los últimos seis meses. La adolescente de 18 años habla con una compostura y madurez que va más allá de sus años. La joven se ha convertido en la vocera de una familia armenia que sueña con el retorno de un hijo, hermano y padre, cuyo único delito fue desear un futuro mejor en Armenia.
Por la difícil situación política y económica en su Beirut natal, Viken pensó en emigrar y solicitó ciudadanía de la República de Armenia en 2017, aunque también retuvo su nacionalidad libanesa. Viken se mudó de forma permanente a Ereván en noviembre del 2019 con la intención de empezar su propio negocio. Compró un auto y trabajó como taxista para turistas. Como a cientos de familias armenias repatriadas, el Alto Comisionado de la Diáspora le adjudicó a Viken una vivienda en construcción en la ciudad de Shushí, Nagorno Karabaj. Cristin cuenta que su padre había estado averiguando salidas laborales y posibilidades de educación superior para sus dos hijos: la idea era que ellos se unieran al padre una vez que se hubiera asentado en su nueva vivienda.
Estos sueños se hicieron trizas cuando Azerbaiyán inició la guerra contra Artsaj. Sin saber que la ciudad ya había pasado a manos de Azerbaiyán, Viken fue capturado cerca de Shushí el día siguiente de la firma del cese de fuego. El 10 de noviembre del 2020 Viken viajaba en su auto con su novia Maral Nadjarian camino a Shushí para retirar las pertenencias que había dejado allí. Las fuerzas invasoras azerbaiyanas los detuvieron y los trasladaron a Bakú en autobús con muchos otros cautivos armenios, tanto soldados como civiles. Maral Nadjarian fue liberada en marzo del 2021, mientras que Viken aún sigue encarcelado. Según un artículo publicado en el medio azerbaiyano Report Informasiya Agentliyi, Viken ya compareció ante el tribunal militar de Bakú, acusado de varios delitos que incluyen actuar como mercenario en el territorio de Azerbaiyán y participar de ataques militares contra ese país.
Viken y su familia han mantenido comunicación telefónica esporádica desde abril del 2021, cinco meses después de ser detenido. Asimismo, ha podido tener correspondencia por cartas y notas con su familia gracias a la mediación de representantes de la Cruz Roja Internacional. En abril, dijo que lo trataban bien y que se estaba tramitando su puesta en libertad para los próximos tres meses. Sus esperanzas se vieron destruidas cuando el Servicio de Seguridad de Estado de Azerbaiyán público el 5 de mayo del 2021 que se había concluido la investigación de las acusaciones penales contra Viken Eulchekchian y que el caso había sido presentado a Tribunales. Aparentemente se lo acusa de los siguientes delitos: "participación de un mercenario en un conflicto militar u operación militar", "terrorismo cometido por un grupo de personas, o grupo organizado u organización criminal" y "cruza ilegal de las fronteras estatales de la Republica de Azerbaiyán", según los artículos 114.3, 214.2.1 y 318.2 respectivamente. Sin embargo, la Corte Europea de Derechos Humanos no ha sido notificada aun al respecto.
"Armenia nunca ha usado mercenarios ni terroristas; al contrario, fue Azerbaiyán quien envió a más de 2000 soldados extranjeros a la guerra de Artsaj", afirmó Hovhannes Aleksanyan. El Alto Comisionado de la Diáspora señaló: "Al acusar a ciudadanos armenios de ser mercenarios extranjeros, el gobierno de Azerbaiyán está tratando en vano de contrarrestar a sus propios mercenarios extranjeros que lucharon en la guerra de Artsaj, de los cuales dos se encuentran detenidos en Armenia".
Cabe aclarar que Viken es ciudadano de la República de Armenia desde hace varios años y residía permanentemente en Armenia desde el 2019. Al comenzar la guerra ,Viken se presentó para servir en Artsaj como ciudadano armenio, respondiendo al llamado a las armas del gobierno. Viken no recibió ningún tipo de pago u honorarios por enlistarse con las fuerzas de Armenia y este país no ha reclutado a mercenarios. Viken solo estuvo entre cuatro y cinco días en Artsaj y volvió a Ereván alrededor del 10 de octubre, quedándose con su novia Maral y su hermana Annie Najarian en Ereván hasta el 10 de noviembre del 2020.
Al preguntarle por las últimas noticias sobre Viken, su hija Cristin Eulchekchian confirmó que habían tenido una conversación telefónica el 25 de mayo. Viken hizo tres llamadas cortas a su madre y a cada uno de sus hijos. Dijo que los llamaba desde un hospital en Azerbaiyán, donde había sido trasladado por funcionarios de la Cruz Roja para que lo trataran por un dolor de espalda. La conversación había sido muy breve y no habían podido hacerle muchas preguntas. Al llamar a su madre Beatriz el mismo día, casi no habían podido hablar por el llanto. Beatriz aseguró que la salud mental de su hijo se ha deteriorado notablemente y está muy preocupada por su salud física y el verdadero motivo de su internación en el hospital.
Beatriz y Cristin pidieron a las autoridades azerbaiyanas que liberen a Viken y que pueda volver pronto al seno de su familia. "Ya sufrió demasiado", concluyeron.
A pesar de su dolor y la gravedad de la situación en la que se encuentra su padre, la expresión en los bellos ojos de Cristin es de esperanza. No baja los brazos y quiere que todos sepan que su padre es inocente y que alguien en algún lugar, ayude a su padre a volver a ellos.
* British Armenian Humanitarian Group brega por resolver la crisis humanitaria de los armenios durante el conflicto reciente y han iniciado una colecta de firmas en change.org. Para colaborar, hay que firmar y compartir la petición para liberar a Viken Eulchekchian y todos los prisioneros de guerra armenios: www.change.org/armenianpwo
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